Mercedes Milá se enfrentará hoy, 12+1 de octubre, el 13 no existe para ella, a seis personas que ya se habían sentado con ella en un plató hace más de cuatro décadas. José María García, Massiel, Manuela Carmena, Lola Herrera, Ramoncín y Serrat son sus invitados. Ha comprobado que el paso del tiempo ha transcurrido de forma diferente en cada uno de ellos. A todos admira y ha seguido sus carreras en los distintos ámbitos que representan. Aunque prefiere hablar solo de su nuevo proyecto, sí ha comentado ciertos temas de la actualidad que los ciudadanos siguen con interés. Uno de ellos es la situación de Juan Carlos I, el rey emérito, y ahí sí que es rotunda: “El emérito debe dar la cara con todas las consecuencias”. También confiesa que cuando en abril cumplió los 70 años, no los acogió de buena gana, pero recalca: “Lo de cumplir años es inexorable, no hay nada que hacer, así que no hay que perder el tiempo en lamentarse”.

¿Qué ha hecho usted con Scott, su perro y casi copresentador de su anterior programa?

—Ja, ja, ja... Scott está aquí, a mi lado, durmiendo. Esta vez no le voy a llevar al programa porque parecería que estaría remedando Scott y Mercedes Milá.

Usted entrevista y a la vez es cada cierto tiempo entrevistada. ¿No está harta de que le hagamos preguntas y que algunas sean las mismas siempre?

—No. No podría estar nunca harta. Además, tengo que reconocer que cada uno de vosotros hacéis una entrevista distinta y no me aburro. Me interesan mucho vuestras entrevistas. Siempre es un placer.

Ha sorprendido este nuevo formato, habla de presente con reminiscencias de pasado. ¿Cómo surgió?

—Es una idea que tenía en la cabeza María Ruiz, es de producciones Zanskar, es la socia de Jesús Calleja. Es la que ha producido Scott y Milá. Un día quiso buscar las entrevistas antiguas para cotejar a esos personajes con lo que son hoy. Nos gustó mucho a todos la idea y la echamos a andar.

¿Fue difícil la búsqueda?

—No. Buscamos en los archivos de Televisión Española y encontramos lo que queríamos hasta cierto punto. Hay personas que han muerto y ya no es posible enfrentar el pasado y el presente.

¿Han aceptado todos los entrevistados y entrevistadas?

—No. A algunos no les ha apetecido ver lo guapos que estaban en el año 78 y ponerse delante de las cámaras ahora. Hemos sacado seis: José María García, Massiel, Manuela Carmena, Lola Herrera, Ramoncín y Serrat.

¿Habrá más?

—En el futuro Dios dirá. Va a depender de lo que guste en Movistar y lo que guste a los espectadores. De momento tenemos a estos seis. Se ha cuidado mucho la realización, la puesta en escena, la iluminación... Creo que es un buen formato y yo me he quedado muy contenta.

¿Cuál va a ser el tono de las entrevistas décadas después de haberlos tenido sentados a su vera por primera vez?

—Han pasado cuarenta y tantos años y han pasado muchas cosas por las vidas de estas personas. Hablaremos de cómo han sido sus vidas, de lo que han hecho, de los sueños de entonces y las realidades de ahora. Ha pasado mucho tiempo.

Dígame, ¿cuál es el sello Milá? Es algo que se está acuñando en la promoción.

—No me lo preguntes. Yo no voy a ser quien hable de eso. Nunca he hablado de ese sello y no voy a hacerlo ahora. Ni siquiera sé si existe. Eso algo que dicen otros.

¿Es la entrevista el género en el que más cómoda se encuentra?

—No estoy cómoda, estoy comodísima. El plató es como mi casa y las entrevistas están dentro de mi género más cercano. Me encuentro feliz hablando con la gente, lo he hecho desde el principio de mi carrera. ¡Qué voy a decir de reencontrarme con mis entrevistados del pasado!

¿Cómo ha sido el reencuentro? ¿Alguna entrevista ha sido más difícil que otra?

—Son seis personas a las que admiro mucho por lo que han hecho a lo largo de su vida. En su paso por este mundo han hecho cosas importantes e interesantes. El más difícil podría haber sido Serrat, es el más difícil de entrevistar, es más hermético que el resto. Pero no ha sido el caso, ha sido muy cariñoso en la entrevista.

¿Con este programa vuelve a sus orígenes o es un paso más?

—Es un paso más. La magia está en volver al origen, la magia está en el paso del tiempo, recuperarlo y traerlo al presente. Pero siempre contando con la magia de esas personas que un día me concedieron una entrevista.

¿No le apetece entrevistar a nuevos personajes? Personajes que tengan una relación mayor con la actualidad.

—Eso sería un programa diferente. Me gusta hacer entrevistas y esta es una forma, pero puede haber más. No renuncio a nada si tengo oportunidad. ¿Actualidad? No sé si me apetece ahora

Hay una actualidad que nos devora día a día: pandemia, volcán en erupción, problemas económicos, políticos... Es como para coger una depresión.

—No, por eso no vas a coger una depresión, te lo digo yo. Una depresión la coges por cosas que te suceden a ti, no por las malas noticas en general.

¿Cree que alguna vez habrá buenas noticias?

—Claro que sí. No hay que perder la fe, habrá buenas noticias, las hay ahora, lo que pasa es que no las vemos. Las hay además en cosas importantes, en personas que no dejan que el alquitrán les nuble el sol. Son personas que están en todas partes y que ceden sus brazos para trabajar, su inteligencia para crear... Hay gente con mucha generosidad. Eso es lo que hay que contar.

Pero el foco está puesto en gente como el emérito, una persona que parece que no está dispuesto a dar la cara.

—El emérito debe dar la cara con todas las consecuencias. Los ciudadanos españoles, que hemos pagado impuestos para que el pudiera estar donde estuvo durante tantos años, nos merecemos que Juan Carlos I acepte un cara a cara importante con gente que pueda preguntarle de todo y él tiene que contestar a todo. ¿Sabes una cosa?

¿Qué prefiere hablar de su programa?

—Eso es. Leo varios periódicos al día, escucho las informaciones, estoy al tanto, pero prefiero hablar de Milá vs Milá.

Pues volvamos a sus entrevistas. ¿Hay algún personaje que le haya enternecido más que otro?

—Mucha ternura y mucha cercanía me inspiró Lola Herrera. Es una entrevista que hicimos casi a dos. Lola había trabajado mucho años con mi marido y recordamos juntas aquellos momentos que fueron muy importantes para ambas. Ella es una mujer muy honesta y honrada. Da gusto preguntarle porque siempre se expresa con seriedad y con contenido. Después tuve momentos de ternura con José María García. Le conocía desde hace muchos años y a través de su sentido del humor se llega a la ternura.

¿Hay diferencias entre el personaje del ayer y el del hoy?

—En algunos hay muchísimas diferencias, en otros no. El paso del tiempo discurre de una forma diferente para unos y para otros. Hay veces que veo a compañeras de colegio y pienso: ¡Madre mía! ¿Estaré yo igual?

“La magia del paso del tiempo”. Es una frase suya. Pero a veces nos duele mucho cumplir años y dejar tiempos más jóvenes atrás. ¿A usted no le pasa?

—Pero es inexorable y nos duela o no, el paso del tiempo está ahí. Yo lo he sentido cuando he cumplido los 70. Pero después se quitó el fastidio de cumplir 70 años y se acabó la queja. Es tan claro que tienes que pasar por ahí, que cuanto menos tiempo pierdas en lamentarte por haber cumplido un año más, mejor. Si piensas en personas que estaban a tu lado y ya no están, constatar el paso del tiempo es que tú sigues con vida, tengas los años que tengas. También es cierto que muchas de esas personas que ya no están se han liberado de un sufrimiento que a lo mejor tú estás teniendo.

¿Algún proyecto en marcha?

—Ver cómo se desarrolla este programa. Tengo mucha ilusión en que os guste a todos. Vais a ver lo interesante que es cotejar a las personas en pasado y presente, sobre todo cuando hay más de 40 años de distancia.

Estrena un día 13, ¿superstición?

—Ja, ja, ja... Me conoces. Si claro. Pero la fecha del estreno siempre está en manos de la cadena, no en las mías. Así que yo estreno el 12+1 de octubre.