- Dos ases de la comedia, Carmen Machi y Quim Gutiérrez, demuestran oficio y química en Amor de madre, una película de Paco Caballero que propone descubrir a la mujer que hay "delante, detrás o dentro" de cada madre y que se estrena este viernes en Netflix, a las puertas de la celebración del Día de la Madre.

Lo que puede resultar evidente como afirmación genérica, a menudo no lo es tanto para los propios hijos, explica Machi acompañada por su hijo ficticio, con quien se embarca en la película en una aventura a las islas Mauricio después de que a éste le planten en el altar con el viaje de novios ya pagado.

"Mari Carmen es una ama de casa responsable y cuidadora que de pronto, con esta distancia del viaje, se da cuenta de qué liberador es aparcar esa responsabilidad, mirarse a sí misma, cuidarse un poco y pasárselo teta", explica la actriz.

"Empieza a ver que, como ser humano, tenía mucho más que recibir y este viajazo le devuelve al hogar renovada y sobre todo habiendo hecho una reflexión muy importante, que es que ella se cae bien a sí misma", agrega.

El plantón en el altar de Gutiérrez en el arranque de la película recuerda al comienzo de otra gran comedia, Primos (2011) de Daniel Sánchez Arévalo, donde a su personaje le sucedía lo mismo, una coincidencia que el actor asume con humor y elegancia.

"Visto el traje bien y como el altar está arriba y el plano desde abajo me favorece, es un acto de solidaridad de los directores, que me quieren ver favorecido... y luego tengo una cara de perder muy provechosa, soy una persona que pierde bien, aguanto bien la cara de ridículo", bromea.

Gutiérrez destaca del filme que, detrás de la comedia más evidente hay un viaje de descubrimiento del otro y de autodescubrimiento.

"Probablemente José Luis y Mari Carmen se llevaban bien de pequeños, pero esa relación se quedó estancada en la adolescencia, un momento en el que resulta difícil redefinir las reglas entre padres e hijos, y él se sigue comportando con ella como un adolescente", señala.

Pero en cuanto pisa islas Mauricio, entre playas paradisiacas y resorts de lujo, esa Mari Carmen se redescubre y le muestra cosas que él nunca ha visto. "De la forma mas inesperada se convierte en un referente para salir de su propio ensombrecimiento, aprende que hay que disfrutar de la vida y tomarse en serio las señales que la vida te ofrece sobre cosas que a lo mejor deberías cambiar", subraya el actor.

Gutiérrez se dio a conocer con Azuloscurocasinegro (2006), una película de Sánchez Arévalo con la que obtuvo un Goya al mejor actor revelación. Machi, reina de la comedia, también tiene un Goya, a mejor actriz de reparto, por la taquillera Ocho apellidos vascos (2014).

Esta es la primera vez que coinciden en la gran pantalla y la complicidad entre ambos salta a la vista. "Sabía que iba a disfrutar mucho porque, como espectadora, siempre me había parecido que Quim manejaba de una manera envidiable la normalidad en la comedia", apunta Machi.

"Él te arrastra a ese tono que para mí es perfecto, es como encontrarme con mi espejo", agrega. "Lo que no me esperaba es que lo fuera a querer tanto, ahora lo quiero de una manera que no puedo vivir sin él, en serio, solo quiero trabajar con él, tengo un problema enorme".