El novelista Arturo Pérez-Reverte por Línea de Fuego y el poeta y ensayista navarro Ramón Andrés por Los árboles que nos quedan han sido galardonados con los Premios de la Crítica 2020 que otorgan anualmente los críticos literarios a los mejores libros de narrativa y poesía.

Pérez-Reverte (Cartagena, 1951) y su relato que evoca la Batalla de Ebro estaba entre los favoritos a obtener el galardón, junto a Sara Mesa por Un amor o Leonardo Padura por Como polvo en el viento.

La Asociación Española de Críticos Literarios (AECL) concede estos premios desde 1956, año en el que lo recibió Camilo José Cela por La Cátira, y se otorgan a los mejores libros de narrativa y poesía publicados en España el año anterior en castellano, euskera, gallego y catalán.

Línea de fuego (Alfaguara), considerada por el jurado “La Iliada del siglo XX”, es una novela coral que cuenta las vivencias de las personas que pelearon en ambos frentes en este episodio de la Guerra Civil, el más cruento de la etapa bélica. El jurado ha destacado su calidad técnica contada en presente para hacer más vivo el relato y el uso de técnicas como el simultaneísmo, la concentración de tiempo y espacio, la plasticidad descriptiva de las escenas, la detallada documentación y la fuerza de los diálogos que retratan a personajes sólidos.

La del periodista y académico de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) es una novela antibelicista que plasma las miserias de la guerra y en cuyo fondo late la urgencia de aprender de la barbarie del pasado y la necesidad de la concordia.

Los árboles que nos quedan (Hiperión), de Ramón Andrés (Pamplona, 1955), poeta y filósofo Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2015, ha sido premiado por ser un destilado de su experiencia de vida en la que convergen la reflexión filosófica, la función redentora del arte, el sentimiento de la naturaleza y la sustancia de la palabra en sus relaciones con la música y el silencio. Andrés es autor de títulos fundamentales en el campo de la musicología, la organología, la mitología y la música.

El novelista Albert Pijoan se ha hecho con el premio de narrativa en lengua catalana por Tsunami, mientras que en poesía ha sido galardonado Maria Josep Escrivà por Sempre és tard (Siempre es tarde).

En lengua gallega se ha premiado a Inma López Silva por O libro da filla (El libro de la hija) en el apartado de narrativa y a Ana Romaní y su A desvértebra en poesía.

En la categoría de euskera, Pello Lizarralde ha sido premiado por su novela Argiantza (Luz tenue), y Jon Gerediag por su Natura berriak (Nuevas Naturalezas), en poesía.

Argiantza es una novela corta en la que el argumento aparentemente no presenta ningún elemento especial, ya que se ve al gerente de una empresa dueña de varias salas de cine realizar un viaje para inspeccionarlas, y se presenta en tres niveles con fragmentos escritos en tercera persona, en primera y desde el punto de vista de otros personajes. Por su parte, la poesía de Gerediaga está ma0rcada por la presencia de la naturaleza que se puede presentar bajo aspectos diferentes, pero en la mayoría de los casos relacionada con el paso del tiempo, y la imposibilidad de separar la reflexión y la expresión poética.