osé Antonio Baigorri de Luis lucha denodadamente por evitar que su prestigiosa ganadería, que durante cinco lustros ha creado en el laboratorio de bravura del campo lodosano, tenga que desaparecer. Así será, según las palabras del ganadero “al igual que casi todas las ganaderías de Navarra si no recibimos ayuda urgente por parte del Gobierno de Navarra”, a lo que añade que “la ayuda recibida el año pasado solo sirvió para cubrir dos meses y las pérdidas son enormes y eso que no contabilizamos las horas de trabajo”. Y enfatiza que “es una ruina para el sector, tanto para la especie animal tan singular como para muchos profesionales y sus respectivas familias”.

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Cabe recordar que Ganadería de Pincha logró escalar a la primera posición de las divisas navarras que crían ganado para festejos de lidia y muerte para profesionales. Sin duda, lo atestigua sus dos notables comparecencias en las respectivas novilladas con picadores lidiadas en el abono de la Feria del Toro de Pamplona en los años 2018 y 2019. Con la llegada de la pandemia estos meritorios logros frenaron en seco unas expectativas que, incluso, hacían augurar que se pudieran lidiar ejemplares de esta vacada como cuatreños en próximas ferias de la capital navarra.

Un gran disgusto y el consiguiente retroceso que José Antonio intenta mitigar con una esperanza cercana al milagro. Aunque ha tenido que mandar al matadero un centenar de reses, ha apostado por mantener en exigente y costosa cría a los principales animales que en 2019 y 2020 eran utreros y ya son toros, y los utreros que se reseñaban para San Fermín. En las últimas fechas la apuesta está encontrando unos resultados que invitan a pensar que el hierro navarro pudiera recuperar el aire y respirar. La calidad demostrada de la materia prima y el compromiso del ayuntamiento de Lodosa para con la economía local han sido vitales.

El próximo día 4 de julio Ganadería de Pincha lidiará una corrida de toros en la propia plaza de Lodosa con la presencia de los matadores Esaú Fernández, Javier Jiménez y Gómez del Pilar. Un tipo de festejo que ni los más viejos de la villa recuerdan por su tipología y calidad. En la función se podrán lidiar algunos de los toros que, como utreros, estuvieron anunciados en novillada del 5 de julio de 2020 en Pamplona.

Además, el coso lodosano anuncia otros dos festejos. Se trata de dos novilladas picadas de a cada cuatro reses y una de ellas también será de Ganadería de Pincha, el 25 de julio. En esta ocasión harán el paseíllo dos novilleros punteros: Javier Orozco y Manuel Diosleguarde. El 15 de agosto se celebrará la segunda con utreros de Prieto de la Cal, hierro consolidado desde hace tres lustros en Lodosa.

La oferta en vivo para este año se amplía a más de otros 20 utreros para novilladas picadas, una de ellas apalabrada en una localidad de Murcia.

En estas está Pincha cuando hace unas jornadas su prestigio en Francia le valió a proporcionar resultados para su particular renacimiento. Los responsables de la feria de St.Perdon se desplazaron hasta El Ontanal para firmar una novillada picada completa para el 29 de agosto en la plaza de Mont de Marsan. La plaza de St.Perdon sufrió un letal incendio en 2009 y, desde entonces, su prestigioso serial se celebra en las Arenas de Plumaçon de primera categoría de la ciudad vecina. Estos taurinos galos de la peña taurina La Muleta ya habían acordado con Baigorri una novillada picada en 2020, pero que suspendió por la alerta sanitaria del coronavirus. En la novillada, que aún no tiene cerrado el cartel de coletudos, podrán correrse algunos de los novillos susceptibles de haberse lidiado en Pamplona este año. Se trata, sin duda, de un nuevo gesto de fidelidad y seriedad del mundo taurino francés con el campo bravo y, en especial, con el de Navarra. Los comisionados de Ceret también han mantenido su compromiso con la corrida de toros de Reta, suspendida en 2020, pero que se lidiará el próximo 17 de julio. El esfuerzo de Pincha y de Reta merecen toda la suerte del mundo.