La ciudad italiana de Milán despidió ayer con honores a la histórica bailarina Carla Fracci, fallecida el pasado jueves a los 84 años, con un funeral en el que fue recordada como un icono de la cultura nacional. El féretro llegó a la iglesia de San Marco y fue recibido con flores y el aplauso de los admiradores que acudieron al lugar para el último adiós, aunque muchos no pudieron entrar al templo y sus puertas quedaron abiertas para que pudieran seguirlo desde el exterior. Al funeral, emitido por la televisión pública, asistió el ministro italiano de Cultura, Dario Franceschini, así como importantes representantes del mundo de la música y de la danza.