- Sastraka/Maleza es el resultado del trabajo de cuatro creadores en cuatro disciplinas artísticas diferentes. Literatura, pintura, música y fotografía se unen en un proyecto que nació de un texto del escritor vasco Pello Lizarralde, que ha servido de inspiración al pintor pamplonés José Ignacio Agorreta, al músico tolosarra Imanol Úbeda (Don Inorrez) y al cineasta navarro Imanol Rayo. El Pabellón de Mixtos de la Ciudadela recopila esas creaciones literarias, pictóricas, musicales y fotográficas.

Sastraka/Maleza es un breve viaje, un viaje imposible. En cuanto tenemos conciencia, por pequeña que sea, de la muerte, se apodera de nosotros con mayor frecuencia el deseo de tomar el camino que nos lleva de regreso al pasado. Y se debe volver para comprobar que al final del camino solo esperan sombras y decepción, y que se está obligado a buscar una salida.

El técnico de Artes Plásticas del Ayuntamiento de Pamplona, Javier Manzanos, los autores de la muestra Pello Lizarralde, José Ignacio Agorreta e Imanol Rayo, y la editora de Erein, Uxue Razquin, presentaron ayer esta muestra, que se podrá visitar hasta el 1 de mayo. Y es que Sastraka / Maleza no es únicamente una exposición. El proyecto expositivo ha contado con la colaboración de la Editorial Erein, que ha desarrollado en paralelo un libro de 220 páginas con dos CD, que recogen los sonidos que acompañan a las fotografías de la publicación.

Esta tarde a las 19.00 horas, la muestra e inaugurará con un concierto de Don Inorrez, con las canciones compuestas para el disco de esta exposición y tras el 1 de mayo, la exposición itinerará por el País Vasco.

En el verano de 2019, Pello Lizarralde escribió un texto que tituló Sastraka/Maleza, que se lo envió a José Ignacio Agorreta, pues creía que no podría sacar mucho de esas líneas y el pintor pamplonés comenzó entonces un proceso creativo de dos años. Poco antes de empezar Sastraka/Maleza, Lizarralde, Agorreta e Imanol Úbeda, alma de Don Inorrez, tuvieron un encuentro en el que el músico les comentó que quería publicar un single. Las letras de las dos canciones las había escrito Lizarralde y Úbeda quería que Agorreta le hiciera la portada. Así surgió la parte musical de un proyecto al que finalmente se unió Imanol Rayo, quien aportó su afición a la fotografía para completar este proceso creativo.