El cazador de Zubiri Juan Mari Esáin Goñi, de 60 años, acudía el día 18 al coto social del municipio cacereño de Hervás con el objetivo de conseguir una cifra redonda: diez victorias en el Campeonato de España de Becadas. Un palmarés en el que también sobresalen sus 14 triunfos en el Campeonato Navarro de la misma disciplina. Sin embargo, en esa ocasión, le faltó el punto de suerte que ayuda a que se pueda estar arriba en la clasificación. Con 1.000 puntos, los mismos que logró el tercer clasificado, rozó subirse al podio, alcanzado la cuarta posición.

El torneo lo ganó el castellanomanchego José Manuel Ruiz Lázaro (1.500 puntos), seguido por el cántabro José Ruiz Ruiz (1.500 puntos) y el valenciano Javier Solsona García. En la competición se dieron cita los 41 mejor becaderos del país, que abatieron 24 piezas de las 66 que se volaron. Esáin se hizo con el Premio a la Deportividad que entregó Mutuasport, un galardón con el que se aplaudió la trayectoria y el palmarés del tirador navarro.

Esáin reconoce que se la jugó. "Para las 10, llevaba cazadas dos becadas de dos disparos, pero durante las dos siguientes horas, no conseguí encontrar otra. Al final, decidí acudir al control y esperar que hubiera suerte, ya que creía que podría subir al podio, pero antes que yo había entrado otro competidor con el mismo resultado. Después, accedieron dos cazadores con tres becadas, uno con cuatro disparos y el otro, con seis. Así que me quedé fuera de los tres primeros puestos", relata.

Esta decisión de acudir pronto al control fue la que le dio la victoria en el pasado Campeonato de Navarra, ya que fue el primero en llegar y, a pesar de haber abatido solo una pieza, obtuvo la victoria. Sin embargo, en la prueba nacional, la estrategia no le salió tan bien. "De haber buscado otra becada y haberla abatido de un disparo, me habría quedado campeón de España, porque no hubo nadie que cazara tres con tres tiros. Pero son decisiones que tomas en el momento y, aunque ahora me apena no haber seguido, en ese instante creí que era lo mejor", reconoce.

Para Esáin, el lugar donde se celebró el torneo no se adecuaba demasiado a su experiencia y habilidad. "El sitio era muy limpio y, por eso, se abatieron muchas becadas, porque era asequible para todo el mundo a la hora de disparar. No tenía ni punto de comparación con lo que estamos acostumbrados aquí en Navarra, donde los cazaderos son mucho más duros", expone. El cazador de Zubiri lo visitó el fin de semana anterior a la final, en una inspección que, según apunta, sirve para orientarse y decidir por dónde es más factible actuar. "Vas mirando por dónde te parece que habrá becadas y, así, el día de la prueba no sales a ciegas y, al menos, te orientas mejor", incide.

Al mismo tiempo que subraya que seguirá en el candelero y que el próximo año tratará de nuevo de conseguir plaza en el Campeonato de España, manifiesta que cada vez hay mejor nivel y perros más completos. No conoce a todos los que compiten, aunque los demás sí que lo reconocen a él: "En cuanto me ven, muchos me saludan. Yo no me acuerdo de todos y hay muchos a los que no había visto antes, pero sí que se nota que se preparan muchísimo".

En su caso, cobró también importancia la perra setter con la que participó, que todavía no tiene ni un año y medio. "En un primer momento, estuvo muy asustada por la gran cantidad de cazadores y perros. Pasó un rato desorientada y sin querer cazar. Con un perro más veterano y con mayor experiencia, habría estado más rato cazando, porque esta tardó en centrarse. Después, lo hizo bien, aunque no se alejaba de mí, ya que no estaba en su hábitat y siempre estaba pendiente de mí. Pero trabajó muy bien y continuaré con ella en los siguientes campeonatos", anuncia.

"Todo lo que sea competición de caza -destaca-, me apasiona. Por eso fue una sensación agridulce el resultado del Campeonato de España, porque quería, al menos, subir al podio. Pero me gustó el reconocimiento que me hicieron; que se acuerden de ti después de tantos años hace ilusión".

No obstante, el tirador navarro remarca que no se trató de una despedida: "Lo voy a seguir intentado. Mientras me responda el perro y tenga salud, allí estaré. Sería muy bonito llegar a las cifras redondas de 15 victorias en el Campeonato de Navarra y 10 en el de España. Aunque cada vez sea más complicado, por la gran preparación de los rivales y la calidad de los perros, continuaré luchando".