Aarón Romero y Asier Cuiral: “Queremos crecer como grupo y ver hasta dónde podemos llegar”
Tras un comienzo de lo más ilusionante, la banda navarra Linaje publica su primer disco, 'Desataron a los perros'. Así es exactamente como se sienten: con ganas de salir a morder.
Publican ahora su primer disco, pero no son unos desconocidos: han hecho bastantes conciertos, han tratado con la prensa, han lanzado varios singles… ¿Sienten que es ahora cuando de verdad se la juegan?
–(Aarón) Sí, ahora empieza todo. Como bien has dicho, aunque ya hemos tenido un poco de recorrido, este es un punto de inflexión en esta gira. Va todo muy bien, pero, hasta ahora, es posible que las entradas que hemos vendido no fuesen nuestras; es normal, igual la gente iba a ver qué hace el hijo del gordo (risas), porque no podían escuchar nada nuestro. Ahora ya sí, tenemos un disco en la calle y las entradas que vendamos será por lo que hagamos, el público decidirá si quiere volver a vernos o no. Vamos a intentar que todo salga bien, estamos cuidado hasta el más mínimo detalle.
¿Y cómo dirían que se sienten? Nerviosos, ilusionados, seguros de sí mismos…
–(Asier) Con muchas ganas, y también con incertidumbre. Queremos ver cómo reacciona la gente. Hasta ahora, la recepción de los singles ha sido muy buena, la gente los cantaba en los conciertos a pleno pulmón. Ojalá pase lo mismo con el resto del disco.
El título del disco parece reflejar este momento que vive la banda: Desataron a los perros. Van a por todas.
–(Aarón) Eso es. La gente se va a quedar ojiplática, porque ha salido una banda de chavales de 18 años con muchas ganas de hacer rock’n’roll. Nadie sabe qué va a pasar con nosotros, no tenemos experiencia, pero hemos preparado un buen espectáculo. Y barato, hemos puesto las entradas a 12 €.
Se ha retrasado la salida del disco, ¿no? Estaba prevista para finales de año.
–(Aarón) Nosotros teníamos mucha ansia, pero en la oficina nos han transmitido calma. Tenían razón, porque así ha quedado mucho más bonito.
–(Asier) Es que un disco no es solo grabarlo y ya está, hay mucho trabajo detrás que está haciendo el equipo de El Dromedario: diseño, maquetación, fabricación, comunicación…
El disco se grabó en el último trimestre de 2024. ¿De cuándo son las canciones?
–(Aarón) Cuando hablamos, en julio, te dije que todas las canciones eran mías, pero ahora, en los meses que han pasado, hemos hecho tres canciones nuevas entre todos y se han quedado en el disco. Las otras son mías, pero en el estudio las hemos trabajado y han cogido el sonido del grupo.
Las letras tienen bastante intención poética.
–(Aarón) Es lo que he visto en casa. No he sido un chaval raro, pero he recibido una cultura indudablemente diferente a los demás. Cuando era pequeño le pedía a mi padre que me escribiera un poema para mi cumpleaños. No dejo de hablar de lo que hablan los chavales de mi edad: amigos, amores, familia, de dónde vengo, a dónde quiero ir… Hablo de eso, pero con ese matiz poético al que te refieres.
Y en ese sentido, ¿es más como su padre, Kutxi, que lee mucho y escribe muy bien, o como su tío Martín, que dice que no lee nada pero también escribe muy bien?
–(Aarón) Creo que soy el punto medio de los dos. No me gusta leer novelas, lo que me gusta es investigar. Estoy leyendo cualquier cosa o viendo la tele, doy con una palabra que me llama la atención y me gusta estudiarla, saber de dónde viene. No soy un gran lector, pero me gusta aprender. Y seguiré aprendiendo. Cuando acabé las letras, había algunos errores gramaticales que tuve que pulir. La poesía sí que me gusta bastante.
¿Qué papel ha jugado el productor, Kolibrí, en el resultado final del disco?
–(Aarón) De padre (risas). Le ocupábamos el estudio. Llegábamos veinte chavales a beber cerveza y tenía que hacer más de padre que de productor (risas). Es un maestro, aunque él no se quiera denominar así. Hemos aprendido mucho con él. Es una persona maravillosa, espléndida, tiene muchísima calidad humana. Igual hay productores con los que el disco hubiera sonado mejor, no lo sé, pero estoy seguro de que con ninguno nos hubiésemos sentido más cómodos.
–(Asier) Cuando entramos al estudio, llevábamos el disco muy pensado en la cabeza, pero él sugería cambios y acertaba siempre.
En el disco colaboran muchos amigos (Ángel Ocray, Arantxa Mendoza, El Cordobés…). Y Albertucho, que canta en Querida libertad.
–(Aarón) Con esto seguí un consejo que me dio Kutxi: “No hagas como mucha gente, que llama a cualquiera para colaborar en cualquier canción; llama a alguien solo si la canción te lo pide”. Musicalmente, creo que Albertucho me ha influido más que Kutxi. Cuando cantaba esa canción en los ensayos, ya lo hacía imitando la voz de Albertucho, la canción me lo pedía. La colaboración fue muy fluida: le gustó la canción y la cantó en diez minutos. Es una maravillosa persona.
Vienen de una tradición clara de rock, por herencia familiar y por gustos, pero el disco no suena a ningún grupo concreto, tiene un sonido propio.
–(Aarón) Eso mola. Si hubiese sido solo por mí, seguramente el disco sonaría más parecido a lo que me gusta, pero somos cinco y cada uno aporta su visión. Gracias a eso hemos conseguido un sonido propio. Habrá quien pueda decir que sonemos a Marea o a Bocanada, pero creo que no es así. No hemos inventado nada, pero gracias a un montón de cosas diferentes hemos conseguido sacar un disco que suena a Linaje.
La última canción, Aún me duele, tiene algo especial, quizás por estar grabada en directo.
–(Aarón) Llevaba tiempo escuchando a Carlos Chaouen y salió esa canción. La hice con Julen Caba. Era una canción tan sensible que pedía ser grabada en directo, de una sola toma. No queríamos repetir partes ni cortar y pegar. Tenía que transmitir la intensidad del momento.
Tienen ya anunciadas bastantes fechas en salas y festivales. ¿Cómo afrontan la gira?
–(Asier) Tenemos mucha ilusión y muchas ganas de pasárnoslo bien en esta gira. Vamos a enseñar nuestro trabajo, del cual estamos muy orgullosos.
–(Aarón) De momento hemos anunciado nueve salas y ya se han agotado las entradas en cinco. Hay más fechas por anunciar, festivales… Nos gusta más tocar en salas, que es donde el público va a verte a ti. Los festivales también molan, te enfrentas a otro público, estás con otros grupos…
Está claro que su objetivo es pasárselo bien, pero, más allá de eso, ¿se marcan algún tipo de meta o expectativa con este disco?
–(Aarón) Ojalá demos un paso y crezcamos como grupo. En Madrid, por ejemplo, cogimos una sala ciento ochenta y la llenamos; luego cogimos una de trescientas y también se agotó; dentro de un tiempo volveremos a otra más grande. Queremos ir creciendo y ver hasta dónde podemos llegar. Escucha aquí 'A la luna le sobran canciones'.