El evento Bresh, conocido como “la fiesta más bonita del mundo”, se estrenó el sábado en Pamplona. Una experiencia de más de ocho horas de música que se vivió en el Pabellón Navarra Arena, transformado para la ocasión en “un escenario de diversión sin límites”. Desde reguetón hasta pop, pasando por dancehall, rock y electrónica se pudo bailar en esta fiesta, cuyo concepto nació en Argentina como alternativa a las discotecas tradicionales y que han popularizado con su asistencia muchos famosos.