La soprano navarra Sabina Puértolas, reconocida por su intensidad dramática y su voz excepcional, se enfrenta al papel de Gilda en la ópera Rigoletto de Verdi.

Esta nueva producción, contemporánea y audaz, de Miguel del Arco para la ABAO Bilbao Ópera tiene un enfoque moderno y crítico que promete una reinterpretación de este clásico, con escenografías de Sven Jonke y vestuario de Ana Garay.

La nueva versión de la obra maestra de Verdi se representará los días 17, 20, 23 y 26 de febrero en el Palacio Euskalduna de Bilbao. La representación del sábado 17 dará comienzo a las 19.00 horas y el resto de las funciones se iniciarán a las 19.30.

Melodías inolvidables y emociones intensas

Este viaje dramático en tres actos de fuerza innegable, desbordante de pasión, engaño, amor paternofilial y venganza, está basado en la pieza teatral Le Roi s’amuse de Victor Hugo.

La historia habla de un bufón que lucha por equilibrar los elementos enfrentados de belleza y perversidad que existen en su vida. Es una obra universal, tremendamente popular, que se mantiene entre las preferidas de todos los públicos y que destaca por sus melodías inolvidables y emociones intensas.

Es la sexta ópera que Verdi compuso con el libretista Francesco Maria Piave, que tuvo numerosos problemas de censura en la adaptación del libro original de Victor Hugo. No obstante, Rigoletto estableció la fama mundial de Verdi y constituye, junto con Il trovatore y La Traviata, la llamada trilogía popular que el maestro compuso entre 1851 y 1853, protagonizadas por antihéroes, y que supusieron un giro en la creación verdiana hasta ese momento.

El flechazo de Verdi

Rigoletto es una de las óperas fetiche de ABAO Bilbao Opera, que suma con estas funciones 33 representaciones, siendo la más escenificada a lo largo de su historia y que han cantado, entre otros, Ettore Bastianini, Alfredo Kraus, Cristina Deutekon, Piotr Beczala o Leo Nucci, que en 2013 bisó Si… vendetta, tremenda vendetta en todas las representaciones.

Verdi tuvo un auténtico flechazo con la obra de Hugo y su protagonista. En 1950 escribía a Piave: “Hay un libro que, si la policía lo permitiese, sería una de las más grandes creaciones del teatro moderno. La obra es grande, inmensa y tiene un personaje que es una de las más grandes creaciones del teatro de todas las épocas y de todos los países”.

El presagio de la maldición

Rigoletto, que en un principio Verdi quiso titular La maledizione, constituye una propuesta musical y teatral insólita, profundamente innovadora en su época, con personajes fascinantes y destacadas escenas vocales, dúos, tríos y cuartetos.

Por su presencia en escena y su complejidad psicológica llena de aristas, el personaje de Rigoletto tiene todos los colores posibles del barítono verdiano. Debuta en ABAO Amartuvshin Enkhbat, un artista de raza encumbrado por la crítica como uno de los barítonos más completos en la actualidad. Esta temporada ha cantado este rol en Londres y Palermo.

La soprano navarra Sabina Puértolas, una artista con habilidades técnicas, carisma y dominio del escenario, encarna a Gilda, la desventurada hija de Rigoletto. Un personaje de evolución, que pasa de la inocencia y candidez infantil a la madurez dramática del amor no correspondido. Desde el ingenuo Caro nome al traumático Tutte le feste al tempio, además de dúos, V’ho ingannato colpevole fui, tercetos y cuartetos, Bella figlia d’amore, con gran personalidad musical y vocal.

El depravado y narcisista Duca di Mantova está interpretado por el tenor jerezano Ismael Jordi, quien ya lo representó en ABAO en 2013 con un gran éxito de público y crítica. Elegante, frívolo y egoísta, tiene escenas destacadas como el aria Questa o quella, una declaración de principios de lo execrable del personaje, Ella mi fu rapita, o la celebérrima La donna è mobile.

La mujer en el centro

Miguel del Arco propone una nueva lectura dramatúrgica centrada en la mujer, con una efectiva puesta en escena de estética contemporánea que actúa de vehículo para explicar la trama, en la que lobos y escorts, representan las expresiones de la naturaleza humana, el sexo, la violencia, el amor o el odio en una sociedad deshumanizada.

Con un montaje de gran complejidad técnica, los momentos más intensos se realzan con proyecciones expresionistas y juegos de luz y volúmenes.