Mertxe Sueskun descubre su juego con el arte
El Museo de Navarra dedica una exposición antológica a la veterana artista pamplonesa: 'Jugando, cuento / Jostatuz, kintatu egiten dut'; un evocador recorrido por más de cuatro décadas de creación escultórica
Mertxe Sueskun (Pamplona, 1946) tiene claro que el día que deje de divertirse con el arte, lo dejará.
Más de cuatro décadas lleva jugando a este juego serio que es para ella la creación, y en el que se descubre ahora al público navarro en la exposición antológica Jugando, cuento / Jostatuz, kontatu egiten dut.
Contemporaneidad y verdad
El Museo de Navarraacoge hasta septiembre la primera gran muestra de esta artista capaz de construir evocadoras piezas con unas cerillas, unos peines, algodones, una brocha, fibras vegetales, alabastro, alambres o cajas y recortes de cartulina.
Su arte respira contemporaneidad y verdad. Honestidad. Se vincula –y nos vincula– con la tierra, con la naturaleza, con lo femenino y los dones que resuenan en esa condición, como el poder de dar vida, y otros muchos que ojalá resonasen en todas las personas: el gusto por compartir, por hacer un espacio habitable, cálido y acogedor; el afecto, el cuidado, las caricias.
Todo ello y más late en la obra de Mertxe Sueskun, que abre ventanas en la sala de exposiciones temporales (planta baja) del Museo de Navarra en un interesante recorrido que refleja una evolución hacia la ligereza en la escultura a través de 52 piezas agrupadas en “cuatro constelaciones que responden a características formales, materiales y afectivas”, ha explicado este jueves por la mañana en la presentación de la muestra su comisaria, la también artista Txaro Fontalba.
Cuatro constelaciones que agrupan obras
Esas cuatro constelaciones son: Gramáticas textiles, Vocabularios geométricos, Poemas materiales y Espacios de juego.
“Gramáticas textiles porque una constante en la escultura de Mertxe Sueskun es el empleo de fibras vegetales y de telas, desde los años 80 hasta hoy, en piezas que evocan su infancia, la casa, el agua, la naturaleza..., y en las que lo textil se integra en el hacer coexistiendo con otros materiales”, comenta Fontalba.
Vocabularios geométricos hace alusión a que “la geometría es el fundamento de la escultura de Mertxe Sueskun, y esta muestra da fe de ello. Es una geometría que no está reñida con lo figurativo, que no tiene por qué ser fría, al contrario, es cálida, sensorial, dialoga con lo femenino, lo orgánico, lo vital, y en ella cobra especial relevancia el círculo en un sentido amplio, que es clave en su imaginario formal”.
“El arte es para Mertxe Sueskun un juego divertido y a la vez muy serio: se juega ahí su verdad personal”
La constelación Poemas materiales se explica por el hecho de que Mertxe Sueskun ha sido –y sigue siendo– una recolectora incansable de objetos manufacturados y restos de materiales industriales, de fragmentos donde interviene lo accidental.
Y los Espacios de juego aluden al juego del arte o el arte como juego. “Es la parte que más loca me ha traído a la hora de estructurar y pensar esta exposición”, reconoce la comisaria, añadiendo que Sueskun “está siempre abierta al juego y al azar de la experiencia”, así como a todo lo que le puede aportar “la intuición” en cada proceso creador.
El tablero de juego es “el reino de Mertxe Sueskun”, un juego que, aunque le divierte, “es para ella muy serio porque ahí se juega mucho: se juega su verdad personal”, destaca Txaro Fontalba aludiendo al título de esta antológica.
Lo vivido, volcado en la obra
A la pregunta de qué quiere contar con su arte, Sueskun duda: “No lo sé...Creo que forma parte de lo que he vivido. Y de lo que he leído, porque muchas obras surgen de libros, historias o relatos que me sugieren formas. Mirando la obra, me doy cuenta de que, sin quererlo, he volcado en ella parte de mí. Encuentro cosas conocidas y reconocibles. En mi vida he tenido que adaptarme a un hueco, a un espacio, a una situación, y eso se refleja en mis piezas, muchas de ellas enmarcadas; y en ese espacio me muevo. Pueden parecer obras cuadriculadas, pero dentro de eso que está enmarcado se generan cosas interesantes”, dice la artista, en cuya trayectoria se ha mantenido alejada de los circuitos de exposición pública.
“En el momento en que deje de divertirme, dejaré de hacer arte; sufrir ya sufro por otras cosas”
El acontecimiento de inaugurar una antológica en el Museo de Navarra lo vive “de una forma normal”, dice esta creadora, muy consciente de que “en el arte, si no te ayudan un poquito, es muy difícil salir y que te conozca alguien más que la familia, los amigos... Es muy difícil salir de la nada, y especialmente para muchas mujeres”.
A lo que la comisaria Txaro Fontalba añade que “hay una falta de conocimiento histórica sobre todo de mujeres artistas y de la generación de Mertxe Sueskun; desde hace poco se está paliando esto, es algo muy reciente, y estamos viendo que las mujeres tenemos muchísima más sensibilidad”.
Todo un mundo
Para la directora del Museo de Navarra, Mercedes Jover, “es un momento feliz inaugurar esta exposición; tenía que hacerse, lo tuvimos claro desde que adquirimos dos piezas de Mertxe Sueskun en 2021; ahí supimos que había que dar a conocer la obra de esta artista de carácter sencillo y discreto, y con una trayectoria de largo recorrido” que ha dado como fruto un nutrido legado de obras.
El taller que Mertxe Sueskun tiene en Río Alzania (barrio de Azpilagaña) está repleto de piezas. Aquí se presenta una “esmerada selección” que recoge la esencia de cuatro décadas de un trabajo abierto, que continúa alumbrando nuevas y sugerentes creaciones.
La mezcla de asombro, interrogación y de esa calidez que da el sentirse en casa se experimenta ante las piezas de esta artista hecha a sí misma, que quiso aprender a soldar para no tener que depender de nadie a la hora de materializar una idea en escultura.
Una sencilla composición con un par de peines es en la mirada de Mertxe Sueskun todo un mundo de afecto y un canto a la diversidad.
EN PARALELO
- Visitas acompañadas. Este domingo 30 de marzo, a las 11.30 y a las 12.30 horas se proponen dos visitas a la exposición acompañadas por la propia artista, Mertxe Sueskun, y la comisaria de la muestra, Txaro Fontalba. Entrada libre previa retirada de invitación
- Talleres, mesa redonda. Hay previstas otras visitas acompañadas en domingo por la mañana, talleres familiares las tardes de los sábados de mayo y una mesa redonda, cuyos detalles se anunciarán próximamente. Los talleres escolares y los de Semana Santa, con inscripciones ya abiertas, estarán dedicados a esta muestra.
- Catálogo a la venta. La exposición de Sueskun se enriquece con la edición de un catálogo, a la venta por 15 euros, con textos de Txaro Fontalba y Ane Lekuona-Mariscal, así como reproducciones de obras.
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