Sophie Auster (Nueva York, 1987) ha llegado a Pamplona en compañía de su marido, el fotógrafo Spencer Ostrander, y del hijo de ambos, Miles, nacido el pasado enero. La cantautora y compositora neoyorquina se encuentra en España presentando su nuevo disco, Milk for Ulcers (Leche para las úlceras), un álbum catártico en el que ha volcado los sentimientos y las emociones vividas en un año especialmente significativo y duro para ella, en el que ha sido madre y ha perdido a su padre. Asegura que todavía está en el proceso de asimilar esta ausencia, y que le impulsa la certeza de que la vida hay que vivirla, a pesar de que traiga dolor.
¿Cómo acoge los encuentros con el público como el que le ha traído a Pamplona, en una biblioteca? Es la música la que le trae a España, pero de alguna manera también está aquí por la literatura de sus padres. ¿Cómo se siente?
Me siento como en casa.
¿Siente que en cierta manera está todo unido, que aunque su disco sea obra solamente suya, de Sophie Auster, late en él el legado de sus padres?
No lo creo, son cosas diferentes. Evidentemente he crecido con mis padres y alguna influencia tengo de lo que he vivido en casa y de lo que ellos han hecho, pero mi música es algo totalmente aparte, separado del legado de mis padres.
"Todavía estoy asimilando la muerte de mi padre, han pasado solo seis meses... No se puede apartar la tristeza en un momento"
Con la pregunta me refiero a los sentimientos que impregnan su música, y en concreto su último disco, Milk for Ulcers, que están ligados a vivencias familiares.
Sí, evidentemente están ligados, pero hay que separar muy claramente lo que es mi padre escritor de lo que es mi padre como padre biológico. En este disco incluyo una canción dedicada a él, Blue Team, pero habla de él como padre, no como escritor famoso y de éxito.
En este año ha sentido la alegría y la tristeza más grandes. Nació su primer hijo y perdió a su padre. ¿Qué ha aprendido o qué ha conocido de sí misma en este proceso?
Bueno, supongo que estoy todavía en el proceso, la muerte de mi padre está muy reciente, solo han pasado seis meses... Mucha gente se piensa que puedes apartar la tristeza en un momento y no es así. Estoy en el proceso de asimilarlo, pero sí he aprendido que quiero vivir la vida, tirar adelante y, sobre todo, enseñarle eso a mi hijo Miles, que tiene ahora nueve meses.
La maternidad es una vía de aprendizaje, de evolución y autoconocimiento, ¿lo siente así?
Sí, estoy totalmente de acuerdo.
"He crecido con mis padres y claro que me han influido, pero mi música es algo totalmente aparte, separado de su legado"
En un mundo tan material y tecnologizado, ¿cómo ve el momento para crear una música como la que usted hace, en la que apuesta por los sentimientos, con canciones muy de piel, de cercanía, de afectos y de ternura, tal y como se refleja en el videoclip que acaba de lanzar del primer single del álbum, Look What You’re Doing To Me?
Está claro que hay mucho ruido alrededor del mundo, pero al final todos somos seres humanos y nos movemos por sentimientos, y yo he querido separarme de ese ruido. Quiero que mi música y mi arte graviten en torno a los sentimientos y la cercanía hacia las personas, que es lo que creo que la gente realmente valora, independientemente de que el mundo sea más o menos material y tecnologizado.
¿Cree que a partir de la vivencia de la pandemia valoramos todavía más si cabe esta cercanía, estos afectos?
No lo sé... No sé si la pandemia nos ha cambiado tanto. Yo creo que más bien la pandemia es algo que los seres humanos queremos olvidar porque no fue una cosa buena. Sí es verdad que cuando se empezó a retomar la actividad había más alegría y proximidad, pero a medida que ha ido pasando el tiempo todo el mundo ha querido y quiere olvidarse de la pandemia y volver a ser como era. Y por este motivo todas las películas que se han hecho sobre la pandemia han sido un desastre, porque nadie quiere recordar esos días (ríe).
"Tengo una relación especial con España, es un país emocionalmente muy abierto y siento que la gente abraza mis palabras"
¿Qué es la música para Sophie Auster? El arte en general, pero en particular la música.
La música a veces es algo que te viene y que tienes urgencia de sacar. A mí lo que me mueve es buscar la manera adecuada de tirar con la música hacia adelante, y con cualquier arte con el que me relacione. El mundo sin arte, y en particular sin música, sería un lugar bastante vacío.
¿Cómo es ahora su relación con la escritura? En su día escribió poesía...
Todo lo que escribo hoy en día son las letras de mis canciones.
¿Y su relación con la lectura? ¿Qué libro que haya leído últimamente recomienda?
Hay un libro maravilloso, divertido y muy interesante que recomiendo leer: Oreo de Fran Ross. Tiene años, es un libro de los 70 que ahora ha vuelto a despertar interés, y es la historia de una chica que se describe a sí misma como mitad judía y mitad negra. Un buen día su madre decide que ya es hora de que parta a la aventura de encontrar a su padre biológico, un hombre que le dejó unas pistas para ser encontrado. Hay muchos personajes y lo curioso es que al inicio del libro hay un índice para saber qué personaje es quién y poderlos seguir.
"Hay mucho ruido alrededor del mundo, y con mi música busco distanciarme de ese ruido"
En su último libro, Baumgartner, su padre Paul Auster trata el tema de cómo seguir viviendo con la ausencia de la persona amada. Una situación que se asemeja a la situación en la que usted, su propia hija, está ahora...
Sí, es un libro hermoso. Y es una situación extraña. Él sabía que algo le estaba pasando y lo curioso de este libro es que habla de un hombre que pierde a su mujer. Yo soy su hija y el proceso es diferente, pero sí, también tengo que aprender a vivir con esa ausencia.
La literatura de su madre, Siri Hustvedt, está atravesada por la perspectiva de raíz feminista. ¿Cómo ve el momento del feminismo, cree que se avanza?
Durante mucho tiempo el movimiento feminista ha estado roto, escindido, se ha movido por dos extremos. Pero sí hay unas bases y unas líneas maestras en cuanto a la lucha por la igualdad en muchos ámbitos que no tienen que cambiar, y en eso sigo a rajatabla el modelo de mi madre.
Ha elegido España como primer país de Europa para presentar su nuevo disco, ¿se siente especialmente vinculada a él?
Sí, tengo una relación personal especial con España, creo que es un país emocionalmente muy abierto, y de hecho cuando doy mis conciertos o hablo con gente me siento muy a gusto, porque siento que la gente abraza mis palabras.