DNA 2025 "refuerza" su presencia en Navarra y "amplía" su impacto artístico.
El programa de danza contemporánea concluye su edición con una jornada en Burlada que reúne a artistas, gestores y representantes culturales.
El programa de Danza Contemporánea de Navarra, DNA 2025, organizado por la Dirección General de Cultura - Institución Príncipe de Viana y la Fundación Baluarte, ha cerrado su edición este año con una jornada de clausura celebrada este lunes en la Casa de Cultura de Burlada. La cita ha reunido a compañías, gestoras culturales y representantes institucionales, y ha servido para hacer balance de las residencias artísticas desarrolladas entre mayo y septiembre.
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A lo largo de la jornada, se han compartido las experiencias de las residencias artísticas, tanto desde la perspectiva de las compañías como de los espacios participantes, todos ellos integrantes de la Red de Teatros de Navarra. Se ha puesto en común la evolución de los proyectos creativos a lo largo de las cuatro semanas de trabajo, la interacción con el público en cada territorio y la proyección de futuro de estas propuestas. "Además, programas como DNA contribuyen al desarrollo del tejido profesional de la danza contemporánea en Navarra, fomentando la colaboración entre artistas, la formación especializada y la creación de nuevas oportunidades culturales", señalan desde la organización.
La jornada ha finalizado con la presentación de conclusiones y desafíos futuros para la danza contemporánea en Navarra.
Oportunidad de investigación
Cuatro han sido las residencias artísticas desarrolladas en este 2025 en el programa DNA. Cada una con cuatro semanas de duración entre mayo y septiembre.
La propuesta, titulada 'ULTIMATUM', de la compañía Led Silhouette, se desarrolló del 4 al 31 de agosto en la Casa de Cultura Harriondoa, Lesaka. La residencia explora "la transición entre el derrumbe de un mundo antiguo y la lenta, incierta gestación de uno nuevo, a través de los cuidados, los afectos y la búsqueda de cambio".
El proyecto de residencia 'MI CARRERA', de Ane Sagüés y Paula Puchalt, que se desarrolló entre los meses de agosto y septiembre en la Casa de Cultura de Zizur Mayor. En esta residencia investigaron acerca de los roles sociales y la construcción del individuo. Esta propuesta es un solo de danza contemporánea que "cuestiona la búsqueda del éxito y la cultura del sacrificio en el arte y en la vida". Inspirándose en la épica del deporte y la estética de las carreras, la pieza pone el foco en "cómo la danza impone una visión del cuerpo como una máquina de rendimiento, sometida a la productividad y al esfuerzo constante, en lugar de ser un espacio de placer, juego o descanso".
Por su parte, la residencia 'ETENA EZ DENA' de la artista Olatz Larunbe, tuvo lugar en el Centro Cultural de Iortia, en Alsasua del 1 al 26 de septiembre. Esta propuesta es una pieza colectiva de danza y sonido en la que cinco intérpretes se sumergen en un flujo compartido de movimiento y pensamiento continuo, sin pausas ni detenciones. La obra investiga la interdependencia entre cuerpo y sonido, creando un ciclo en el que cada movimiento genera un sonido, y cada sonido provoca un nuevo movimiento. "Este diálogo constante construye un espacio escénico en transformación, donde las intérpretes atraviesan distintas fases dentro de un viaje circular e infinito".
Por último, en la residencia titulada 'ALTO VOLTAJE' de la compañía Dinamo Danza de Carmen Larraz, se desarrolló entre mayo y junio en la Casa de Cultura de Ribaforada, esta propuesta es una investigación escénica que busca conectar cuerpo, imaginación y mecánica cuántica. Dado que los fenómenos cuánticos no pueden experimentarse directamente a través del cuerpo, la pieza propone usar la imaginación como herramienta de percepción para explorar nuevas formas de sentir y pensar el movimiento. El proyecto busca así examinar cómo esta exploración imaginativa transforma la escritura artística del movimiento, abriendo caminos entre la ciencia, la danza y la experiencia sensorial, ha informado el Gobierno foral en una nota.
En DNA 2025, las residencias artísticas han continuado consolidando un espacio para la investigación y la experimentación. Cada residencia, con una duración de cuatro semanas, ha combinado procesos creativos con actividades de mediación y participación del público en los distintos territorios. Estas experiencias generan futuros estrenos que se presentarán en DNA 2026, "fortaleciendo la conexión entre artistas, espacios culturales y comunidades locales".
Colaboraciones transfronterizas y comunidad artística
El programa mantiene su colaboración con la red Atalak, impulsada por Dantzaz, que integra a Fundación Baluarte, CCN Malandain-Ballet Biarritz, Gipuzkoako Dantzagunea, Tabakalera y la Red de Teatros de Vitoria-Gasteiz. En 2025, Atalak ha ofrecido laboratorios de investigación con Joseba Yerro y las compañías Qabalum y Erain, con su taller grupal.
En 2025, DNA continuó la colaboración iniciada en 2024 con el festival Dansa València, celebrado del 5 al 15 de abril, con el objetivo de promover la diversidad cultural, fortalecer los lazos entre comunidades autónomas y difundir la creación contemporánea. Los organismos implicados fueron la Dirección General de Cultura - Institución Príncipe de Viana y la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo a través del Institut Valencià de Cultura, compartiendo el compromiso de enriquecer la escena artística estatal con perspectivas diversas.
En esta edición, la compañía navarra Qabalum presentó su obra Todo este ruido, fomentando el intercambio de conocimiento sobre artistas emergentes y procesos de danza contemporánea. Dansa València consolidó su papel como un festival de danza y nuevos lenguajes del movimiento, ofreciendo un espacio de encuentro, diálogo y miradas plurales. En la edición 2025, el programa DNA continúa tendiendo puentes con entidades de la Comunidad foral que tienen entre sus objetivos la promoción de la danza contemporánea y los nuevos lenguajes coreográficos.
Dentro del ciclo Museo en Danza, que organiza el Museo Universidad de Navarra, se han programado dos producciones surgidas de las residencias DNA 2024 y estrenadas en esta edición 2025: Todo este ruido, de la compañía Qabalum, y Sin fichero adjunto, de la compañía Erain. Ambas obras se representarán, respectivamente, el próximo 22 y 23 de octubre, a las 19.30 horas en el Museo Universidad de Navarra.
Dichas producciones, junto con el proyecto de Akira Yoshida, 'El porqué de los perdidos' y el de Aimar Odriozola y David Eusse, 'Acabarnos', se han exhibido en 18 espacios de la Red de Teatros de Navarra distribuidos por todo el territorio durante la edición de 2025.
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