as autoridades recuerdan que, si aumenta la presión hospitalaria, se suspenderá la presencia de público en el festival. La venta de entradas a los eurofans comenzó el pasado fin de semana, pero más allá del público de las dos semifinales y la final (3.500 personas a la vez por espectáculo), habrá ensayos y actuaciones en directo de los artistas, que llegan a Países Bajos junto a sus delegaciones, por lo que se espera un total de 30.000 visitantes al centro de eventos Ahoy la próxima semana.

A los hospitales cercanos ni siquiera les preocupan los posibles positivos por coronavirus entre los asistentes al festival. Sus preocupaciones se refieren más a los que puedan necesitar atención médica aguda debido, por ejemplo, a incidentes aislados o abuso de alcohol y drogas, precisamente porque las salas de urgencias y las camas hospitalarias se encuentran saturadas de pacientes con covid-19.

sobrecarga En una carta enviada al alcalde de Róterdam, Ahmed Aboutaleb, los directores de los hospitales más cercanos a la zona donde se va a celebrar el festival alertan de que su personal está sobrecargado con el cuidado de pacientes con coronavirus y no pueden garantizar que vayan a estar en disposición de brindar cuidados sanitarios adicionales durante el evento. En los casos de urgencias, los pacientes normalmente serían trasladados a los hospitales más cercanos, es decir, el Maasstad y el Ikazia, y los temores de estos dos centros es no tener espacio suficiente para todos ellos en caso de una situación de emergencia. “Queremos ayudar a todos los que vienen al festival, incluidos los visitantes y los artistas, pero creo que es muy imprudente organizar un evento tan grande en una región que ya está muy cargada con los cuidados a pacientes con covid-19”, advirtió Peter Langenbach, director del Maasstad, a la televisión neerlandesa NOS. Rob Kievit, desde Ikazia, ubicado frente al Ahoy, añadió que “la presión hospitalaria por el coronavirus todavía no está disminuyendo” y este evento “solo puede significar más presión para el personal”, así que “la pregunta es si podemos seguir brindando atención médica con una garantía total” a todos los pacientes que puedan llegar al hospital.

En respuesta a la preocupación, un portavoz del ayuntamiento de Róterdam subrayó por escrito que la llegada del público y la celebración del evento han sido “cuidadosamente preparadas” por los diferentes organizadores “con 3.500 visitantes por espectáculo autorizados a visitar Ahoy” entre el 18 y el 22, incluidas las semifinales y la final. “El Gobierno ha tomado una decisión sobre el procedimiento del botón de stop, lo que significa que, si el número de camas de UCI ocupadas supera las 900, la presencia del público se reducirá a 0”, alertó el ayuntamiento, reiterando que la presencia de fans en el festival dependerá hasta el último momento de la situación del control de los contagios.

desescalada Países Bajos empezó el 28 de abril la desescalada y ha puesto fin al toque de queda, ha reabierto terrazas y comercios, pero mantiene cerrados los centros de ocio como museos, cines o zoológicos, los gimnasios y las piscinas, mientras que los grandes eventos o conferencias siguen estando prohibidos hasta nuevo aviso. No obstante, se han estado organizando festivales, conciertos y otros eventos con público muy controlado y con pruebas de coronavirus constantes como parte de los experimentos Fieldlab, que buscan investigar la fórmula más segura de volver a organizar eventos en pandemia.

Eurovisión es parte de los Fieldlab y sus espectadores deben demostrar que dieron negativo en una PCR menos de veinticuatro horas antes, deben usar mascarilla en los pasillos y tendrán un asiento fijo asignado, por lo que no pueden estar de pie durante las actuaciones. Habrá test cada cuarenta y ocho horas y un centro de test rápido en el acceso al edificio Ahoy y las delegaciones están sometidas a normas muy estrictas de movilidad en la ciudad. Los grupos de riesgo no pueden acceder al festival, incluidos mayores de 70 años. “Con 180 millones de espectadores de más de 45 países, pronto estaremos en el foco internacional como país anfitrión. Queremos hacer esto con responsabilidad y cuidado, por lo que tomamos medidas bastante estrictas, poniendo la salud y la seguridad lo primero”, dijo Sietse Bakker, supervisor ejecutivo del festival. Las delegaciones son considerablemente más pequeñas que en años anteriores y la mayoría de los periodistas seguirá el festival desde casa en un centro de prensa online.

La organización tampoco espera una gran afluencia de espectadores desde el extranjero, en parte debido a las estrictas reglas de cuarentena cuando se viaja hacia y desde otro país, pero todo pende de un hilo: la presión hospitalaria. Australia confirmó hace tres semanas que no podrá actuar en directo y que, en su lugar, utilizará la grabación remitida a la organización las semanas previas, algo contemplado en las bases de este año ante eventualidades por la pandemia.

El Gobierno de Países Bajos ha decidido que si el número de camas de UCI ocupadas supera las 900, no habrá público en el recinto

Australia ha sido el primer aspirante de los 39 que ha recurrido a la alternativa del vídeo de reserva, también llamada ‘copia de seguridad’