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Beatriz Areta Cebrián: “Este libro es un homenaje a todo lo que mi madre me ha dado”

La escritora presenta su libro el día 12 de diciembre a las 19.00 horas en la Biblioteca de la Txantrea

Beatriz Areta Cebrián: “Este libro es un homenaje a todo lo que mi madre me ha dado”Iban Aguinaga

Beatriz Areta Cebrián, escritora pamplonesa, presenta su primer libro Ahora que no estás, te puedo ver, una obra emotiva que recoge 21 cartas escritas a su madre después de su fallecimiento. Lo que comenzó como un proyecto personal, nacido del recuerdo, se ha transformado en un testimonio sobre los lazos maternos y la sanación emocional. En el libro, Areta no solo recuerda a su madre, sino que también invita a los lectores a reflexionar sobre su propia relación con figuras familiares y el proceso de reconciliación con el pasado. Aunque la autora ha encontrado en la escritura su refugio emocional desde muy joven, esta obra marca su entrada en el ámbito literario profesional. El día 12 de diciembre, a las 19.00 horas, Areta compartirá su obra en la Biblioteca de la Txantrea, en un evento personal y conmovedor como el contenido del libro.

 “Siempre he escrito, aunque nunca lo había hecho de forma profesional”, confiesa Beatriz Areta, quien explica que la escritura ha sido siempre su refugio emocional. Fue la enfermedad de su madre lo que otorgó un giro trascendental a su impulso creativo, transformando ese acto privado en algo mucho más grande.

“El cáncer de mi madre fue un shock. Fue un golpe tan fuerte que me obligó a confrontar emociones tan intensas y a encontrar una necesidad irrefrenable de expresarlo todo”, recuerda la autora, al tiempo que reconoce que el dolor por la enfermedad de su madre la llevó a escribir de manera casi obsesiva. “Escribir y escribir era lo único que podía hacer”, confiesa.

En un principio, el proyecto estaba destinado a ser un ejercicio privado, un legado personal para su madre y para las generaciones futuras, especialmente para sus hijos. “Este libro es un homenaje a todo lo que mi madre me ha dado”, quería que su madre fuera recordada de manera íntima y cálida, con todas las pequeñas cosas que habían compartido juntas. Sin embargo, un cambio de perspectiva llegó cuando Areta conversó con su editor literario, Daniel Ramos. “Él vio algo más allá en esas cartas. Me animó a dar el paso, a compartir estas cartas con el público, a que llegaran a otras personas”, recuerda la autora.

 El libro no se limita a ser una simple recopilación de recuerdos, sino que se convierte en un homenaje a los valores fundamentales que definieron la vida de su madre. La escritora, junto con su familia, se embarcó en un ejercicio de introspección en el que cada miembro escribió los valores que sentían que representaban a su madre. “Fue un ejercicio hermoso. Cada uno escribió valores que definían a mi madre, y coincidimos en casi todos”, cuenta Beatriz Areta, quien reconoce la importancia de estos valores en su propia vida y en la de sus hijos.

A pesar de lo profundamente personal que es la obra, está convencida de que Ahora que no estás, te puedo ver puede resonar en cualquier lector, no solo con aquellos que han tenido una relación ideal con sus madres, sino también con quienes necesitan sanar heridas del pasado, reconciliarse con sus figuras maternas o encontrar paz en el recuerdo. 

En muchos casos, las cartas son un viaje hacia los pequeños detalles de la vida cotidiana, momentos aparentemente insignificantes que “solo se aprecian cuando ya no están”, explica la autora, quien, a través de su obra, invita a los lectores a redescubrir y valorar esos momentos fugaces en su sencillez. 

 El parque fluvial del Arga ​fue otro de los grandes compañeros de Beatriz Areta en su proceso de escritura. Un lugar que reflejaba su propio estado interior. “Era mi refugio. Cada mañana bajaba al parque y allí me conectaba conmigo misma”, comparte la autora. 

No es casualidad que la última carta del libro esté dedicada a este parque, un lugar tan significativo para ella, que simboliza el cierre emocional de este proceso. La única ilustración del libro, realizada por la artista Isabel Troy Díaz, retrata precisamente el parque fluvial, materializando la conexión entre la naturaleza y la escritura. “Decidí que debía estar en la última carta, como un homenaje a todo lo que el parque me dio”, recuerda la autora.

 El título de la obra, Ahora que no estás, te puedo ver, surgió en una conversación con su editor. “Fue él quien lo sugirió, y en ese momento supe que era perfecto”. Beatriz está convencida de que si su madre pudiera leer este libro, estaría muy orgullosa. No tanto por el hecho de que su vida y su memoria están presentes en las páginas, sino por algo mucho más importante: por haber tomado el camino que su hija eligió por sí misma. Para su madre, siempre fue una prioridad que las mujeres de su familia tomaran las riendas de su propia vida, que fueran autónomas e independientes. Y por eso, aunque ella era muy humilde y probablemente no habría deseado tanta atención sobre su figura, Beatriz sabe que su madre estaría, sobre todo, orgullosa de verla seguir su propio camino.