El grupo Afrosound surgió en el seno de Discos Fuentes, una discográfica que fue muy importante para la música colombiana.
La agrupación Afrosound nació hace unos cincuenta años bajo el sello Discos Fuentes, que es una de las discográficas más longevas de Colombia, el año que viene se cumplirán noventa años desde su fundación, en 1934 en la ciudad de Cartagena de Indias. Es un sello que, a lo largo de su historia, lo que más ha grabado ha sido música tropical colombiana: las cumbias, el porro, que ya sé que aquí esa palabra tiene otro significado, las gaitas, los paseos… una gran cantidad de músicas de la costa caribeña colombiana. En los años setenta, empezaron a innovar con un estilo de latin soul y psicodelia. En el 72 grabaron un par de canciones, Younger fever y Dog cat, que eran ultrapsicodélicas. En el 73 llegó desde el Perú un movimiento llamado Chicha peruana, que era una mezcla entre cumbia, chicha, cumbia amazónica… Discos Fuentes tomó esa música y empezó una trayectoria muy interesante desde el primer álbum de Afrosound, que fue La danza de los mirlos, en el año 73. Ese fue el nacimiento de la agrupación. Los líderes fueron un músico de salsa muy famoso llamado Fruko y un guitarrista, Mariano Sepúlveda “Papari”, que ha sido el guitarrista de toda la vida de Afrosound.
El de Afrosound no fue un caso aislado, había una escena de grupos recuperando ese tipo de músicas, ¿no?
Sí. A principios de los setenta había mucha influencia de los sonidos africanos en todo el mundo. En Estados Unidos estaba el Black Power, y Afrosound está relacionado con eso. En la misma compañía salió otra agrupación que se llamaba Uganda Kenia… Queríamos rendirle tributo a todo eso.
Afrosound, Uganda Kenia… El tributo hacia la raíz africana era evidente.
Claro. La mayor parte de la música percutida colombiana tiene una raíz africana. Toda la música que hacemos tiene tambores, percusiones de todos los tipos, y esa referencia, que es muy fuerte, está marcada por lo afro.
¿En los años setenta los grupos colombianos podían tener planes de futuro?
El plan de futuro lo ideó la discográfica, que necesitaba música que se pudiera vender, y Afrosound fue uno de sus productos musicales más exitosos. En aquel momento no se pensaba en la agrupación, sino solo en vender discos. Ahora sí que se han metido en el tema del booking y todos estos temas que se relacionan.
A lo largo de tantos años, habrá habido muchos cambios de formación.
Afrosound no tenía un grupo detrás del nombre en los últimos años. Esa agrupación era una especie de anexo de Fruko y sus Tesos, que es una agrupación mítica de salsa en Colombia. Ellos invitaban a Mariano Sepúlveda a sus conciertos y hacían siete u ocho cumbias, las más importantes. Durante bastantes años, esa fue la actividad de Afrosound. Hace unos diez o doce años hubo una ola muy grande que reivindicaba lo patrimonial en nuestro país; invitaron a Mariano Sepúlveda a un evento y empezó a renacer la idea de Afrosound. Yo soy profesor investigador y parte de mi trabajo es investigar este tipo de músicas tropicales, porque Medellín fue la cuna de la industria discográfica en los años cincuenta. Hicimos un par de documentales sobre Mariano Sepúlveda, hicimos tres libros también… A raíz de todo eso, empezamos a tocar de nuevo, y hemos seguido por aquí. Mariano tocó con nosotros hasta el año pasado, pero ya es bastante mayor y prefiere pasar más tiempo con su familia, que vive en Australia.
¿Y qué formación llevan hoy en día?
Ahora mismo somos siete músicos en escena: dos guitarristas, una bajista, un pianista y tres percusionistas latinos. Los músicos que nos acompañan ahora son muy jóvenes, la mayoría no pasa de los 30 años. Yo tengo 48. Crecimos escuchando la música de Afrosound. Cada uno de nosotros tiene sus profesiones, yo soy decano de una facultad de Artes y Humanidades en una universidad de Medellín. Cuando estamos con Afrosound, procuramos hacerlo con mucha profesionalidad y mucha pasión, porque a todos nos encanta este género y esta propuesta. Los colombianos nacemos con la vena de la música tropical colombiana. Hace cien años se escuchaba otra música del legado andino, español… Fue en los años treinta del siglo pasado cuando empezó a interpretarse la música tropical, primero en ciudades como Barranquilla, Santa Marta, Cartagena… Luego empezó a penetrar en el interior del país y comenzó a llegar a los clubes, a los hoteles, la gente la empezó a bailarla… Se consumió de manera masiva. Nosotros crecimos con este tipo de música.
Ahora mismo, esos sonidos están en la base de la música que hacen las grandes estrellas internacionales, formando parte de ese nuevo género al que llaman música urbana.
Es interesante esto que mencionas. Hasta los años ochenta, no se sabía cómo denominar este tipo de música, la cumbia y demás, y entonces se le empezó a etiquetar como world music. A raíz del auge de los géneros urbanos, especialmente del reggaetón, han surgido estas mezclas que se han hecho mainstream.
Esta es la primera vez que Afrosound visita España. ¿Cómo afrontan estos conciertos?
Esta gira pivota en torno a tres ejes: lo artístico, que tiene que ver con los sitios a los que vamos a tocar; hay también una parte cultural y académica, con unas conferencias que me han invitado a dar en Valencia y Oviedo; y otra parte más comercial que vamos a desarrollar en los encuentros de Womex y BIME. No solo venimos a tocar nuestra música, sino que también nos presentamos de otras formas.
Fernando Trueba, cineasta y todo un investigador de los sonidos, es un admirador confeso de Afrosound.
Sí. Fernando estuvo en Medellín grabando El olvido que seremos, una película sobre Héctor Abad Gómez, que fue asesinado por las fuerzas paramilitares. Ahí lo conocimos, él es un investigador de los sonidos, como bien dices. Fernando incluyó un par de canciones nuestras en su película. Otras han sonado en la serie Narcos.
¿Qué expectativas tienen para estos conciertos?
Por lo que he podido hablar con algunas personas, la gente tiene curiosidad por estos estilos tropicales de la cumbia y demás, interpretados con guitarras eléctricas. Nuestra puesta en escena es muy buena, no somos un grupo muy tradicional, sino más bien un grupo de rock. Esperamos que haya público latinoamericano, pero nos interesa mucho que haya también público español, del País Vasco, de Navarra… de todos los sitios en los que vamos a tocar. Queremos que conozcan nuestra música y se idetifiquen con ella.