Fue hace algo más de tres años (marzo de 2019) cuando Netflix anunció que había adquirido los derechos para adaptar en una serie Cien años de soledad, la gran obra de Gabriel García Márquez. Un proyecto que recientemente ha mostrado sus primeras imágenes en lo que no es más que un pequeñísimo adelanto de lo que la plataforma está preparando con la producción ejecutiva de los hijos del literato colombiano, Rodrigo y Gonzalo.

“Nuestro padre se negó durante décadas a vender los derechos. Pensaba que o no se podía contar la historia por las restricciones de tiempo que imponen los largometrajes, o que producirla en un idioma distinto no le haría justicia. Pero la época dorada de las series que vivimos junto a la predisposición del público a verlas en otros idiomas, es un momento idóneo para compartir una adaptación con el extraordinario público global al que tiene acceso Netflix”, afirmaron entonces los hermanos García Márquez.

En Netflix, conscientes de la envergadura del proyecto, declaraban entonces – lo hacía Francisco Ramos, vicepresidente de Contenidos para Latinoamérica de la plataforma – que dada la importancia de la obra del Nobel colombiano, “dedicaremos el tiempo y los esfuerzos necesarios para garantizar que tanto los personajes como las localizaciones estén a la altura de su insigne obra”.

PRIMEROS DETALLES

Y, efectivamente (con la pandemia de por medio), fue en junio de este año cuando comenzó el cásting y el pasado 21 de octubre cuando Netflix anunció que había empezado la creación del universo en el que transcurrirá la serie. Fue el mismo día en que se cumplían los 40 años de la llamada que García Márquez recibió comunicándole que había ganado el Nobel de Literatura.

Al frente de la dirección de la serie estarán el argentino Álex García López (The Witcher, Utopía) y la colombiana Laura Mora (ganadora de la Concha de Oro del último Zinemaldia con Los reyes del mundo, seleccionada para representar a Colombia en los Oscar 2023). Mora ha declarado estar especialmente interesada en entender el realismo mágico característico de Cien años de soledad y afirma verlo como “una manera de sobreponernos a la tragedia. La realidad es tan dura que tenemos que fantasear porque si no, nos morimos o nos matamos. Creo que el realismo mágico ha sido una manera de soportar”.

Laura Mora está releyendo el libro y haciendo muchas anotaciones. “Lo que más me interesa en términos audiovisuales es cómo vamos a poder hacer que el realismo mágico sea tan natural como lo es en el libro, porque no es una cosa fantástica, sino que simplemente pasa y los demás lo acogen”.