Manuel Asín, director artístico de Punto de Vista, comenta las películas que ha elegido este año para abrir y cerrar el festival.

¿Qué puede comentar de la película de inauguración y de la de clausura? 

–Las dos se enmarcan en esa dinámica de recuperación de obras, de mirar el cine del pasado como cine contemporáneo, como películas que tienen una relevancia hoy. En el caso de Tent City, de Miñuca Villaverde, este trabajo mantiene la línea de visibilización de cineastas mujeres, sobre todo veteranas, cuya obra no estaba todo lo reconocida que debiera.

Es una película que registró un acontecimiento muy importante para el exilio cubano.

Ten City creó esa imagen de la ciudad de carpas militares donde se alojó a unos refugiados cuyo estatuto en ese momento era confuso. Miñuca miró frontalmente aquella situación y, de alguna manera, contrastó el relato oficial de lo que realmente eran las personas que estaban viviendo aquello. Al mismo tiempo, cabe destacar que aquello era un campo de refugiados, de concentración,bajo un puente de Miami, y lo que políticamente representaba eso dentro de la relación que mantenían entonces Estados Unidos y Cuba. Miñuca mira eso y lo hace sin juzgar, lo que hace que cristalice una imagen que todavía hoy es muy fuerte.

'Tent City'. Cedida

Y muy actual.

–Sí, porque es una imagen que nos puede hablar también de lo que supone la experiencia de tantos refugiados a día de hoy. Esta película aborda una cuestión absolutamente clave de nuestro tiempo, lo que revela el potencial documental del cine por la capacidad de registro muy inmediata que tiene.

¿Qué hay de ‘Sepio’? Frans van de Staak parece indefinible.

–Y lo es. Es difícil de clasificar porque, en el fondo, su obra habla de lo que el cine puede hacer. Jean-Marie Straub dijo que van de Staak era el único heredero de Dziga Vértov, que fue un cineasta que no dio por sentado absolutamente nada y tomó el cine como un campo para crear relaciones completamente nuevas, que, además, en el fondo eran relaciones sociales y políticas. Sesenta años después, van de Staak que experimentaba abiertamente con su cine y eso, que puede ser muy sorprendente de primeras, creo que nos puede abrir a un conocimiento del mundo mucho más complejo, fino y preciso. En concreto, hemos elegido Sepio porque nos parece una buena manera de acercarse a su obra, ya que es una de sus películas más luminosas. Terminar mi etapa en Punto de Vista con esta película mí me deja contento. Es una declaración de intenciones, en cierto sentido.