Como un recorrido por sus más de 25 años de trayectoria. Así define Pastora Soler (Coría del Río, 1978) la gira con la que recala hoy en Baluarte: "Es un lugar donde no he tenido la oportunidad de cantar y me llena de emoción", explica la cantante para avanzar que ofrecerá un concierto muy dinámico: "Lo mismo hago una copla que después canto en inglés". Eso sí, todo de forma natural, como ha transcurrido su carrera.

Llega a Baluarte con una gira llamada Pastora Soler

-Con el anterior disco, Sentir (2019) hubo una gira fallida por la pandemia y ahora tendría que haber sido la gira de Sentir, pero este tiempo nos ha hecho conectar con nuestro lado más humano y personal a todos. Para mí en el escenario es como un recorrido por mis 25 años de trayectoria y por muchos colores, situaciones, sentimientos€ Por eso decidí que fuera con mi nombre: puede ser la gira más personal que he tenido por todas las circunstancias que la han rodeado.

Y cuando hace este recorrido por sus más de 25 años de trayectoria, con 12 discos de estudio... ¿Qué le viene a la cabeza cuando ve todo lo conseguido en este tiempo?

-Es muy gratificante. Al final son muchos años, con sus más y sus menos y con todo lo que conlleva esta profesión llena de momentos más dulces, de momentos más amargos€ Y de muchos altibajos, pero que al fin y al cabo creo que siempre está ese amor por lo que haces y por la vocación. En mi caso, me ha llevado hasta tirar la toalla del todo y a volver. Ha sido un viaje con muchos colores y muchos matices, pero al final eso es la vida en sí y es bonito todo el recorrido y el aprendizaje.

Imagino que con ese "tirar la toalla" se refiere al parón en su carrera musical hizo en 2018, tras varios episodios de estrés, agotamiento físico y miedo escénico, ¿no?

-Sí, la verdad es que quizá eso ha marcado mucho mi carrera y mi manera de entender todo. Este parón de ahora que nos ha dado la vida, a mí también me lo dio hace años y para mí tomar la decisión de dejarlo todo me ayudó a después construir todo esto de una manera diferente. Ha sido mi gran aprendizaje y ahora ha habido otro, diferente, pero creo que todos tenemos que intentar no olvidarlo y sacar la lectura positiva.

¿Es necesario visibilizar los problemas de salud mental, como sucedió hace unos meses con el caso de la gimnasta Simone Biles?

-Claro, es muy importante. Yo, por ejemplo, en ningún momento intenté taparlo y a la vuelta a los escenarios no ha sido un tema tabú, al contrario. Hay que tratarlo con naturalidad, al final en el día a día en nuestros trabajos, ya seas deportista, cantante o trabajes en una oficina, todos momentos de inseguridades y miedos. Eso hay que tratarlo mucho antes de que estalle y deberíamos prestar mucha atención a la salud mental y tratarlo como tratamos la salud general. Hay que normalizarlo, es algo que sobre todo en los tiempos que vivimos ocurre más de lo que sabemos.

Mirando al presente, ¿en qué momento creativo está ahora?

-Justo ahora estoy preparando nuevo material. Tenga un single que verá la luz a finales de noviembre y voy a ir haciendo el disco poco a poco. Además, ahora con la pandemia hay mucho consumo digital de música y hay que estar aportando temas, sin quedarte estancado... Así que voy a ir sacando single a single y cuando tenga unos cuantos más, estará el álbum completo. Pero sí, ahora estoy probando temas e incluso involucrándome en la composición y producción.

A lo largo de su trayectoria, ha colaborado con Raphael, David Bisbal, Alejandro Sanz, Miguel Poveda, Manuel Carrasco Pero, ¿con quién le gustaría colaborar a día de hoy?

-Todavía hay muchísima gente con quien me gustaría colaborar, tanto de este país como de fuera. Mi sueño inalcanzable es cantar con Celine Dyon, pero a nivel de composiciones... Por ejemplo, un artista del que me encantaría tener una canción es Beret, que no pega nada conmigo pero hay artistas y autores de los que dices me gustaría tener una canción. No lo he dicho nunca, así que ahora lo suelto, a ver si le llega (risas).

En su estantería figuran premios como la Medalla de Andalucía, cuatro Premios Dial, dos Premios de la Música... Pero, ¿qué es el éxito para Pastora Soler?

-A estas alturas y con tanto aprendido, el éxito no son los premios, evidentemente, aunque hacen ilusión. Pero no son más que un reconocimiento y una palmadita en la espalda. El premio al final, aunque sea tópico, es el público. Y al seguir día a día aquí, te das cuenta que es muy difícil mantenerte en el tiempo. Ese es el mayor premio y reconocimiento: poder estar aquí un año tras otro.

En este tiempo, ha compaginado la música con la participación en los programas de televisión Mask Singer y Mask SingerLa Voz Senior

-Es poderosa, permite seguir llegando a más gente. Cuando estás de jueza en un programa, te conocen más en tu lado personal y luego está la locura de Mask Singer, que lo que más me ha enseñado ha sido a atreverme a cantar canciones que solamente cantaba en casa y para mí. Ahora me atrevo a cantar en inglés en los conciertos y me he quitado ese pudor y esa vergüenza, que la lo mejor si no hubiera sido por ese programa, no.

Su actuación en Eurovisión 2012, donde se hizo con el décimo puesto, es a día de hoy la mejor marca de España en el concurso televisivo en este siglo XXI. ¿En qué se falla a la hora de elegir candidato?

-Intento encontrar dónde fallamos y no lo sé, porque no te hablo de ganar, pero sí de que no se corresponde el terminar en posiciones tan bajas con las propuestas interesantes en los últimos años...

¿Se ha planteado volver a ser la representante española?

-He aprendido que no se puede decir que no permanentemente a nada, pero tendría que cambiar mucho todo. Después de casi diez años, la gente lo recuerda con cariño y respeto, para mí fue bonito... Pero yo ya cumplí y volver es un riesgo que de momento no estoy dispuesta a tomar (risas).