Ser latina no es ni debería ser una limitación a la hora de conseguir papeles importantes en Hollywood. Es lo que piensa Ana de Armas y lo demuestra al meterse en la piel nada menos que de Marilyn Monroe en Blonde. “Va a sorprender”, aseguró en una entrevista en Venecia.

“Quizás he intentado rechazar el estereotipo de latina que había en Hollywood. Sigo siendo latina, aunque la gente piense que no lo suficiente. Para mí es algo muy importante mostrar que tu etnicidad no significa una limitación, que no seas capaz de interpretar personajes maravillosos de cualquier lugar”, contó la actriz.

Nacida en Cuba, Ana de Armas se trasladó a España, la tierra de sus abuelos, cuando tenía 18 años y, tras hacerse enormemente popular con la serie El internado, decidió dar el salto a Estados Unidos, donde ha participado en proyectos importantes como Knives Out (por la que fue nominada al Globo de Oro) Blade Runner 2049 o el último James Bond.

Esta Marilyn puede ser su consagración. Faltaban pocas horas para que la cinta se estrenase oficialmente en Venecia, donde compite por el León de Oro, y la actriz parecía tranquila.

Un papel que le llegó por sorpresa, no era algo que buscara. Reconoció que es una oportunidad “que pasa una vez en la vida” y no podía decir que no a encarnar a uno de los personajes míticos de Hollywood. Aunque admitió que sintió miedo y nervios al principio, pero pesó más la envergadura del proyecto, el poder trabajar con Andrew Dominik, “un director maravilloso”, y el guion, que “tenía todo lo que uno puede soñar como actor”.

Una elección, la de Ana de Armas, que creó polémica en Estados Unidos al no ser una estadounidense la que encarnara a uno de los mayores mitos que del cine americano. A eso respondió claramente Dominik: Ana de Armas “era la persona que podía hacerlo mejor. Necesitas a alguien que se parezca a Marilyn Monroe, que atraiga toda la atención a su alrededor”, explicó el realizador.

“Tiene que ser alguien que tenga una especie de cosa mágica con la que puedas entender que todo el mundo se siente atraído, como polillas por una llama”. Y eso lo encontró en la actriz hispana. ¿Su acento? “A mí no me molesta, ¿a ti? Si quieres escuchar un acento lo haces”, manifestó.

Polémicas aparte, lo que está claro es que la transformación de Ana de Armas en Marilyn es sorprendente y, en el filme, los susurros de la actriz transportan al espectador a aquel momento en el que la rubia de oro del cine le cantaba Happy Birthday al presidente John Fitzgerlad Kennedy.

Y eso que Ana de Armas ni estaba familiarizada con Marilyn ni había leído la novela de Joyce Carol Oates en la que se basa la película. “Fue un descubrimiento, poco a poco, a través del proyecto. Después vino la novela y todos los estudios que había hecho Andrew, mis investigaciones y mirar sus películas. Fue un proceso de descubrimiento del personaje y de Norma Jean, de ambas”, explicó la actriz.

Porque Blonde es más “sobre el significado de Monroe, sobre cómo se supone que debemos pensar en ella” porque, al igual que los libros de Gloria Steinem o Norman Mailer, el filme “es como una fantasía de rescate, es ese sentimiento de que si hubiera estado allí, la habría entendido, podría haberla salvado”, explicó Dominik.

Una película se articula a través de momentos íntimos de la actriz, sus matrimonios con Joe DiMaggio y Arthur Miller o su supuesta relación con Charlie Chaplin jr y Edward G. Robinson jr, sin olvidar a su amante más famoso, Kennedy. “La primera vez que me vi completamente transformada en el personaje fue muy especial”, afirmó De Armas.