Todo está listo para el XI Flamenco On Fire. Del 23 de agosto al 1 de septiembre, Pamplona, Tudela y Viana volverán a vibrar con la esencia de lo jondo a través de una programación que esta vez pone el baile en el centro. Inmerso en “cerrar los últimos flecos”, Arturo Fernández Sensat (Madrid, 1970), director del festival, anima a dejarse emocionar por una edición que presume de nuevos nombres y nuevos escenarios.

Planta Tacón es el lema de esta undécima cita con el flamenco en Navarra. Ahora le toca al baile.

Sí, esta edición supone el cierre de un ciclo que abrimos en 2021 con la pregunta ¿qué es flamenco?, y que hemos ido desarrollando de una manera divulgativa. Explicando que el flamenco está compuesto por el cante a través de la lírica flamenca, por la guitarra, que centró el año pasado la temática Alzapúa, y por el baile, al que le toca este año. El Planta Tacón. Estamos muy satisfechos de cerrar ese ciclo, y con la aventura en el horizonte que supone abrir el siguiente, que tenemos ya bastante pensado.

¿Qué se puede adelantar de ese próximo ciclo?

En las tres siguientes ediciones queremos abrir un periodo de recuperación de patrimonio flamenco. Es decir, poner en un contexto de un calendario lo que entendemos como ese periodo de flamenco contemporáneo actual, para que la gente sepa cuándo nació el flamenco y cómo se originó. Lo vamos a fijar a través de las primeras grabaciones sonoras, que datan de finales de 1800; a partir de ahí desarrollaremos en tres periodos esta temática para explicar la evolución que ha habido en el tiempo.

Volviendo a la temática de este año, ¿qué destaca del baile que se está haciendo en flamenco en estos momentos? ¿Goza de buena salud?

Sí, el baile goza de muy buena salud, gracias posiblemente a las grandes producciones y compañías, tanto de ámbito público como privado, que históricamente han permitido que el baile flamenco haya girado mucho internacionalmente, y se haya nutrido y aprendido de otras experiencias y otras músicas y, por lo tanto, haya evolucionado. Hemos intentado vertebrar una edición que muestre el baile desde distintos vértices, es decir, desde el cantaor que invita a un bailaor, como puede ser el caso de Jesús Méndez en Viana que invita a El Choro; desde un bailaor, José Maya, que crea un espectáculo en torno a un autor pictórico y su obra, Marc Rothko y Color sin nombre; la complejidad respecto a la magnitud de la cantidad de artistas que se ponen en escena y lo que supone llevar adelante un ballet como el Ballet Flamenco de Andalucía, con una pieza que acaban de estrenar en torno a Mariana Pineda, la obra de García Lorca dirigida aquí por Patricia Guerrero. O desde un espectáculo de producción propia de guitarra, como es Alzapúa II, en el que se invita a un bailaor referente para todos como es Farruquito, hasta una cita con Manuela Carrasco, figura imprescindible para entender el arte y el flamenco, y más en concreto el baile en los últimos 50 años. También en el tablao hay mucho baile, vienen Gema Moneo, La Debla, Matías Campos... La elección de cantaores y cantaoras también responde a que incorporan el baile en sus actuaciones... El baile va a impregnar todo este Flamenco On Fire.

“Hay tantas puertas de entrada al flamenco como artistas, y para nosotros es fundamental atraer a nuevos públicos”

También hay novedades, como el Escenario Sabicas en Condestable.

Sí, es una novedad que nos hace muchísima ilusión. Después de diez ediciones, inauguramos un escenario que va a albergar en el futuro la guitarra de concierto. El festival poco a poco ha ido haciendo hueco a la guitarra y dándole importancia, y actualmente creemos que es muy importante recordar a Sabicas a través de ese escenario. Otra novedad es el encuentro con Duguna, con las danzas tradicionales del territorio. Duguna celebra su 75º aniversario, y teniendo en cuenta que nuestra temática era el baile, queríamos tener representación de la danza tradicional. No vamos a hacer una fusión sino todo lo contrario, lo que vamos a hacer es interpretar sus melodías tradicionales y los dantzaris y las dantzaris de Duguna ejecutarán sus danzas tradicionales en un encuentro entre el territorio y el flamenco. También hay novedades relativas a un ciclo que vamos a presentar esta próxima semana, el On Fire Sostenible, en el que vamos a incorporar ya de manera estable, como si fuera otro ciclo, actividades de orden social y medioambiental. Y una sorpresa que también presentaremos esta semana y que, esa sí, me permitirás que me la reserve.

Como en anteriores ediciones, ésta alberga grandes nombres y otros de artistas más jóvenes que sorprenderán. ¿Qué destacaría al respecto?

Bueno, la sorpresa no está limitada a la edad sino al arte y al artista. Y este año, afortunadamente, vienen muchos artistas que nunca habían venido. Jesús Méndez, por ejemplo, no había venido nunca. En la segunda edición de Alzapúa, producción propia que gira en torno a la guitarra, habrá cuatro guitarristas de primerísimo nivel con el baile de primerísimo nivel de Farruquito, dos cantaoras que representan dos territorios como son Jerez y Málaga, Lela Soto y Delia Membrive; también estará Gerardo Nuñez, esencial para entender la guitarra actual y de los últimos 40 años. El cante está muy representado, Aurora Vargas no había venido, tampoco Capullo de Jerez... hay muchísimas novedades y en cuanto publiquemos toda la parte del On Fire Sostenible, se verá todavía más.

“El baile flamenco goza de muy buena salud, ha girado mucho internacionalmente y se ha nutrido y ha aprendido de otras músicas”

Otra nota de esta edición es que el ciclo nocturno crece en Tudela.

Sí, con una actuación en el Conservatorio Fernando Remacha que significa muchas cosas en relación a las alianzas del festival con otros festivales de flamenco, en este caso con un festival que geográficamente está muy alejado de nosotros, el Festival Internacional de Lo Ferro, en Murcia; un prestigioso festival de cante que tiene un concurso, y con el que hemos creído conveniente ampliar lazos, de manera que sus ganadores o ganadoras anualmente del prestigioso Melón de Oro también tienen participación en Flamenco On Fire. Ha sido una innovadora apuesta junto con el Ayuntamiento de Tudela y las Bardenas Reales.

Cartel de la presente edición del Flamenco On Fire, que pone el baile en el centro.

Cartel de la presente edición del Flamenco On Fire, que pone el baile en el centro. cedida

Y edición tras edición se consolida el Escenario Siglo XXI de la Sala Zentral, como polo de atracción de nuevos públicos, un reto que señalaba el año pasado como uno de los más importantes para garantizar el crecimiento del festival.

Sí, es fundamental atraer a personas que no se han acercado al flamenco y que lo conozcan. Nunca hemos buscado la construcción del concepto de aficionado más ortodoxo, sino la provocación o la generación de emociones. Nuestro trabajo básico gira en torno a que el público se emocione. A través de la emoción podemos construir posteriormente este inicio a la afición al flamenco, y esto ocurre en cualquier arte. La puerta por la que cada persona pueda entrar al flamenco es múltiple, hay tantas puertas como artistas, y en este sentido la programación del Escenario Siglo XXI, que es más fronteriza conceptualmente en lo flamenco, también ayuda a que otras personas entren. Y me puedo remitir a los años 70 cuando estaban Lole y Manuel, y otra serie de grupos que abrieron el flamenco a otras personas, y eso luego posibilitó que gente se aficionara. Porque al final tú estás en el flamenco no donde quieres sino donde el flamenco te pone. El flamenco el que te guía a través de las emociones, y así es como se pueden generar verdaderamente nuevos públicos.

“Queríamos que la danza tradicional estuviera representada. El encuentro con Duguna va a unir territorio y flamenco”

El ambiente es además diferente y singular en cada ciclo del Flamenco On Fire. Nada tiene que ver el que se crea en Baluarte con el de Patios y Balcones o el del tablao nocturno del Hotel Tres Reyes...

Totalmente, la idiosincrasia de cada uno de los ciclos y espacios está previamente pensada para lograr un equilibrio y para que cada persona pueda encontrar de pronto algo que le emocione, algo que le guste. Y también hay una vinculación muy importante con el territorio. Esos balcones tienen éxito, en primer término por el flamenco, por la emoción que transmite; y en segundo lugar porque creemos que existe una vinculación de las navarras y los navarros a ver esos espectáculos en la calle o en balcones como los del ayuntamiento o La Perla. Es una vereda que, aunque es angosta, es muy firme.

¿Cuál diría que es el reto clave para el festival de aquí en adelante?

Yo creo que el festival lo que tiene que conseguir es mostrar el flamenco con otros ropajes. Es decir, hay muchas personas que por distintos motivos, históricos o de otra naturaleza, perciben el flamenco como algo muy alejado de las emociones, y el objetivo del festival por un lado es seguir en la línea contemporánea que hemos establecido y, en segundo lugar, trabajar más aún en acciones sociales y medioambientales para mostrar que el flamenco se preocupa por cuestiones que nos afectan en el día a día. Eso unido a continuar con ese trabajo de generación de nuevos públicos.

“Cuando profundizas en el flamenco te das cuenta de que es un arte muy culto, sumamente complejo pero al mismo tiempo muy sencillo”

Comentaba el año pasado que habría que lograr trascender esta cita puntual y consolidar el resto del año en Navarra una conexión del público con el flamenco. ¿Cómo ve la situación en este sentido?

Bueno, las cosas hay que construirlas poco a poco. Y una cosa es lo que a uno le gustaría y otra lo que uno puede hacer. Actualmente ya se están haciendo cosas en Navarra en torno al flamenco, se está programando flamenco cuando antes no se programaba, por ejemplo en el ciclo Kultur del Gobierno de Navarra; en Casa Sabicas se realiza flamenco durante el año, hay escuelas de flamenco, a través de salas en Pamplona y Navarra también se está empezando a programar, así que poco a poco se va sumando. Hay que trabajar y nosotros, en lo que podamos apoyar a iniciativas privadas o públicas, tenemos siempre las puertas abiertas.

Y el proyecto que iniciaron de recaudación para restaurar la tumba de Sabicas, ¿en qué punto se sencuentra?

El proyecto sigue vinculado a la compra de entradas del festival, y es una donación voluntaria. El año pasado la respuesta en cuanto a acogida fue positiva, en términos de donación no fue lo esperado, pero nosotros insistimos. Hay una letra que dice que a fuerza de mucho golpe hasta el hierro se quebranta... Vamos poco a poco, no exigimos sino que planeamos una cuestión, y estoy seguro de que al final lo conseguiremos.

¿Qué representa para Arturo Fernández el flamenco?

Para mí el flamenco representa inicialmente una emoción, y para que te emocione alguien te lo tiene que transmitir. A partir de ahí, cuando ya das un paso adelante y empiezas a profundizar en la guitarra, en el cante y el baile, te das cuenta de que el flamenco es un arte muy culto, sumamente complejo, pero al mismo tiempo muy sencillo. La sencillez reside en que un cantaor o una bailaora te pueden romper en el sentido más emocional simplemente con un giro o un paso de baile, con una guitarra. El flamenco es sentimiento y representa de manera perfecta el universo de las emociones.