¿Qué tiene este musical que lleva años cosechando éxitos?

Grease tiene esa fórmula que va pasando de generación y generación y todo el mundo lo conoce, y creo que en el mundo de los musicales solo pasa con Grease. Cuando lo mencionas, inevitablemente todo el mundo está de acuerdo en que es algo guay, lo recuerda como algo positivo. Es una historia con la que cualquier persona se puede sentir identificada. Estamos hablando de amor, también de desamor en algún caso, de jóvenes en un instituto, y todo el mundo ha pasado por ahí en algún momento de su vida; de enmascararse por encajar en un grupo de amigos... Son historias que en mayor o menor medida nos han tocado a todos, y es normal que a la gente le guste verlo encima de un escenario. Además, la clave de este montaje y lo que tiene de distinto respecto a otros musicales de Grease es que es la primera vez que se hace Grease con adolescentes, con gente que tiene la edad de los personajes. Tenemos un elenco que va de los dieciocho a los veintipocos años.

Un elenco que entiende muy bien lo que encarna en escena.

Claro. Al final somos adolescentes interpretando a adolescentes, y eso nunca ha pasado cuando se ha hecho Grease. Ese es el motor de la función.

¿Se actualizan de alguna manera los temas o la manera de tratarlos?

Sí, hemos matizado o limado ciertos aspectos de la obra. Grease tiene ciertas actitudes machistas muy exageradas que sería raro mantener encima de un escenario en el siglo XXI. Al fin y al cabo, nosotros como actores tenemos también una labor social que transmitir al público que viene a vernos, y si podemos limar ciertos comentarios, chistes o actitudes manteniendo la esencia de Grease y la historia original, se logra un musical más positivo socialmente hablando.

“Hemos limado ciertas actitudes machistas que tiene la obra y se logra un musical más positivo socialmente hablando”

¿Cómo es hacer de Danny Zuko? ¿Qué le aporta y qué aporta Quique González al personaje?

Pues mira, es muy divertido. Disfruto muchísimo haciendo este personaje. Llevamos muchísimas funciones del show, en Pamplona cumpliremos las 400, y sigo descubriendo cosas en el personaje. Lo que más me gusta es la comicidad que tiene. Por mi manera de interpretar y por la visión del director, lo hemos llevado a un sitio muy muy divertido, es un personaje muy gracioso. Y yo he querido copiar de Travolta ciertas cosas, hay ciertos guiños inevitables que te vienen a la mente cuando piensas en Danny Zuko. Todos tenemos en la cabeza a Travolta, esa manera de sonreír, de andar, de ponerse la chupa, eso es icónico y yo he querido llevarlo a la función. Y además, como Quique adolescente, le he dado un toque cómico, y ese lado adolescente que es lo que le faltaba a Travolta, porque él no tenía la edad, y que se refleja aquí en los chistes, la manera de hablar en ciertos casos...

Mantener el tupé intacto durante dos horas y media de función tan movidas será todo un reto.

Joe, pues mira, lo que peor llevo es llevarlo en mi vida normal, porque el pelo me lo tengo que dejar largo y ya llega un punto en que no sé cómo peinarme (ríe). La verdad es que es un pedazo de tupé enorme. La clave es muchísima muchísima laca, y en cada rato libre en el musical si la gente se va a beber agua, yo me voy a echar laca en el pelo. Y aguanta, te lo digo que aguanta.

Tengo entendido que tuvo que formarse mucho en el baile para protagonizar este musical.

Sí, me tuve que poner mucho las pilas porque era algo que había tocado bastante poco a lo largo de mi formación. Siempre me había dado mucho miedo el baile, me habían dicho que no valía y tenía ese complejo, y cuando me cogieron para el musical, David (Serrano) el director me dijo: queremos que seas Danny Zuko pero te tienes que poner las pilas a tope con el baile. Y me metí a bailar tres horas cada tarde mientras hacía segundo de bachillerato. Con esa formación previa el proceso del musical se me hizo mucho más ameno. Siempre de la mano de Toni Espinosa, el coreógrafo del show, que es maravilloso y ha hecho unas coreografías originales, nuevas, frescas, que nunca se han visto en un Grease; es algo muy juvenil y enérgico, mola mucho.

El gran reto será transmitir que cada función es la única para vosotros, aunque sea de alguna manera una rutina y una repetición.

Claro. Nuestra labor es que parezca la primera función a pesar de llevar 400. En eso consiste nuestro trabajo, en repetir, repetir y repetir, y que sea como la primera. Nosotros como actores tenemos que buscar eso en el escenario. La conversación que tengo con Sandy en el coche para mí tiene que ser la primera vez que la tengo, y así el público lo sentirá igual.

“La clave de esta producción es que es la primera vez que un elenco de adolescentes interpreta a los adolescentes de ‘Grease’, ese es el motor”

Debutó de niño en ‘Sonrisas y lágrimas’. ¿Ahí ya tuvo clara su vocación?

Sí, bueno, yo empecé a formarme en el colegio en extraescolares con 5 años, cuando no sabes todavía lo que quieres, pero en teatro me lo pasaba bien, y mis abuelos decidieron apuntarme a un campamento de teatro musical. Lo llevaba la empresa que iba a hacer luego el musical de Sonrisas y lágrimas, me llamaron para el casting, y ahí fue cuando empecé a trabajar. De repente me vi en un casting con diez años, con mis padres ahí a tope; estoy muy agradecido a su apoyo, porque sin ellos habría sido imposible. Mis padres se han comido viajes y horas de espera en el teatro, y de llevarme a las escuelas y traerme, y se lo agradezco porque si no yo no estaría hoy donde estoy.

Este trabajo conllevará un sacrificio de otras facetas y experiencias de la niñez y la juventud.

Totalmente, la vida del musical es súper súper sacrificada, al final somos chavales jóvenes pero no podemos hacer lo que hacen todos los chavales jóvenes, tenemos que tener un punto de madurez y de responsabilidad, asumiendo que al subirnos al escenario cada noche, tenemos que cuidarnos mucho. Hacer horas de sueño es lo más importante para tener la voz descansada, también evitar gritar y hablar alto fuera del teatro, comer bien para tener toda la energía y aguantar los dobletes... en Pamplona tenemos viernes y sábado dobletes con Grease y claro, eso implica aguantar cada día dos horas y media y otras dos horas y media. Supone hacer un clic y dar un salto de madurez desde muy joven. Hay que hacerlo y saber donde estás. Si de verdad quieres trabajar y seguir currando en esto, tienes que comprometerte.

Ha trabajado también en series como ‘Días mejores’ o ‘UPA Next’, y también compone y toca el piano. ¿Se ve desarrollando más esta faceta de cantante y músico?

Justo estoy empezando a lanzar un poco mi carrera musical. Saqué mi primer single hace poco y estoy componiendo, grabando en estudios... Desde muy pequeño hacía canciones, pero nunca me había dado por sacarlas y grabarlas. Ahora que estoy trabajando y empezando a tener, humildemente hablando, cierto reconocimiento, creo que es el momento de que la gente que me sigue y a la que le gusta lo que hago empiece a escuchar también mi música. Yme encantaría desarrollarlo más.

Anime al público navarro a ir a ver ‘Grease’.

Es una historia con la que todo el mundo va a conectar, una nueva propuesta que nunca se ha hecho de Grease; el público va a ver a 20 adolescentes encima del escenario a tope, con energía infinita para hacer disfrutar y revivir a muchos su infancia y su juventud. La gente que vaya se va a emocionar, va a vivir dos horas y media de música, va a aplaudir, a desinhibirse; y es una oportunidad de ir al teatro, que a todo el mundo nos hace falta.