Fernando Pagola vuelve a proponer una reflexión sobre la construcción de la imagen contemporánea y la representación del movimiento en su nueva exposición, inaugurada en el Museo Universidad de Navarra, donde permanecerá hasta el próximo 27 de agosto. El proyecto multidisciplinar se compone de tres partes. Por un lado, se despliega de forma espectacular a través de un mural de 600 metros cuadrados que recubre los 90 metros lineales del perímetro de la sala 0. Además, en el centro de este mismo espacio, pero sin eclipsar la vista y la atención, se disponen en una especie de pasarela decenas de páginas del periódico alemán Frankfurter Allgemeine, que el artista interviene con su pintura. Y, por último, en el exterior y a modo de preámbulo o de epílogo, según quien, unos expositores muestran los dietarios y agendas que el creador ha empleado a lo largo de los años y que lo mismo sirven de laboratorio creativo como de testimonio de su vida cotidiana.

Todos estos elementos componen Triple Concierto, propuesta que forma parte del programa Tender puentes, a través del cual el Museo Universidad de Navarra encarga a distintos artistas que generen una reflexión creativa a partir de su colección. En el caso de Fernando Pagola, director artístico del MUN hasta 2021, este encargo ha sido diferente, “especial”, dada la enorme “cercanía” que mantenía con los fondos de la entidad. “Fernando es el artista que más vinculado ha estado a la prehistoria, historia, presente y seguro que futuro de este museo”, indica el director del MUN, Jaime García del Barrio, para quien la formación de Pagola como arquitecto queda reflejada en su obra en general y en la que propone en este caso en particular, visto el modo en que ha transformado la sala. “Aquí están muchas de las claves de su trabajo”, como la reflexión sobre la construcción de las imágenes contemporáneas, la deconstrucción de la figura y el color, la literatura, la fotografía, la pintura, la danza, el video..., lo que da cuenta de lo “poliédrico” que es.

García del Barrio subraya, asimismo, el apoyo que este proyecto ha recibido por parte de VDR, en lo referido al cuidado catálogo editado para la ocasión, y de José Ignacio Labiano y Gotzon B. Arcocha, en memoria de Blanca Ilundain Baines.

Fernando Pagola, en la sala 0 del Museo Universidad de Navarra, donde exhibe su mural de 600 metros cuadrados. Unai Beroiz

El ‘Gilgamesh’ y Andrés Barba

Como explica el artista, el título de la exposición, Triple Concierto, es una metáfora: “Hay tres temas que siempre he ido barajando dentro de mi trabajo y por eso quería presentarlos aquí”. Son “tres instrumentos” que tocan músicas que, aparentemente, no están relacionadas entre sí, pero que tejen un vínculo que lleva de una a otra, generando “mi propia melodía”.

El primer movimiento de este concierto es el gran mural que se exhibe bajo el título Gilgamesh Enkidu -Allegro Enérgico y su semilla nació cuando “mi amigo, el escritor Andrés Barba, me pidió que ilustrara un texto sobre una lucha, dura y macarra, entre dos personas”. A partir de ahí, Pagola fue trabajando la idea hasta desembocar en otra que “me interesaba más”, como es el conflicto del ser humano desde sus inicios. “Es muy griego, el agon está en el inicio de todas las audacias y hallazgos del ser humano y a través de él se resuelven los problemas”. Y de este punto llegó al Gilgamesh, poema arcadio del 2.500 antes de Cristo, “que muestra la resolución de un conflicto entre dos personajes”. 

Obra de Pagola que recibe al visitante del MUN. Unai Beroiz

El artista plasma esta lucha a través de grandes figuras humanas que a veces parece que pelean, otras que danzan... En movimiento constante. Y lo hace mediante un enorme mural que le ha permitido poner en práctica “mi faceta de arquitecto”. “Ha sido un reto complejo y emocionante; aquí –en la sala 0– se han celebrado brillantes exposiciones” y dar con la escala adecuada no ha sido fácil. A la vez, “y casi a modo de capricho”, Pagola ha querido homenajear al creador del edificio, Rafael Moneo, que cubrió esta estancia con una especie de diedro “que he querido incorporar de alguna manera, no sé si lo habré conseguido”.

‘Frankfurter-Allgemeine’

En la misma sala se expone Proyecto Frankfurter - Andante Espressivo. Dispuesto en una pasarela en el centro del espacio, muestra páginas del periódico alemán, “probablemente el más importante que hay en Europa” en materia cultural, que el creador ha empleado durante años como soporte de parte de sus obras. “Al principio lo usaba porque el papel de periódico era barato, pero con el paso de los años he aprendido que las imágenes que contenían esos periódicos se han ido introduciendo en mí”, trazando “una idea de la actualidad”.

Detalle de la ‘alfombra voladora’ sobre la que se disponen las páginas del ‘Frankfurter’ intervenidas. Unai Beroiz

En la exposición se plasma la última etapa de esta línea, en la que mezcla la pintura con las imágenes, “a las que elimino el texto y, por lo tanto, las descontextualizo”. Se convierten, entonces, “en una especie de collage” desplegado en “una suerte de alfombra voladora”, casi “como veo yo mis obras en el estudio, extendidas en el suelo”. “Los espacios museísticos están para experimentar y de esta manera se puede el mural y estas obras sin obstáculos”, comenta.

‘Dietario - Grazioso e giocoso’

La tercera parte de la exposición, Dietario -Grazioso e Giocoso, reúne las agendas y dietarios usados por el artista a lo largo de los años, que ofrecen “varios planos de lectura”. En ellos, “está toda mi vida, desde los gastos de la compra hasta el último libro que he leído y lo que estoy pintando”. “A mí me sirve para saber dónde he estado, dónde estoy y hacia dónde voy”, afirma Fernando Pagola. Y termina: “Es algo impúdico, porque se genera otro mundo en el que dejo entrar al espectador, pero no le doy más claves que las que él quiera utilizar”.

Trayectoria

Fernando Pagola (San Sebastián, 1961) es arquitecto y artista. Ha sido profesor de Proyectos y Dibujo en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra y miembro de la Dirección Artística del Museo Universidad de Navarra hasta 2021, cuando se retiró para llevar a cabo su proyecto de creación dentro del programa de la institución.

Ha expuesto su obra en ciudades de España y de otros países del mundo. Sus pinturas integran elementos de figuración impresionista y de abstracción. Además, es asesor de diversas instituciones sobre temas artísticos y también estratégicos.

Se define como "un arquitecto que pinta". Su formación le lleva a plantear y enfocar las cosas de una manera no necesariamente pictórica y eso, en sus propias palabras "tiene su parte buena que es que resuelves los problemas de otra manera".