Pamplona es el lugar escogido para presentar los dos primeros capítulos de Yrreal, serie producida por Playz (RTVE) y dirigida por Alberto Utrera en la que dos chicas deciden enfundarse en un traje de héroe de cómic y secuestrar a un sospechoso de asesinato. Quizás esto no parezca la mejor idea. De hecho, el ansia de justicia de Elena (Veki Velilla) y la obsesión de venganza de Lucía (Angy Fernández), las llevará a cometer un error detrás de otro hasta que las consecuencias de sus actos sean imparables. Los dos primeros capítulos de este thriller de acción se proyectarán este miércoles en Baluarte a las 20.30 horas, en una cita enmarcada en Conecta FICTION en la que participará, entre otros, Angy Fernández.

Yrreal arranca cuando las dos protagonistas, Lucía y Elena, deciden secuestrar a un chico que ha salido impune de un caso de desaparición. ¿Qué puede adelantar de la trama?Yrreal

-La hermana de Elena, Natalia, desapareció hace dos años. Se han celebrado juicios, pero no se ha encontrado ni a ella, ni su cuerpo. No se sabe si está muerta o desaparecida, y el único sospechoso ha salido impune. Elena empieza a subir vídeos a YouTube contando su historia y Lucía los ve y decide ponerse en contacto con ella. Es decir, no se conocían de antes. Le dice que le puede ayudar, que van a buscar una alternativa para encontrar a su hermana porque la policía no ha hecho nada. Elena accede y deciden ir a casa de Carlos, el chico que ha salido impune. Ellas mismas se convencen de que van a cogerle y que no va a pasar nada, que solo le van a dar un susto. Deciden ir disfrazadas y, bueno, ahí empieza a liarse todo.

Se disfrazan de heroínas pero de esto tienen más bien poco...

-A la que más le motiva esto es a Lucía porque es dibujante de cómic y le encanta el mundo de los superhéroes. Decide tomarse la justicia por su cuenta porque la policía no ha hecho nada y este tío está en su casa tan tranquilo. Así que se siente completamente una heroína que se pone su capa y, claro, todo es posible con la capa. Elena se sube al carro por desesperación. En un momento dado, Lucía dice que se ha cansado de estar harta, que los hombres salgan impunes y que todo siga siendo siempre igual; que nos sigan matando. Y, a ver, no se pretenden dar lecciones de feminismo, pero sí tiene ciertos tintes esta serie. No es porque ahora esté de moda, sino porque se tenía que haber hecho hacía tiempo ya. Pero repito, no se pretenden dar lecciones de nada, porque luego pasan cosas que no hay que hacer en casa (ríe). Es una serie de ficción y eso hay que dejarlo claro.

¿El humor negro es uno de los ingredientes principales de esta serie?

-Hay mucho humor negro, y por eso digo que no hay que tomarse todo lo que ocurre en la serie en serio, porque no queremos hacer humor con algo tan serio. Bueno, a ver, y tampoco es que te descojones con la serie, pero mi personaje sí es bastante cómico simplemente porque le encantaría ser una superheroína y no se le da demasiado bien. Es una comedia satírica porque te ríes del ridículo o de la sorpresa.

Estamos hablando mucho de Lucía pero todavía no la ha descrito.

-Nunca había hecho un personaje así y la verdad es que ha sido muy especial. Llevamos años luchando por que este proyecto saliera adelante y esto es una alegría. Lucía es una chica joven que es dibujante de cómic. Es bastante solitaria y su sueño es ser una justiciera, una superheroína, policía... Un poco de todo. Tiene una historia detrás que se irá conociendo poco a poco y que responde a la pregunta de por qué se comporta como se comporta. Porque de repente hace una cosa y luego todo lo contrario. O va de persona tranquila y en un instante brota. Tiene un carácter muy especial, y no sabe si es por alguna enfermedad mental o algún trauma que arrastra. Ha sido muy interesante meterme en su piel.

Las y los espectadores estamos acostumbrados a verla en otro tipo de papeles completamente diferentes. ¿Le ha resultado complicado? ¿Ha descubierto una nueva faceta suya como actriz?

-Lo bonito de este trabajo es que siempre te redescubres con cada papel nuevo que interpretas. Y en este caso ha sido muy bonito ver todo esto de la mano de Alberto, el director, quien me dijo que había escrito este papel pensando en mí. Y es un halago que alguien te diga que se basa en ti para escribir algo. Aunque realmente no tiene nada que ver conmigo, ya verás. Me sorprendí a mí misma porque iba con mucho miedo porque quería hacerlo bien y nunca había sido protagonista. Aquí comparto ese protagonismo, lo cual agradezco porque no tengo todo el peso yo, y también porque he tenido una compañera increíble. He disfrutado mucho de la experiencia y me ha parecido un viaje que repetiría sin ninguna duda. Ahora queda esperar qué opina la gente.

¿La pandemia ha supuesto algún tipo de dificultad en este viaje?

-No porque grabamos la serie hace solamente unos meses, aunque la idea estuviese desde mucho tiempo atrás. Evidentemente, seguíamos en pandemia y hemos tenido que hacernos muchísimas pruebas y trabajar con mascarilla. Pero hemos podido hacerlo todo bien, y menos mal.

Una seña de identidad de Yrreal

-Es lo que más impresiona porque realmente es una brutalidad. Me parece que nunca se había visto en España y va a sorprender mucho. Lo que sale en animación es lo que Lucía ve y se imagina, lo que dibuja, cómo ve a las personas, a sí misma... Es muy chulo ver cómo hay momentos en los que todo se vuelve cómic y es por la imaginación de Lucía.

Además, lo interesante es que las personas no se vuelven como los personajes de cómic que solemos ver en películas de Marvel o DC, por ejemplo, con mujeres con tallas perfectas y hombres musculosos. Aquí, los personajes de las animaciones son más reales.

-Claro, y eso era necesaria. Ya me gustaría a mí ser como Gal Gadot en Wonder Woman, pero va a ser que no (ríe). Es que, evidentemente, Lucía no es ese tipo de chica. Es una realidad que si te tomas la justicia por tu mano te puede salir mal porque no tienes los medios que hay que tener. A veces dan ganas de decirle a Lucía: "No te flipes, porque no eres una superheroína". En realidad es muy bonito y tierno ver cómo una persona se crea una imagen en su cabeza y quiere ser una vengadora. Ojalá yo, como Angy, lo fuera. Sería mi sueño, pero no. Y por eso esto es Yrreal, porque la protagonista vive entre la ficción y la realidad. Y volviendo a lo que comentas, esto de que se muestren personajes normales, del planeta Tierra, es algo que debería ocurrir más a menudo. Porque hacer una serie con chicos guapos y chicas guapas está bien, pero vamos a mostrar todo tipo de tallas y personas que no son las más guapas del universo, porque eso es la realidad. En los hospitales, los médicos no son todos guapos como en las películas y series, y no pasa nada.