l que ahora es conocido como Teatro Gayarre, una de las instituciones culturales más emblemáticas y queridas de Pamplona y Navarra, en sus inicios ni se llamaba así ni se ubicaba en Carlos III como en la actualidad. Respondía al nombre de Teatro Principal, creado en 1841 en la Plaza del Castillo, y no fue hasta 1903 cuando se le cambió el nombre por el que se le conoce hoy. Y finalmente, en 1932 se reubicó donde está ahora, moviendo cada piedra de la fachada original para mantenerla en el nuevo edificio.

Ahora, 90 años más tarde de sus inicios en Carlos III, se encuentra en la antesala de celebrar su centenario. Y con motivo del 90º aniversario, que cumple este próximo martes 3 de mayo, el Gayarre abrirá sus puertas para celebrar su historia y extenso recorrido con una semana de actividades destinada a recordar y rememorar algunos de los hitos más importantes de la trayectoria del escenario pamplonés.

Así lo explicaron ayer en una rueda de prensa Grego Navarro, directora del teatro, y Víctor Iriarte, creador del acto que abrirá el aniversario. Previamente, la jefa de sala Helena Ahechu realizó una pequeña muestra de las visitas guiadas que ofrecerá el teatro entre los días 4 y 7 de mayo, empezando por un resumen de la historia del Gayarre, pasando por una explicación de su funcionamiento y terminando con la demostración del vestuario sobre el mismo escenario.

La celebración comenzará el 3 de mayo a las 19.00 horas con el evento central, Crónica de un aniversario creado por el dramaturgo, crítico y periodista Víctor Iriarte con la colaboración de la compañía navarra Teatrapo. Se trata de un recorrido sentimental por la historia del edificio, los espectáculos más recordados y los artistas que han pasado por el escenario a modo de homenaje a la figura del teatro.

“Consideramos que la semana que hemos destinado a recordar los 90 años del Gayarre en Carlos III sería una buenísima ocasión de abrir el teatro, para que se pueda visitar y recordar su historia”, explicó la directora, Grego Navarro.

Para la ocasión, el teatro estará decorado y contará con distintos elementos teatrales que el público podrá conocer y probar. “Creemos que hacerse una foto desde el escenario y conocerlo desde dentro está en la fantasía de muchas personas, y por eso hemos colocado los elementos más representativos, para ver mejor lo que es el teatro en escena”, relató Navarro.

Pero el protagonista de la celebración será Crónica de un aniversario, una conferencia performance en la que el cronista teatral Víctor Iriarte relatará la historia del teatro por décadas, acompañado de música y una iluminación especial. Iriarte realizará un recorrido por las nueve décadas de historia del teatro en lo que será “un recordatorio de lo que es el edificio, la historia de sus modificaciones a lo largo de los años y de ese patrimonio inmaterial formado por las sensaciones que ha dejado en su trayectoria”.

Y es que como sucede con todos los edificios de la talla del Gayarre, desde sus inicios el teatro ha pasado por varias reformas y un incendio, entre otras cosas, como explicó en la visita guiada Ahechu. La primera reforma se realizó en 1953 con el objetivo de suavizar la decoración y habituarla a la época, y también fue cuando Horacio Ferrer pintó la cúpula colocada sobre el patio de butacas.

Dicen que todos los teatros se queman al menos una vez en la historia, y el Gayarre no fue una excepción. En 1968 ardió la parte del escenario; el fuego no fue a más debido a que el telón cortafuegos de acero estaba echado, pero se deterioró la decoración y se tuvo que llevar a cabo una segunda reforma. Curiosamente, el mismo Horacio Ferrer a sus más de 70 años volvió a pintar la cúpula, que vuelve a presidir el teatro.

La tercera llegó en 2005, cuando se cambiaron todas las butacas para poner unas nuevas con material ignífugo. Como dato, las butacas antiguas se subastaron en Pamplona y hoy en día algunos ciudadanos todavía las conservan en sus casas. En 2017 fue la última, con el ascensor del vestíbulo como la principal novedad.

En la rueda de prensa, Iriarte también habló de las figuras que han pasado por el escenario de este histórico teatro, algunos en sus comienzos antes de llegar a ser conocidos y otros ya en la madurez de su carrera.

En las primeras funciones de 1932 actuó la compañía de Rafael López Somoza, que traía a “un chaval” de aprendiz llamado Paco Martínez Soria. En 1969, fue la compañía de Don Paco Martínez Soria la que reinauguró el teatro tras quemarse la caja escénica, y traía como actor para uno de los pequeños papeles a su jefe de 40 años antes, Somoza.

Otra de las anécdotas que contó Iriarte fue la de Montserrat Caballé, “una señora que dio un concierto para la Sociedad Filarmónica y que cantaba muy bien”. Una mujer que en aquel entonces planeaba retirarse porque no encontraba trabajo en ninguna parte, y a la que llamaron en el último momento para sustituir a una primera figura para un teatro. “Se subió al avión, la recogieron, la metieron inmediatamente en el teatro, la vistieron y maquillaron, salió a escena y tuvo 20 minutos de aplausos”, contó Iriarte. Y se convirtió en una estrella internacional.

“Aquí ha estado Rostropóvich, aquí ha cantado Carlos Cano antes de fallecer, aquí ha tocado Sabicas; ha habido muchos momentos mágicos y cada pamplonés podría contar sus propios momentos”, afirmó Iriarte.

Junto a Crónica de un aniversario también se proyectará un vídeo de siete minutos compuesto por el propio Iriarte y basado en el proyecto Comparto Teatro, en el que se ha invitado a una serie de personas vinculadas a las artes escénicas a contar brevemente algunas de sus impresiones del Gayarre. “Son profesionales del teatro que hablan de lo que es el Gayarre y también el teatro como profesión, como estímulo artístico y como creación para ellos”, describió Navarro, la directora, añadiendo que para ellos es “maravilloso escuchar a la profesión hablar sobre la esencia de las artes escénicas”.

Además, el teatro también proyectará en el zaguán de forma ininterrumpida del 3 al 6 de mayo la película Pamplona, finales del siglo XIX, un documento audiovisual de unos 20 minutos que se podrá ver desde la calle. Como explicó Navarro, “es un fragmento maravilloso de la historia de Pamplona, que explica cómo se transforma la ciudad, se abre el Ensanche y el Gayarre termina llegando a donde está ahora”.

Finalmente, el día 3 se abrirá una cápsula del tiempo donde toda persona que lo quiera podrá compartir y dejar un recuerdo, objeto, relato o mensaje que servirá para montar una exposición dentro de diez años, en el centenario del Gayarre. En opinión de Iriarte, “todas las personas tienen algo que les ha tocado la fibra aquí en el teatro, cada ciudadano de Pamplona tiene algún momento mágico y memorable que ha vivido aquí”.

Una cápsula del tiempo. El día 3 se abrirá un baúl donde cualquier persona que lo quiera podrá dejar un objeto, recuerdo o mensaje, que se guardará para abrirlo dentro de diez años en el centenario y organizar una exposición con el material. Según Navarro, “hay muchas personas que consideran el teatro como suyo y tienen historias y anécdotas que compartir”. Por ello, se dará la posibilidad de hacerlo libremente a quien así lo quiera.

“El aniversario es una buena ocasión para abrir el teatro y que se visite y recuerde su historia”

Directora del Teatro Gayarre

“Cada ciudadano tienen algún momento mágico y memorable que ha vivido en el Gayarre”

Creador de ‘Crónica de un aniversario’