La honradez, la humildad, la capacidad de trabajo y, sobre todo, su repertorio, han hecho que Tahúres Zurdos pueda presumir de tener el respeto y el cariño del gran público, que sigue acudiendo a sus conciertos en esta nueva gira que está realizando. 

Después de quince años de inactividad, Tahúres Zurdos volvió a reunirse en 2019, aunque luego llegó el parón de la pandemia. ¿Cómo se ha gestado este segundo regreso?

Verdaderamente no se gestó de una manera especial. Nos juntamos en 2019, coincidió con que Luis Cadenas, nuestro antiguo manager, se casaba. Nos dijo que como regalo quería que nos juntásemos para tocar en su boda. Luego le dio una vuelta más y se le ocurrió que podíamos hacer algo que estuviera bien y que la recaudación del evento fuese para ayudar a los niños que padecen el síndrome de Dravet. Se fue corriendo la voz y en pocos días llenamos Zentral. Empezaron a llamarnos de otros sitios y decidimos seguir. Todo fue muy bien, se agotaron las entradas en casi todos los conciertos, hasta que llegó la pandemia. Y aquí estamos, intentando remontar, como todo el mundo. Ahora estamos haciendo una mini gira, hemos grabado un par de canciones…

Los conciertos de 2019 fueron con la formación clásica, pero en estos últimos no ha estado Puntxes en la batería. ¿Ha sido algo puntual o ya no forma parte del grupo?

No, se fue en diciembre de 2022. Fue una decisión suya. Como teníamos planes, hemos cogido a un batería joven de por aquí, Dani Lizarraga Goñi.

Cuando Tahúres Zurdos puso fin a su carrera con aquel directo (17 años), el grupo se fue sin hacer casi ruido. Eran tiempos convulsos con la piratería, el boom de Operación Triunfo, las discográficas no sabían bien por dónde tirar… Imagino que les estará sentando bien ver que, después de tanto tiempo, el público no ha olvidado a la banda.

Grabamos aquel disco en directo después de terminar la gira con la que ya decidimos que nos separábamos. Luego yo seguí tocando, sobre todo en formatos acústicos, y hasta hoy. Sienta muy bien ver que el público no se ha olvidado de nosotros. Hay gente que todavía nos sigue y que está dispuesta a pagar una entrada para vernos, es la leche tal y como están las cosas. Estamos muy contentos. Pero es que yo soy una persona descreída, en el buen sentido; siempre trato de utilizar mis propias herramientas para trabajar, no puedes confiar en que venga alguien con una varita mágica. He dejado fluir los tiempos, ahora estamos con esto, tocando… El último concierto fue el día de Reyes, que nos trajo de regalo un sold out en Logroño. No tenemos planes.

“Reivindicamos que somos de verdad, que tocamos, que nos podemos confundir, que se nos desafinan las guitarras... En el escenario se respira humanidad”

En una de las nuevas canciones que han grabado, Redención, canta “permíteme que sea débil por una vez”. Usted siempre ha dado la impresión de ser una chica fuerte, como cantaba en aquella vieja canción de Tahúres.

Sí. Digamos que trato de defenderme en la vida, otra cosa es que sea más o menos fuerte. Lo que he hecho ha sido protegerme; igual cuando te proteges tanto es porque hay una gran sensibilidad detrás. Hay veces que no se nos permite ser débiles. Una persona tiene que tirar de su propia fortaleza para seguir adelante, es lo que intentamos hacer todos.

Pero en su caso tiene el añadido de haber sido una de las primeras mujeres al frente de una banda de rock. En ese sentido, muchas artistas la citan como una de las pocas referencias nacionales que había. Christina Rosenvinge lo decía el otro día.

Sí, pero eso no es algo que yo haya buscado. En tu candidez de juventud, das por hecho que la mitad de la población podemos hacer lo mismo que la otra mitad, y a veces mejor. Yo no quiero medirme con el género con la gente que se dedica a este mundo, pero, por desgracia, todavía es algo que se tiene en cuenta. Hay una franja de edad en la que los hombres están bien posicionados, pero, sin embargo, las mujeres que estamos en esa misma franja estamos un poco apartadas. Lo único que pido es que se nos dé las mismas oportunidades a todos. En un momento dado yo monté un grupo, como lo hicieron otras mujeres, y fue por pura candidez, por pensar que yo también lo podía hacer. Decidimos tomar las riendas, pero no por despecho, simplemente quisimos probar. Las cosas se demuestran con acciones, y en este país tenemos acciones de sobra para comprobar que las mujeres estamos muy a la altura, no solo en la música, sino en todos los ámbitos.

La otra canción nueva, Princesa hada, ya la había grabado en su último disco en solitario. Ahora le han dado un acabado más eléctrico, el toque Tahúres Zurdos.

Esta canción es muy antigua. Primero la grabó el grupo Estrago, se la cedí y grabaron una versión cañera. Luego yo la grabé en el disco Usiana (2017). En realidad, esta canción estaba en una maqueta de hace veintidós o veintitrés años, de cuando estábamos en Sony, en esa época en la que dices muy bien que las discográficas empezaron a fichar un tipo de artistas y a soltar otros. A Lolo le gustaba mucho y decidimos montarla. La temática es bastante vigente. He intentado dulcificar la letra a través de un cuento con muchos personajes de nuestras infancias, pero es bastante elocuente en el sentido de que retrata esa candidez de la adolescencia, que convive con esa sensación de saberlo todo.

"Las cosas se demuestran con acciones, y en este país tenemos acciones de sobra para comprobar que las mujeres estamos muy a la altura"

Parece que el público está respondiendo muy bien en estos conciertos. ¿Cómo los están viviendo los miembros de Tahúres?

Estamos viviendo los ensayos, que nos encantan. Desempolvamos canciones, hemos intentado que en el repertorio haya canciones de todos los discos, y también procuramos ser fieles a ellas. Podemos hacerlo porque hemos tocado en todos los discos que hemos hecho. Reivindicamos que somos de verdad, que tocamos, que nos podemos confundir, que se nos desafinan las guitarras… En el escenario se respira humanidad, que es importante. No me gusta la perfección absoluta, que todo esté medido… Desarrollamos un repertorio, pero no estamos guionizados, las actuaciones no son iguales. La gente que está yendo está respondiendo muy bien, da mucho gusto ver que están cantando las canciones, te vienes a casa con una sensación de haber disfrutado todos, el público y nosotros.

Decía antes que no les gusta hacer planes, pero, ¿estas dos nuevas canciones podrían ser el anticipo de un nuevo disco?

Estamos probando. Ahora mismo, la manera más prudente es hacer lo que estamos haciendo, ir grabando canciones poco a poco. Incluso lo hace gente con poder adquisitivo mucho mayor que el nuestro. Iremos haciendo cosas y, si vemos que funcionan, creo que sí grabaremos, nos encantaría. Pero somos cautos, tenemos precaución porque somos perros viejos.

¿Qué tienen esas canciones para seguir emocionando al público después de tantos años?

Creo que Tahúres Zurdos tenemos un repertorio muy completo, ahora lo puedo decir con la boca bien grande, porque cuando una compone y enseña sus canciones, las canciones dejan de ser suyas y pasan a ser de la gente. Las puedes juzgar desde fuera. Nos resulta difícil escoger las canciones para los conciertos. Hay algunas que son muy obvias, Tocaré, Noche de amor… Pero luego hay otras que a la gente les encantan y no han sido muy conocidas. La gente está cantando todas las que tocamos y se lo está pasando genial.