a habitación propia de nuestro tiempo está repleta de mujeres leyendo libros y conversando. Compartiendo e intercambiando experiencias, cultivando la acción y la revolución feministas desde el conocimiento.

Los clubes de lectura, territorios femeninos por excelencia, han tomado en los últimos tiempos el feminismo como motor de aprendizaje, desaprendizaje y de cambio. Coincidiendo con la nueva ola feminista, cada vez hay un número mayor de grupos especializados en estas lecturas, una tendencia que también se da en Navarra, donde la cifra ya supera la quincena. Son espacios que, más allá de la lectura y la conversación, cultivan la acción transformadora desde el análisis de la Historia y la actualidad.

En Pamplona, en 2016 nació el del Foro MIRaN (Mujeres por la igualdad real en Navarra). El Club de lectura feminista es uno de los dos ejes en cuanto a actividad de esta asociación, junto con los foros de análisis y reflexión. Iniciativas que se alternan mensualmente: un mes se organiza el club de lectura y, al siguiente, el foro, si es posible con la autora del libro que se ha leído o de alguna mujer experta en el tema que se ha abordado en el club. Son actividades abiertas a la ciudadanía a las que a día de hoy acuden en una abrumadora mayoría mujeres. "Damos la oportunidad de asistir al club de lectura incluso si no se ha leído el libro, ya que es una forma de adquirir información y de crear interés por los temas que se traten", dicen Ana B. y Pilar B. desde el Foro MIRaN.

Hasta 2020 las sesiones se hacían en la Biblioteca de Mujeres de IPES, y a partir de ese año se han trasladado a la Casa de las Mujeres de Pamplona, en la calle Aoiz. En estos momentos, debido a la pandemia y a la necesaria reducción de aforos, las sesiones se celebran on line. Los temas a tratar, y por lo tanto los libros a leer, se deciden de manera compartida y colaborativa en el equipo de coordinación de la asociación a principios de año.

Suelen ser, generalmente, libros de ensayo feministas, actuales, aunque también se leen algunas obras de ficción que tratan temas relacionados. "Incluso hemos hecho alguna sesión con el humor gráfico y la literatura de cómic realizada por mujeres", apunta Pilar B. Los últimos libros que han leído han sido Ni por favor ni por favora de María Martín, sobre el lenguaje inclusivo; La ciudad solitaria de Olivia Laig, acerca de cómo afrontamos las mujeres la soledad; y el siguiente, en abril, será La democracia feminista de Alicia Miyares. La participación en este club de lectura es "muy variable", entre 7 y 20 personas. La dinamización de las sesiones corre a cargo de alguna de las componentes del Foro MIRaN, y últimamente se cuenta con "la colaboración de otras mujeres asiduas a las sesiones que está siendo muy enriquecedora". Trini D., encargada de la difusión de la actividad, anima "a todas las mujeres y hombres que quieran participar" a contactar con el Foro MIRaN a través de su página de Facebook o del correo electrónico foromiran@gmail.com.

Las participantes asiduas a este club de lectura feminista destacan su "contenido transformador" y el hecho de que en este espacio, como dice Piluka L., "la lectura, que en un principio puede parecer algo individual e introspectivo, se convierte en un acto social, en el que se pueden comunicar y compartir ideas y sentimientos. Te abre a visiones diferentes y complementarias en una atmósfera siempre muy colaborativa. Es un ejemplo de sororidad". M. Ángeles A. valora el hecho de que "aprendemos unas de otras y nos enriquecemos con lecturas que nos hacen reflexionar sobre temas que inciden en nuestras vidas como mujeres". "La lectura de un libro de temática feminista es la mejor excusa para reunirnos y dejarnos llevar por la conversación, disfrutando con las diferentes vivencias de las mujeres", añaden Begoña A. y Carmen N.

Una red de lectura crítica

En septiembre de 2017, a raíz de una visita de la escritora Silvia Federici a la librería, nació el Grupo de lectura feminista de Katakrak. "Decidimos crear un espacio en el que hablar de literatura escrita por mujeres", cuenta Marta Arrizabalaga. Empezaron 8 personas, y hoy lo forman un grupo estable de entre 10 y 15 lectoras, con incorporaciones puntuales de gente interesada, que se reúnen el tercer jueves de cada mes. No hay límites de edad: han pasado participantes desde los 18 hasta los 70 años. De nuevo, en su gran mayoría mujeres. "Son espacios mixtos, pero hasta el momento muy pocos hombres se han acercado", cuenta Maite Mutuberria sobre este grupo que se centra en la lectura de ensayos de temática feminista y al que cualquier persona puede incorporarse en cualquier momento del curso, sin necesidad de inscripción. "Solo hay que venir con ganas e interés", dicen sus integrantes.

La selección de títulos se hace de manera colectiva, y en cada curso se leen nueve obras. "Al final de este año habremos leído ya 36 libros", apunta Arrizabalaga. Los de este curso son: La creación de la conciencia feminista, de Gerda Lerner; Salud feminista; Mujeres, resistencia y revolución, de Sheila Rowbotham; Xenofeminismo, de Helen Hester; La potencia feminista. O el deseo de cambiarlo todo, de Verónica Gago; Cómo reencantar el mundo, de Silvia Federici; Cómo acabar con la escritura de las mujeres, de Joanna Russ; Sin concesiones. Preceptos negros, queer y feministas para movimientos radicales, de Charlene A. Carruthers; y El pensamiento heterosexual, de Monique Wittig.

Cada participante dinamiza un título en un formato "muy abierto", y después de cada sesión, el grupo cuelga en Facebook el resumen de lo tratado "con el fin de difundir y dar a conocer el pensamiento feminista".

En este momento de pandemia, de cada lectura se celebran dos sesiones, una presencial y otra virtual, "así todo el mundo tiene la oportunidad hacer la actividad, porque hay gente que participa que vive fuera de Navarra y ahora no puede desplazarse hasta aquí", comenta Marta Arrizabalaga.

Maite Mutuberria destaca de su experiencia en este club de lectura el hecho de que contribuye a "crear una red de personas de edades, condiciones y procedencias diversas que enriquecen tu visión. Te hace sentir parte de una comunidad" , dice, valorando además "todo lo que la parte teórica me aporta para encarar los aspectos de mi vida profesional y personal".

A Maite Goñi lo que más le gusta es "compartir". "Cada una nos quedamos con ideas muy diferentes y cada lectura nos apela a nivel personal y nos remueve por dentro cosas distintas. Ver cómo lo ve y lo siente otra gente te hace empatizar", asegura esta lectora. Y es que, como señala Marta Arrizabalaga, "no lees igual un libro cuando sabes que lo vas a comentar". "En clubes de lectura como éste tienes la sensación de estar construyendo conocimiento y haciendo una lectura crítica". "Abordamos la dimensión más política de los libros, que son un trampolín para pasar a la acción, a la construcción de lo colectivo", reflexiona Nerea Fillat.

Visibilizar la minoría

Desde Vitoria-Gasteiz, Gema Lasarte y Andrea Perales, profesoras de la UPV y coordinadora e integrante -respectivamente- del club de lectura feminista Gasteiz Feminista Agenda Euskal Literatura, están impulsando un proyecto de creación de una red de clubes feministas en euskera de la CAV, Navarra e Iparralde. Su propuesta de investigación y visibilización de estos grupos, premiada el año pasado por el departamento de Igualdad del Ayuntamiento de Vitoria, se centra en poner en marcha una página web -literaturagendafeministaksarean.org- que estará activa desde finales de mayo y recogerá la actividad de todos esos clubes de lectura feministas en euskera, así como proporcionar un espacio para compartir crítica literaria grupal y promover la lectura democrática. "A nivel de Euskal Herria hay mínimo unos veinte clubes de lectura feministas en euskera, aunque de momento hemos recopilado datos de quince", cuenta Andrea Perales. Entre ellos, el que coordina en Tafalla la escritora Garazi Arrula.

El proyecto de Gema Lasarte y Andrea Perales busca "visibilizar e impulsar la lectura en una lengua minorizada como el euskera y compartir e intercambiar dinámicas y actividades entre clubes de lectura", unos espacios que para ella son oportunidades "para democratizar la literatura y la crítica que se hace sobre ella".

"Durante mucho tiempo la literatura se ha considerado un espacio muy jerárquico y elitista en el que hablar de crítica literaria solamente era accesible para unos cuantos elegidos que solían ser hombres. En estos clubes de lectura los espacios son más abiertos y plurales, permiten conversar desde la experiencia, y si bien es cierto que el público que participa es mayoritariamente femenino, se está experiementando una apertura y los hombres se están animando", celebra Perales, quien destaca que leer y comentar lo leído en grupo "es una forma de generar un espacio horizontal para hablar sobre literatura de una forma totalmente natural y sin ningún tipo de filtro académico, porque cada uno va con su bagaje y sus experiencias. Y todas las personas aprendemos de todas".

"La lectura, que en un principio puede parecer algo individual e introspectivo, se convierte en un acto social"

Miembro del Club de lectura feminista del Foro MIRaN

"Tienes la sensación de estar construyendo conocimiento y haciendo una lectura crítica"

Miembro del Grupo de lectura feminista de Katakrak

"Últimamente se está experimentando una apertura y los hombres se están animando a participar"

Miembro de Gasteiz Feminista Agenda Euskal Literatura

IPES lanza dos grupos: infantil y juvenil. IPES Elkartea va a poner en funcionamiento desde mediados de este mes de marzo dos clubes de lectura feministas, uno infantil y otro juvenil, que se reunirán una vez al mes, de marzo a junio. "Nos hemos decantado por cubrir estas franjas de edades, en las que la educación que se recibe es muy importante; además, clubes para adultos ya hay varios en activo, y es bonito complementar", comenta Ainara Galarza.

Pueblos en transformación. La transformación feminista que se está llevando a cabo en los pueblos está siendo patente. En Navarra hay numerosas iniciativas de clubes de lectura de corte feminista en distintas localidades: Cendea de Galar-Esquíroz (coordina Isabel Blanco Ollero), Berbinzana (Asociación de mujeres Laguna) (Mª Jesús Chocarro), Club de lectura de enfermeras jubiladas (Maribel Ruiz Jiménez), Equala iniciativas sobre escritoras navarras (Alicia Fernández de Piérola), Club de lectura Etxauri El balcón de los lirios (Esperanza Marcaide e Idoia Saralegi), Club de lectura de Lizoain-Urroz-Arriasgoiti (Txaro Begué), Club de lectura de Los Arcos Asociación de Mujeres (Estela Muerza), Club de lectura de Mañeru Asociación Amamu (Pedro Berástegui), Club de lectura de Obanos Asociación Lamiategi (Milagros Iradiel), Club de lectura de Unzué-Valdorba (Begoña Laquidáin), Programa de Igualdad de la Mancomunidad de Servicios Sociales de Base de Zona Noáin, y Club de lectura del Servicio de euskara del Ayuntamiento de Tafalla (Ana Flamarique y Garazi Arrula).

En Leitza. En marzo del año pasado, en el marco de las asambleas del 8-M, surgió la idea de impulsar un club de lectura feminista en Leitza. "Ya hay en el pueblo un club de lectura generalista, pero decidimos que queríamos un espacio solo de mujeres para formarnos y leer sobre diferentes cuestiones desde una perspectiva feminista", explica Maialen Arrieta. En este primer año en activo, una docena de mujeres han leído tres libros en euskera -Moio, de Kattalin Miner; Kontrako eztarritik, de Uxue Alberdi; y Erle langileen amodioak, de Aleksandra Kolontái-, y se han reunido para comentarlos en el Atekabeltz Herrigunea.

Entre los clubes de lectura inscritos en el Servicio de Bibliotecas Públicas de Navarra, hay unos cuantos coordinados por mujeres entusiastas de la lectura y de la promoción de la mujer que, al hacer sus programaciones anuales, suelen reservar lecturas concretas alrededor del Día de la Mujer.