Agosto se despidió esta semana con tres campeones navarros más. En la modalidad de Perros de Muestra, los ganadores fueron Eduardo Burgos y Fermín Hernández. El primero, en la categoría de continentales y con su perro Jambo, un spaniel bretón; y el segundo, en británicos, con su can Old, un setter inglés. Precisamente, en esta última categoría se subió al tercer escalón del podio Fernando Dávila, que recientemente se proclamó campeón de Navarra de San Huberto.

Todas estas pruebas tuvieron lugar en Mendavia, en el terreno conocido como La Higuera, que también sirvió como escenario de la Copa Navarra de San Huberto 2021, celebrada el pasado día 21 y en la que el primer puesto recayó en Carlos Cenoz, que participó acompañado de su perro May, un setter. Dávila también logró la tercera posición en esta competición, aunque su reto más importante será representar a la Comunidad foral en el XXXIX Campeonato de España de San Huberto, que se celebrará en la localidad madrileña de Colmenar de Oreja los próximos días 25 y 26 de septiembre. Este pacense de nacimiento, pero navarro de adopción, es un habitual de esta modalidad y tiene en su palmarés una dilatada trayectoria, con varias victorias en los torneos autonómicos, además de ostentar diez títulos consecutivos de campeón navarro de veteranos en caza menor.

"He participado también en diversos campeonatos de España, pero no he tenido mucha suerte en ellos y mi mejor posición fue una sexta plaza. El nivel en esas pruebas es muy alto", reconoce este vecino de Mendavia de 77 años. Jubilado, pero con siete nietos, confiesa que no dispone de mucho tiempo para ocuparse de sus 15 perros. Sin embargo, los que lo conocen saben que entrena diariamente con ellos para que, en las competiciones, se demuestre la gran vinculación que lo une con sus animales. "La conexión con los perros ha de ser máxima si se desea conseguir un buen resultado en este tipo de modalidades, por lo que se exige mucho trabajo. El entrenamiento es esencial, porque los perros te tienen que obedecer al instante", expone.

A pesar de remarcar que el nivel en las pruebas nacionales es altísimo, también revela que acudirá muy ilusionado a Madrid a final de mes. "La ilusión nunca me va a faltar. Pero de ahí a lo que ocurra después, hay un trecho muy grande. Por ejemplo, recuerdo que, un año, el campeonato se celebró en Vitoria y que yo estaba compitiendo muy bien con mi perro, pero, de repente, aparecieron varias vacas en el monte y el perro se asustó, porque nunca había visto ninguna antes. Se fue corriendo al coche y ahí se acabó mi participación. Hay cosas que pueden suceder, aunque no las esperes", ríe con resignación.

Lo que sí tiene claro es que se trata de modalidades que requieren de mucho esfuerzo y trabajo para mejorar la vinculación con el perro. "Los cazadores navarros ven que hay perros muy preparados y, a veces, no quieren participar, porque piensan que van a hacer el ridículo, y el ridículo no se hace nunca. Más al contrario, esa realidad te sirve para analizar cómo llevan los perros los demás y mejorar tu habilidad año a año", sentencia. Sus palabras las secunda Fermín Ochoa, delegado de campo de la Federación Navarra de Caza, que subraya que, por norma general, los cazadores navarros son "poco competitivos". "Que no se entienda mal; son tremendamente competitivos en el campo, a la hora de salir y buscarse su pieza, pero, en los campeonatos, no les gusta participar", añade.

En Mendavia, por ejemplo, en las pruebas que se disputaron el 21 de agosto, participaron 14 personas en San Huberto y 10 en Perros de Muestra, cifras similares a las de años pasados. También se contó con competidores de La Rioja y de Zaragoza.

Trabajo Para Ochoa, ambas modalidades (en las que se valora la actitud conjunta del cazador y del perro, aunque en una se abaten las piezas y en la otra, no) exigen mucho entrenamiento. "Hay que estar casi continuamente trabajando con los perros. Por ejemplo, Fernando Dávila es un cazador con muchísimos años de experiencia y, pese a la edad que tiene, entrena todos los días. Y otros grandes exponentes navarros de los Perros de Muestra, como Daniel Imízcoz y Eduardo Burgos, igual. La clave es ser constante en ese entrenamiento y en esa relación con los animales", apunta.

No le falta razón, ya que el palmarés de ambos sustenta esas afirmaciones. "Imízcoz ya ha sido campeón de España y campeón del mundo, y siempre saca muy buenas puntuaciones. Tanto él como Burgos controlan muy bien esta modalidad y siempre han contado con buenos perros. Estoy convencido de que ambos firmarán buenas participaciones en el próximo Campeonato de España", concluye. Para terminar, destaca el buen ambiente que se respira en estos torneos, que es de camaradería y de amistad, y que tanto jueces como participantes se comportan con deportividad. Por ello, anima a los cazadores a que prueben la experiencia y se animen a competir en las próximas ediciones, ya que el entrenamiento y el esfuerzo tienen un premio seguro: mejorar las condiciones del perro y potenciar la unión entre el can y el cazador.