No hubo sorpresa la noche del Planeta. Tampoco se esperaba. El nombre del ganador sonaba ya en los corrillos de la prensa desde la misma tarde del premio horas antes de la cena en que se falló y los rumores se confirmaron. Todo apuntaba a un hombre televisivo y mediático, un rostro conocido al estilo de Sonsoles Onega hace dos años y asi ha sido. Juan del Val, tertuliano televisivo y escritor, un “hombre de la casa”, ha sido el ganador del Premio Planeta 2025 con su novela Vera, una historia de amor.
Una decisión mas comercial que literaria que ha desatado las críticas desde diferentes ámbitos hacia el grupo editor y hacia el autor y que hizo que el propio escritor, que recibirá un millón de euros, se defendiera de los ataques antes de que llegaran, nada más recibir el premio en el escenario del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC). Desde allí, más contenido que emocionado, apeló a que “comercial y calidad no son necesariamente opuestos” cuando se habla de literatura. Toda una declaración de intenciones y de lo que se puede esperar de su libro, al tiempo que reivindicó el entretenimiento en todo lo que hace, también en lo que escribe. “Entretenimiento para mí es un respeto al lector para ponerle las cosas fáciles”, dijo apelando a una literatura con “vocación para que se lea”. Y aún fue un paso más con sus palabras al afirmar que “hay que convertir la literatura en un acontecimiento popular; se escribe para que te lea la gente no para las élites” .
Juan del Val, aseguró ante los medios que las criticas no le preocupan y que ya está acostumbrado a la exposición mediática, pero si dijo sentirse “maltratado por todos aquellos que hablan y critican mi libro y mi literatura sin haberme leído”.
Lectores y lectoras es lo que busca Planeta con este premio y con esta historia de amor entre personas de diferente clase social. Un argumento que suena a tópico pero que el jurado defendió. La novela está protagonizada por Vera, una mujer que rompe con su matrimonio con un marqués y que inicia una apasionada relación con Antonio, más joven que ella y de origen humilde, que le conduce a un proceso de liberación y que le enseña la verdadera cara de su exmarido.
“Es una mujer que emprende un camino hacia la libertad y aprende a ser libre cuando pierde el miedo a equivocarse y creo que eso tiene que ver con la libertad”, apuntó el autor. Como en otros de sus libros, también en este la protagonista es una mujer fuerte: “En mis novelas en general nunca hay príncipes azules, nunca un hombre salva a una mujer de nada, sino quizá todo lo contrario”, y por esta razón “están muy lejos de una novela romántica, independientemente de que haya mucho amor. Sin amor nos va muy mal y creo que en este momento en este mundo es muy necesario”.
Tanto a la hora de recibir el premio como en la rueda de prensa posterior, Del Val insistió en que considera un error entender que algo comercial es algo en si mismo malo o de inferior categoría: “Yo no puedo decir que todo lo comercial sea bueno pero tampoco decir que todo lo comercial sea malo”, dijo. En este sentido el ya ganador del Planeta quiso subrayar que tiene “muchísimo respeto” a escribir y a la literatura, remarcando que considera que” uno es lo que escribe”.