En plena gira europea y presentando su disco, Hemen herensugeak daude. Así pilló la pandemia a Liher en 2020, obligándoles a volver a casa y cancelando todos los conciertos programados. Pero lejos de quedarse quietos, en confinamiento ya comenzaron a dar forma a unas canciones que han terminado por ser Eta Hutsa Zen Helmuga (2021), su nuevo trabajo y su regreso a la carretera.

Han pasado casi dos años desde que vio la luz Hemen herensugeak daude

-Lide: Sí, con el anterior disco hicimos el órdago literal pero porque vista la tendencia que había, al final ganabas más de lo que habías perdido. Teníamos en mente dar conciertos y que como el disco está guay, nos iban a llamar de muchos sitios... y a ver, dentro de unos años volveremos a estar normal y seguiremos haciendo esos planes, porque si no, no haces música. Si no haces piscinazos, no seas músico, porque no es el sitio más seguro en el que trabajar. Pero bueno, aprendes a base de hostias.

El tema que abre el disco, Kintsugi

-Lide: Exactamente, quisimos reflejar ese sentimiento y la transición del primer disco a este. En cierta manera ha sido terapéutico crear este disco y si no hubiésemos necesitado esa terapia, este disco no hubiese existido. Este trabajo es fruto directo de la pandemia. Vimos la serie de El hombre en el castillo y ahí apareció el concepto de kintsugi y me gustó. Es un arte japonés que consiste en reparar vajilla rota con pegamento de oro y de esa manera las roturas, no sólo se ven sino que le ponen belleza. Y el objeto roto pasa a ser más valioso que antes de romperse. Nos gustó mucho para identificar cómo nos sentíamos muchos músicos y mucha gente que su negocio, trabajo y esfuerzo se había visto roto y que al final, estas heridas te hacen más fuerte y bello. Vale más lo que haces si te has roto.

Y la última frase del disco, Eta Hutsa Zen Helmuga -YEta Hutsa Zen Helmuga Yel vacío era el destino

-Iñigo: Sí, el disco se basa en dos conceptos: la fractura, el trauma o la herida; y el vacío desde el punto de vista de Jorge Oteiza, que es un vacío que te invita a crear. Un vacío visto como una oportunidad. El disco empieza desde una fractura, pero también desde una mirada individualista de yo yo yo, "qué mal estoy yo"... y acaba dando un mensaje positivo e invitando a la creación y haciendo una lectura de lo colectivo como sociedad.

-Lide: Como sociedad todos hemos entrado en este paréntesis, en este vacío y el mundo se ha parado y ahora todo lo que empiece es como tabula rasa. Nada se puede medir con los estándares de antes, estamos haciendo un reset en cuanto a panorama musical y a un montón de cosas. Y esto no es malo, puede ser bueno.

¿Son entonces optimistas?

-Lide: Intentamos serlo, porque no hay otra.

-Iñigo: A mí me gusta estar un poco al día de lo que ocurre y en este año y medio de pandemia y postpandemia, sí que se han visto al alza unas tendencias de músicas más suaves, más folk, con más sintes... Es música creada en casa. No te vas a poner -o igual sí- Lisabö en casa todos los días porque igual acabas hasta aquí, pero quizá una Olatz Salvador, una Idoia o una Izaro... Han cogido fuerza este último año y medio, al final los bolos también han sido sentados... O propuestas como Ibil Bedi, más de tranquis a igual la bulla que sacas haciendo rock, que te invita más al desfase.

¿Y en que lugar ha quedado el rock?

-Lide: Hay como satélites... Nosotros en Donosti no tenemos una puta mierda de rock, pero es que yo estoy a verlas venir, no sé leer la situación actual. Ha habido una brecha y ahora no sé si de repente vendrán los quinceañeros con mogollón de ganas de distorsión, que puede pasar.

-Iñigo: Yo que trabajo en mundo de sonido sí que han se han modificado todo el hardware y aparatos para que produzcas en casa, se han reducido de tamaño y en cuanto a calidad, ha bajado.

-Lide: El rock no lo tiene fácil porque para empezar necesitas unos colegas y un local, no lo puedes hacer en casa.

-Iñigo: Y aquí en Iruña no sé, pero en Donosti los locales de ensayo son súper caros y abusivos. Pero en Iruñerria más rock ha habido y luego igual está guay que los Tatxers, Ibil Bedi o toda la bulla que están creando Chill Mafia.. está guay que la gente se mueva. Aunque no compartamos estilo musical, me gusta que los Chill Mafia hayan dado un golpe en la mesa y que hayan hecho temblar a mucha gente.

Y siendo el rock el inmenso océano por el que navega Liher desde sus inicios, ¿de qué bandas u otros estilos ha bebido en este nuevo disco?

-Lide: Foo Fighters y Biffy Clyro están ahí... Queens Of The Ston Age, aunque tienen muchas cosas marcianas que no están en nuestra música...

-Iñigo: Rival Sons...

-Lide: Y yo, a la voz, más música negra y blues.

-Iñigo: Y sí que este disco es súper diferente en cuanto a estructuras respecto al anterior, que fuimos muy pesados con la estructura pop y aquí no.

A nivel de sonido, ¿es un disco que es más fiel a cómo suena la banda en directo?

-Lide: Se acerca más a como tocamos nosotros, hay cosas más naturales y orgánicas.

-Iñigo: Es más real. Hay más verdad que en el anterior.

'Eta Hutsa Zen Helmuga'.

El cuarto disco de Liher, Eta Hu

tsa Zen Helmuga (Y el vacío era el destino) reúne once canciones grabadas con Kaki Arkarazo en Garate Estudios. Siempre con el rock como sello de identidad, en esta ocasión los de Donostia ofrecen un sonido más directo y crudo.

"Este disco se basa en dos conceptos: la herida y el vacío desde el punto de vista de Oteiza, como una oportunidad que invita a crear"