Derby Motoreta’s Burrito Kachimba es un grupo que se ha visto obligado a inventar la kinkidelia para poder etiquetar su rock andaluz fusión psicodelico y que este domingo tomará con su locura la sala Zentral dentro del festival Flamenco On Fire.

¿Por qué han optado por el polo opuesto de la recomendación comercial de hacer un nombre corto y fácil de recordar?

–A día de hoy hay mucha gente que nos recomienda que nos acortemos el nombre. Todo viene por la música, nosotros cuando arrancamos el proyecto lo hicimos con un nombre más típico pero cuando empezamos a escuchar las canciones que estábamos haciendo nos dimos cuenta que la banda necesitaba algo paralelo y el nombre era clave, necesitábamos un nombre que tuviera gancho, una sonoridad distinguible y después de muchas idas y venidas terminamos con este que define el sonido de la banda.

¿Sigue el mismo camino la palabra kinkidelia?

–Es una etiqueta que nos inventamos al principio del proyecto para ponerle forma a la propuesta porque arrancamos con un nombre largo, motes y entendíamos que la propuesta requería de inventarnos un estilo nuevo que en realidad es una especie de broma porque está ya todo inventado. Con las etiquetas que ya existían no nos sentíamos totalmente cómodos, es nuestro estilo y esto nos permite funcionar de una manera libre para crear.

¿Adaptarán el repertorio al tratarse de un festival de flamenco y no de rock o indie como suelen acostumbrar?

–En realidad no, nuestra propuesta es la que es. Nosotros no somos un grupo de flamenco ni fusión de flamenco, nos gusta hacer nuestra música y el flamenco es un ingrediente indispensable como es el blues, el rock o la psicodelia. Seguramente sí haremos nuestra versión del Camarón un poco por representar, pero vamos a hacer nuestra kinkidelia y que la gente eche fuego.

En cualquier caso entiendo que es bonito acercarse más a esa raíz andaluza y a grandes figuras de este género.

–Sí, a nosotros lo de incluir en flamenco en nuestra música es algo que nos sale muy normal, muy libre, no es algo que nos hayamos impuesto como una premisa. Compartir cartel con grandes nombres del flamenco nos encanta, estamos teniendo mucha suerte.

¿Reciben críticas de los puristas del flamenco?

–Nosotros la verdad es que en ese sentido no tenemos un ejército de detractores que vengan diciéndonos que lo que estamos haciendo está mal como le puede sucederle a Rosalía. También está bien que haya puristas, si no hay puristas no hay vanguardia, está guay que existan los conservadores del género a los que no les entra nada más y después otra gente que investiga y cruza los límites.

¿Está de acuerdo con la frase “ya no se hace música como antes”?

–Es cierto que no se hace música como la de antes, que sea mejor o peor eso ya es otro tema diferente. La manera de hacer música ha cambiado, desde que aparecieron los estudios en casa y se democratizó poder grabar y no tener que ir a un estudio y gastarte un montón de dinero está todo más abierto.

Son un grupo joven pero que sobre todo en los últimos dos años ha ganado bastante visibilidad, ¿cómo han vivido esta evolución?

–Nosotros estamos disfrutando mucho del proceso, cuando la banda arrancó no nos esperábamos que en tan poco tiempo fuera a llegar donde está llegando. Nosotros somos animales de local de ensayo, de furgoneta, de subirnos al escenario y tocar y mientras esto sea así estamos muy contentos porque nos permite lo que más nos gusta así que lo estamos viviendo como un sueño.