El fotógrafo vallisoletano Ángel Marcos presenta su exposición Arquitecturas para sobrevivir en la Sala de Armas de la Ciudadela de Pamplona. Esta muestra, concebida como un viaje visual y reflexivo, explora los conceptos de arquitectura, vivienda y hogar, así como su relación con la creatividad para la supervivencia, a través de imágenes e instalaciones que abarcan diversos lugares del mundo. 

La exposición, que se encuentra en la Sala de Armas hasta el 28 de abril, va más allá de documentar la precariedad arquitectónica al aportar un carácter escenográfico que evoca la memoria y destaca la resiliencia humana frente a desafíos extremos, en los que la necesidad de un hogar se convierte en una expresión de creatividad por la supervivencia. “Esta exposición no va de construir casas, va de sobrevivir”, destacó el comisario de la exposición, Carlos Rosón, en el acto de presentación de la muestra que tuvo ayer en la Sala de Armas.

Arquitecturas para Sobrevivir invita a explorar la diversidad de enfoques en la construcción alrededor del mundo, desde las favelas de América Latina hasta los asentamientos informales de África y Asia, todos con un denominador común, la escasez. Se trata de construcciones realizadas con materiales de desecho que son capaces de soportar la existencia humana. 

Una pieza de la exposición ‘Arquitecturas para sobrevivir’, del artista vallisoletano Ángel Marcos, realizada con materiales de desecho. Iban Aguinaga

También con materiales de desecho están realizadas las obras expuestas. “Hemos tenido muy en cuenta los materiales. La materia con la que está hecho este proyecto tiene que ver con esa cotidianidad del desecho”, destacó el artista Ángel Marcos, que ha empleado cartón, madera e incluso fotografías que ha descartado.

En esta muestra, el paisaje se convierte en el protagonista principal, unido a la idea del viaje y del diálogo con el territorio recorrido, relegando a las personas, en caso de aparecer en las imágenes, a un discreto segundo plano. Ángel Marcos, al situar al público frente a lo cotidiano, fomenta la reflexión sobre la propia condición, la configuración de la urbe y la sociedad, planteando preguntas cruciales sobre los retos y oportunidades asociadas con la carencia de recursos.

El concepto de “no lugar”, creado por el antropólogo Marc Augé, cobra vida en las imágenes de Marcos al transportar a lugares de transición. La exposición, que busca la verdadera imagen de las ciudades y no la “versión edulcorada” que muestran las postales, desafía al espectador a considerar cómo la arquitectura puede convertirse en una herramienta para la transformación social y el cambio positivo en el mundo, destacando la conexión de éste con estas realidades globales. 

Instalación fotográfica realizada con cajas que forma parte de la exposición ‘Arquitecturas para sobrevivir’. Iban Aguinaga