La Asociación de Cazadores Deportivos de Marcilla solicitó formalmente el pasado año al Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra que actúe frente a la problemática que, en este municipio navarro, está causando la tórtola turca. Según expusieron los cazadores de esta localidad, la población de esta ave ha aumentado en gran medida durante los últimos años, hasta el punto de provocar daños económicos y ambientales, sobre todo en lo referente a su cohabitación con la tórtola europea.

El presidente de la sociedad de cazadores de Marcilla, Juan Ramón Ezquerro Resano, indicó al citado departamento que la tórtola turca es una espacie en expansión de reciente colonización en esa zona de Navarra y que, actualmente, presenta “poblaciones a todas luces excesivas, que provocan daños en nuestras infraestructuras locales (tejados, equipos de aire acondicionado, cultivos, etc.)”. Además, afirmó que estas tórtolas suponen un riesgo sanitario para los vecinos de Marcilla y para sus bienes y animales, como, por ejemplo, las aves de corral.

En su escrito, Ezquerro manifestó que la tórtola turca ejerce “una competencia interespecífica con nuestra tórtola común europea autóctona”, una especie que, en la Comunidad foral, no atraviesa por su mejor momento, como lo ejemplifica el hecho de que, en la orden de vedas de esta temporada, se mantuviera la excepcionalidad del año anterior, fijándose un cupo de cero capturas, atendiendo a las directrices del Plan Adaptativo de Caza de la Tórtola Europea. No obstante, hay que hacer hincapié en que, según los conteos que durante más de 25 años ha realizado el Guarderío de Medio Ambiente, el Índice Kilométrico de Abundancia (IKA) se ha mantenido en Navarra en el entorno de 2 desde el año 1985. Por ello, estas cifras invalidan los últimos movimientos dados en las instituciones europeas, que, presionadas por los lobbies animalistas, intentan prohibir su caza.

Una tórtola turca.

De vuelta a Marcilla, la sociedad de cazadores avisó al Ejecutivo foral de que la población de tórtola turca está allí actualmente “fuera de control”, al tiempo que apuntaron que “existe una clara superpoblación desde que se dejó de realizar su control poblacional”. Por otro lado, Ezquerro añadió que se trata de “una especie que no aporta ningún valor añadido, ya que ni es autóctona, ni atrae la afición de los cazadores, porque no representa ningún valor deportivo por su domesticidad, ni tampoco aporta ningún valor económico, sino todo lo contrario, daños”.

La tórtola turca está incluida como especie reproductora en la Lista Roja de las Aves de España, con la categoría de LC – Preocupación Menor. No figura en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, ni tampoco está incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. “Por tanto -ahondó el colectivo cinegético de Marcilla-, es una especie que no presenta ningún problema de conservación y que, de hecho, hasta hace poco se capturaba intensamente con permisos habituales del propio Gobierno de Navarra, con el fin de controlar, en la medida de lo posible, su población”.

A juicio de Ezquerro, el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente debería autorizar urgentemente el control poblacional de esta especie por razones sanitarias, daños a la fauna y daños económicos en el coto municipal. “Produce problemas medioambientales, sanitarios y económicos, y ejerce una afección sobre la tórtola común, que es la especie autóctona y que está muy valorada en nuestro coto de caza”, resumió.

La Federación Navarra de Caza (FNC) respalda la solicitud de los cazadores de Marcilla y propone una serie de actuaciones que podrían llevarse a cabo para mitigar el problema. Antes de tomar cualquier medida, sin embargo, ve necesario realizar una evaluación detallada de la población de esta ave a través de conteos, mapeos de su distribución o estudios de su impacto en el ecosistema local. También cabría la posibilidad de consultar a expertos, involucrando a ornitólogos, ecólogos o profesionales en la gestión de la vida silvestre, para que proporcionaran otras perspectivas acerca de las mejores prácticas de manejo para la tórtola turca.

Una vez analizada la situación y siempre en función de las leyes y regulaciones en vigor, se podrían considerar diversas medidas de control poblacional, como la captura y la reubicación, el control de la natalidad o, en determinados casos, la caza regulada. La FNC subraya que, en cualquier caso, es fundamental que estas medidas se lleven a cabo de manera ética y legal.

Por otra parte, la entidad ve necesario que se informe a la comunidad local sobre la tesitura que se está viviendo con esta especie y sobre cómo pueden los vecinos contribuir a resolver el problema, lo que podría incluir iniciativas para reducir los sitios de anidación accesibles o la limitación a la disponibilidad de alimentos. Para la FNC, es crucial también trabajar en estrecha colaboración con el Ayuntamiento de Marcilla y con el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, ya que cualquier medida de control poblacional debe seguir las leyes de conservación y protección de la vida silvestre.

Por último, el organismo que vela por los derechos de los cazadores en Navarra recuerda que, después de implementar las medidas de control que se aprueben, es importante realizar un seguimiento continuo de la población de la tórtola turca, con el objetivo de evaluar su efectividad y hacer ajustes, según sea necesario.

Una especie invasora que compite con la tórtola común europea

La tórtola turca (Streptopelia decaocto) es una especie originaria de Asia, cuya expansión de rango geográfico se ha producido en buena parte hacia Europa. En España, se la considera una especie invasora, donde compite con la tórtola común europea (Streptopelia turtur). Su colonización en la península ibérica comenzó en el siglo pasado, siendo en la década de los sesenta cuando se registraron las primeras observaciones documentadas. Desde esos años, su población ha crecido enormemente y se ha extendido por todo el país.

En lo referente a su población actual en España, los últimos datos disponibles provienen de un censo realizado entre los años 2014 y 2018, que estimó que había más de tres millones de ejemplares. Las principales regiones en las que mostró un crecimiento más significativo fueron el valle del Ebro y el Levante. No obstante, hay que reseñar que los censos de aves y los estudios ornitológicos proporcionan datos que pueden variar sustancialmente de año a año, ya que las condiciones meteorológicas, las medidas de control poblacional y los cambios de hábitats en la especie pueden conllevar fluctuaciones en el número de individuos.

En cuanto a la tórtola europea, su población se ha mantenido estable en Navarra durante los últimos 25 años, según muestran los censos elaborados por el Gobierno foral. El último que se llevó a cabo fue en el año 2020 y arrojó un valor de 1,95 en el Índice Kilométrico de Abundancia, si bien la pandemia de la Covid-19 impidió completar cinco de los 17 recorridos establecidos en Navarra.