El cine es la puerta de entrada a otros mundos en la niñez o adolescencia, tal como propone el director italiano Giuseppe Tornatore en su guía ilustrada de imprescindibles: 50 películas con las que hacerse mayor.

El realizador de Cinema Paradiso está detrás de este libro con textos de la escritora Miralda Colombo y dibujos de André Ducci, una obra que desbroza el camino a la hora de aproximarse sin ideas preconcebidas a las películas como fuente de sentimientos, de argumentos o de ideas.

“Si todavía existiera un yo de doce años y si tuviese a alguien que me obsequiara con una relación de 50 películas que hay que ver, lo consideraría el regalo más bonito del mundo”, señala el oscarizado Tornatore en el prólogo.

50 películas con las que hacerse mayor (Libros Cúpula) incluye una nómina variada de superproducciones “revientataquillas” , títulos de lo que se solía llamar arte y ensayo u otros centrados en el enrevesado tránsito hacia la madurez. Cada filme viene acompañado de su argumento, una ficha de los datos de producción, con anécdotas y curiosidades, y un reclamo que ayuda a entender el porqué de la casi necesidad de ver todos, o al menos alguno de estos filmes diversos en forma y en contenido -“que se sientan libres para decidir cuáles prefieren ver”- con una hoja de ruta de sugerencias de otras películas que siguen por la misma senda.

Una lista subjetiva, como todas las de este tipo, delimitada además por una cifra, no puede ser exhaustiva -todo el mundo echará en falta algún título que le marcó- pero sí recorrer un siglo de cine, de historias donde la mirada, a la misma altura de los ojos del niño, o de ese adulto en potencia, es el punto de partida, como la de Scout, la hija del abogado Atticus Finch en la indiscutible Matar a un ruiseñor, de Robert Mulligan o el irascible y soñador Max de Donde viven los monstruos, de Spike Jonze.

Una selección de títulos de diversa procedencia que abarca casi todos los géneros: el western, la comedia, el musical, la ciencia ficción, el de trasfondo social, la animación o el histórico, por citar algunos.