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Música

Crítica del concierto de La Pamplona en el Privilegio de la Unión: La Pamplonesa más musical

Crítica del concierto de La Pamplona en el Privilegio de la Unión: La Pamplonesa más musicalOskar Montero

El timbre de una banda de música le va muy bien al “Musical”, ese género transfronterizo entre la ópera y la música pop, que culminaran en su día Gershwin y Bernstein, y que ha adquirido un auge –y también una calidad– inusitado en nuestros días. Hay que decir, de entrada, que todas las transcripciones para banda, que escuchamos, fueron magníficas, y que, en algunos tramos, adquieren una especial brillantez de sonido en una banda de calidad como es La Pamplonesa.

El popular concierto del Privilegio de la Unión –casi, ya, un clásico– llenó la plaza del Castillo en una noche de encargo en la puñetera climatología iruñesa. La gente acomodada en sillas tiene actitud de concierto; los sentados en los setos de hierba, recuerdan esas jornadas de los festivales musicales de la campiña inglesa; otros deambulan y se saludan, con la música de fondo; y los críos, en su “perpetuum mobile”, más festivos que nunca. Y, sin embargo, nada molesta. El ambiente es ese. Y la música, discretamente amplificada pero que no distorsiona los instrumentos, se impone, para goce de todos. Con buen criterio, Egea, el titular, ha elegido un programa que ya está en el oído de la mayoría: los grandes musicales de Broadway. Y los que están de pié, hasta bailan los temas más danzables.

Comienza la velada con la obertura de Girl Crazy, que ya plantea muy bien el cariz que van a tomas las versiones: ritmo bien asimilado por los intérpretes, y hermoso empaste en maderas, metales y percusión. Por el espacio en donde se desarrolla el concierto, ganan lo reguladores en crescendo y las conclusiones finales en matiz fuerte; pero me llamó la atención, también, la precisión de los compases más rítmicos, con una verdadera exhibición de soltura en el “staccato”, (esas notas más picadas, sin arrastres), que tanto se da en el musical. En el “Fantasma de la ópera” es muy brillante el paso del comienzo en matiz piano al fuerte. Las intervenciones solistas, son otra baza de la banda: corno inglés con la melodía, oboe, trompeta… y bombardino, ese instrumento de sonido tan redondo que ya ha quedado como genuino de la banda. En “Cabaret”, de nuevo sorprende la agilidad y soltura de la formación en la versión muy bailable que hace Egea, con las trompas bien temperadas y mando de la batería. Lo mismo en “My fair lady” (de nuevo el oboe) contrasta los temas más líricos con los más desenfadados. “Los Miserables” aportan un sinfonismo más trascendente; manda el empaste de los momentos en los que se culminan sus partes; la banda suena grandiosa. Y “West side story” (siempre una piedra de toque para cualquier conjunto) fue el broche de oro del buen criterio y entendimiento que tiene La Pamplonesa y su director, claro, del Musical como género. No es fácil lograr esa soltura rítmica en un conjunto numeroso. De propina la jota “Dominguera”, que una buena parte del público, encantado con la velada, bailó.

La Pamplonesa

J. Vicent Egea, dirección. Programa: Girl Crazy, de Gershwin; arreglo de John Glenesk. El Fantasma de la Ópera de A, Llyd Webber / J. de Meij. Cabaret de J. Kander / N. Leyden. My Fair Lady de F. Loewe /A. J. Lerner. Los Miserables de C. Shönberg / M. Peeters. West Side Story de L. Bernstein / W.J. Duthoit. Concierto del Privilegio de la Unión del Ayto. de Pamplona. Plaza del Castillo. 5 de septiembre de 2025.