Kike Balenzategui, residente en Barañáin, es el ganador , con el proyecto fotográfico Sakkaku, de la nueva edición del Premio de ayuda a la elaboración y/o producción de un proyecto expositivo para la Casa del Almirante de Tudela, al que se han presentado un total de 6 proyectos.

Este premio, dotado con 2.000 € y con otros 2.000 € para la producción de la propuesta artística, está convocado por la EPEL Tudela-Cultura y va dirigido a personas y colectivos de artistas, mayores de edad, nacidas y/o empadronadas en Navarra.

 El informe de valoración de las propuestas artísticas presentadas lo ha realizado Fermín Alvira, artista plástico, docente, profesor de historia del arte, divulgador y arteterapeuta.

Planteamiento inusual

Sobre Sakkaku, el proyecto de Balenzategui, Alvira comenta  en su informe lo siguiente: “Es de gran interés y calidad artística por ser una propuesta diferente con un alto contenido estético y coherencia en la cobertura conceptual. Resulta de gran atractivo desde al punto de vista técnico, artístico, y también para el gran público. Lo inusual del planteamiento y la profesionalidad que lo acompaña lo eleva a categoría de mejor proyecto de los presentados para la Casa del Almirante. El componente estético de las piezas parte de la belleza de las formas generadas y encontradas en la naturaleza y convertidas en paisaje a través de la fotografía. Se acompaña de un discurso concreto, preciso y madurado”.

En el informe también se destaca que “existe un alto contenido conceptual en la propuesta, relacionada con la técnica, estética y filosofía orientales, lo que añade interés al proyecto. Invita a detenerse, así como a reflexionar sobre el paso del tiempo, nuestro concepto del mismo, el paisaje y las técnicas tradicionales que conectan con otras culturas y disciplinas”.

 A partir de ahora, Kike Balenzategui dispondrá de un máximo de 4 meses para la realización del proyecto que está previsto que se exponga a finales de año en la Casa del Almirante.

Obras del proyecto 'Sakkaku'. Iban Aguinaga

Pintura Sumi-e

Sakkaku (espejismo, alucinación o ilusión óptica en japonés) es la "plasmación de paisajes que mi imaginario asimila a los de Japón". Es una colección de fotografías cercanas en la estética a la pintura Sumi-e.

El Sumi-e es una técnica ancestral de dibujo monocromático, basado en el uso de la tinta china, originaria de la pintura china e importada por Japón a mediados del siglo XIV. Su nombre proviene de las palabras sumi , que significa tinta, y e, pintura. Su origen se le atribuye a la dinastía Tang (618-908) y fue introducida en Japón por los monjes budistas.

Estos paisajes existen en la realidad pero no son paisajes al uso. La propia naturaleza los crea en el interior de la roca, como un metapaisaje, y afloran al cortarla para hacer losas para suelos y paredes. Las filtraciones de minerales como el manganeso en rocas areniscas generan estas formaciones que sugieren paisajes. No son fósiles ni líquenes, son dendritas pirolusíticas.

Para acentuar esa sensación de paisaje japonés imprimo estas fotografías en un tipo de papel llamado washi que le confiere una textura muy especial.

El washi se elabora en Japón con fibras de arbustos locales como la corteza interior del árbol gampi, el arbusto mitsumata o el arbusto de kozo. Por ello, es más resistente que el papel occidental hecho de pulpa de madera. Las técnicas de elaboración del washi fueron declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2014.

"Me interesa mucho generar esa sensación de no saber qué es lo que se muestra en mis fotografías. Básicamente se trata de un juego mendaz, mentir con la fotografía, pero hacerlo bien y con un objetivo lúdico. No tengo ningún compromiso con la realidad", explica el autor.