El espectáculo Together to Get There, coreografiado e interpretado por Lali Ayguadé y el bailarín navarro Akira Yoshida, se representará este sábado, 3 de agosto, a las 20.00 horas en el Centro Cultural Kulturgunea de Tafalla, en el marco del Festival de Teatro de Olite.

El montaje, que combina danza contemporánea con teatro, explora la magia del encuentro humano y el sentido compartido de un momento en común. La pieza muestra la relación de dos personas, interpretadas por Yoshida y Ayguadé, a lo largo del tiempo en lo que Yoshida describió como “un viaje emocional que va pasando por lugares frágiles, oscuros y también por la belleza que tiene el ser humano”. A través de esta historia, aborda temas de transformación y cambio, y las realidades opuestas y los contrastes que a menudo se presentan en la vida. 

Together to Get There es un juego de palabras en inglés que se podría traducir como juntos para llegar allí, una idea que Yoshida tuvo hace años y ha desarrollado en este montaje. “Históricamente, para ir a algún lugar, para avanzar, hemos avanzado en sociedad, juntos, juntando conocimiento del mundo. Esto, en el escenario, se convierte en una sociedad pequeñita, que es una pareja”, explicó el artista. El montaje, por tanto, explora la coexistencia de estas dos personas y cómo, a pesar de que cada uno tiene su historia pasada y su presente, trabajar juntos es mejor.

La obra se nutre de la fusión entre danza y teatro físico. Encontrarse sobre un escenario rodeados de una serie de elementos escenográficos y con el vestuario de sus personajes contribuye a contar la historia por medio de imágenes. “Lo que se ve en escena es una imagen muy clara, que nos ayuda mucho a crear una narrativa”, apuntó Yoshida, que destacó que la dramaturgia en torno a la cual se desarrolla la obra permite oscilar entre la abstracción y lo concreto, así como entre lo realista y lo surrealista. De esta manera, se presentan en escena dos personas que viven en una casa donde nada funciona. No hay electricidad, hay polvo y la madera está rota, todo está deteriorado. Además, han contado con el apoyo del dramaturgo Jordi Oriol, que ayudó a los coreógrafos a concretar la narrativa antes del estreno, el año pasado.

Para contar la historia, usan el cuerpo como vehículo de comunicación. “No estamos enfocados en mostrar que sabemos bailar. Yo siempre pienso, todo lo que yo sé hacer a nivel físico, ¿para qué? Esas son las preguntas que me hago para buscar cuál es el significado de lo que yo quiero mostrar”, manifestó Yoshida. Detrás de cada movimiento, existe una intencionalidad. “Siempre nos enfocamos mucho en la intención o en desarrollar personajes. Todo lo que hacemos a nivel de danza va siempre en concordancia con el personaje y la emoción que tiene en ese determinado momento”, añadió el bailarín, para quien un movimiento “puede ser una mirada, puede ser una respiración, puede ser un juego interno que ocurre en la escena o un objeto con el que juguemos”.

Algo que se evita, de hecho, es que haya una canción sobre la que Yoshida y Ayguadé bailan. “Es al revés, hay una escena y el espacio sonoro está apoyando esa escena”, explicó el bailarín. Para ello, han contado con el compositor belga Donald Beteille, que ha trabajado a lo largo del proceso de creación del montaje en una banda sonora a medida.

El montaje es una producción surgida en las residencias creativas de DNA 2023-Festival de Danza de Navarra del Gobierno Foral. Cabe destacar que Yoshida y Ayguadé ya habían colaborado juntos y con éxito en el montaje Gizaki. “Somos muy parecidos en muchas cosas y también muy diferentes en otras y creo que eso es muy bonito porque nos ayuda mucho a buscar desde lugares que muchas veces nos hacen sentir muy frágiles”. manifestó Yoshida.