Un epé y un buen número de conciertos dan fe del vuelo que está elevando al grupo de Villava-Atarrabia.

El grupo se formó en agosto de 2022. ¿Cuál fue el germen de la banda?

(Karmele) Nos juntamos con la excusa de un concierto que nos propusieron en fiestas de Villava. Ainhoa, Jaione y yo llevábamos tiempo hablando de hacer un grupo de chicas. Ainhoa y yo solíamos tocar en acústico y nos apetecía hacer un grupo más marchoso, por así decirlo. Nos conocemos desde pequeñas. Nos faltaba un bajista y se lo propusimos a Aritz, con el que había coincidido en un grupo en bachiller. Después del concierto de Villava nos llamaron de Leiza, de Mendillorri… Ese fue el comienzo. 

Por entonces hacían versiones: Belako, Shego, Hofe, Él Mató A Un Policía Motorizado… Entiendo que esas eran las influencias que compartían.

(Aritz) En gran parte, sí. Era el tipo de música que queríamos tocar.

¿Cómo se sintieron en aquel concierto de Villava, mostrándose como grupo por primera vez delante del público?

(Ainhoa) Habíamos tenido alguna experiencia anterior en otros proyectos, pero teníamos unos nervios… Encima no había equipo de música, tuvimos que pedirles a amigos que nos prestaran material, micros para la batería… Nos pasó de todo, pero estuvo muy bien, fue como un aprendizaje. Habíamos comprado la batería nueva, fue la primera vez que la montamos. Con el dinero que nos pagaban, compramos la batería. Los ensayos los habíamos hecho con cachitos de batería. Ainhoa se olvidó la cejilla… Era como estar entre amigos.

Y rápidamente comenzaron a llamarles de otros sitios.

(A) Sí, de Leiza, de Mendillorri… Yo soy de Mendillorri, pero no estoy metido en el núcleo que organiza los conciertos. Fue otro grupo el que nos propuso. 

(K) Es que no había otro grupo haciendo la música que hacemos. Ahora tampoco hay tantos.

¿En qué momento dejaron las versiones y se lanzaron a componer temas propios?

(N) Fue a raíz de ver que a la gente le gustaba lo que estábamos haciendo. Queríamos hacer algo nuestro, evolucionar. Nos salió de manera automática. Nos costó un poco ponernos, hicimos dos parones, pero en seguida cambiamos el chip.

¿Y cómo crean las canciones? ¿Tocando todos juntos en el local? ¿Cada uno trabaja por su cuenta y luego ponen todo el común?

(A) Es bastante orgánico. Casi siempre alguien lleva una idea, creo que nunca hemos empezado a componer estando las cinco en el local. Alguien trae una idea y el resto va añadiendo cosas. Unos días avanzas más, otros menos… Estas canciones se cerraron poco antes de grabar.

Las letras están mayoritariamente en euskera, aunque también hay alguna en inglés. ¿Qué quieren expresar con ellas?

(K) En los conciertos, noto que algunas letras las interpretamos con cierta rabia, un enfado con según qué cuestiones. Bidelagun habla de perder un amigo, de saber perdonar y dejarlo ir. 

(N) Son experiencias muy universales. (Ez hain) Berria tiene un trasfondo más político, critica un poco el discurso de odio generalizado. Son situaciones que hemos vivido todas: nosotras, nuestras amigas…

"Llevamos diecisiete conciertos desde verano. Es muy fuerte, nos sentimos muy privilegiadas"

Karmele Gurbindo - Miembro de Naxker

¿Y cómo consiguen compaginar el grupos con sus vidas? ¿Les resulta sencillo encontrar huevos para juntarse en el local?

(K) Normalmente ensayábamos los domingos. Ahora, como tocamos bastante, los ensayos suelen ser los propios conciertos. Está bien, porque hemos dado muchos. Cuando podemos, quedamos y aparecemos dos, tres… los que podemos. 

(A) Tenemos una regla: si estamos tres o más, el ensayo sigue adelante. No siempre podemos coincidir las cinco por temas de estudios, trabajos…

Grabaron el epé, 'Matxenia II', en el estudio de Josu Erviti.

(A) Yo había grabado allí con mi anterior grupo. Josu ha grabado a muchos grupos de por aquí. Miramos más opciones y nos decantamos por él. Ha sido también el productor del disco.

(K) Nos lo habían recomendado. Íbamos inocentemente, era nuestro primer epé. Nos ha ayudado mucho y hemos estado super cómodas, nos ha dado mucha seguridad. Estamos muy contentas. A nuestras familias y amistades también les ha gustado, y eso que suelen ser críticas (risas).

¿Cómo lo están moviendo? ¿Dónde puede comprarse?

(I) Lo vendemos por Instagram, por correo electrónico y en los conciertos. Estamos tocando mucho; sobre todo, después de la salida del disco. 

(K) Llevamos diecisiete conciertos desde verano. Es muy fuerte, nos sentimos muy privilegiadas, porque nos llaman de los sitios para tocar. ¿Cómo lo estamos moviendo? Pues no lo sé, somos muy novatas…

Lo que toca ahora es presentar el epé en directo. ¿Qué planes tienen a medio plazo?

(A) Haber sacado el primer disco te motiva a seguir haciendo cosas. Ves que la gente lo ha recibido bien y eso te retroalimenta. Después de haber dado algunos conciertos, ya queremos volver a empezar todo el proceso. También queremos seguir componiendo para ir quitando versiones del repertorio y hacer conciertos de temas propios.

(K) Sí, ese es el primer objetivo. También está siendo muy guay, porque hasta ahora hemos tocado en Navarra, pero ahora vamos a mover también por Euskadi. Nos motiva conocer sitios diferentes. Flipamos cuando vemos que la gente canta las canciones, aunque sean cinco o diez personas. Ahora nuestros conciertos son más punkis de actitud, aunque hagamos pop. Son más disfrutones.

¿Y mirando más a largo plazo? ¿Dónde se ven dentro de cinco años? ¿Les gustaría que la música fuera su profesión? Ahora pueden dar rienda suelta a sus sueños…

(K) (Risas) Está muy bien soñar, pero es complicado. Lo que me gustaría es tocar lo máximo posible, ir a sitios lejanos, conocer gente… Compartir con otros grupos. Me parece difícil verme dentro de cinco años de una forma profesional, es muy complicado. Para mí, el objetivo es seguir con la misma ilusión. 

(I) Cuanto más crezca el grupo, mejor.

(K) ¡Una gira por Inglaterra! (Risas)

(I) Tocar en el extranjero estaría guay… O ya no solo quedarnos en Navarra y Euskadi, sino salir a otras comunidades… Vivir la experiencia de tocar en algún festival un poco grande… 

(A) Sí, eso sería genial.

(I) Es que… no sabemos dónde nos va a llevar esto. De momento, vamos a verlas venir y a disfrutar.