Adiorik ez ( Ni flores, ni funeral, ni cenizas ni tantán) es una historia de superación, ternura y humanidad. Centrada en los cuidados paliativos y en el buen morir, la pieza es "un viaje que nos empuja a afrontar la vida con alegría y a preguntarnos cómo será el final de ésta", explican desde La Dramática Errante, compañía que pondrá en escena este montaje el miércoles 17 de diciembre en el Teatro Gayarre. La obra se representará en euskera con sobretítulos en castellano.
"Un canto a todas aquellas personas que dejaron este mundo con dolor y sufrimiento. Un reconocimiento a todas esas otras que acompañan en esta última etapa sin perder la sonrisa nunca", agregan desde la compañía.
Reflexión sobre la muerte
Un viaje que "nos empuja a afrontar la vida con alegría" y a preguntarnos cómo será el final de ésta. La pieza, que aborda los cuidados paliativos, se centra en el viaje de un padre y su hija (Santi y Ane) a través de la ruta más antigua de toda Europa: el Camino de Santiago. Nace así este cruce de caminos entre historias que invitan a reflexionar sobre la muerte, sobre qué es el buen morir y sobre cómo afrontamos cada uno el fin de nuestros días.
La compañía vasca La Dramática Errante vuelve al Gayarre tras Altsasu (2022) y Yerma (2023).
Es parte de la vida
En 2019, España estuvo a punto de aprobar una Ley estatal de cuidados paliativos. En febrero de dicho año, el Senado debatía esa proposición de ley, conocida como ley de muerte digna, pero el adelanto electoral truncó el sí definitivo. Desde entonces, han sido muchas las dificultades para conseguir una norma común más allá de las leyes autonómicas que hay sobre estos cuidados.
En marzo de 2021 se regula la eutanasia en España. Al margen de este avance, y teniendo en cuenta que ambos son complementarios, no excluyentes y que responden a la pluralidad de cualquier sociedad libre, "la Sociedad Española de Cuidados Paliativos sigue exigiendo al Gobierno «una ley de garantías, atención y cuidados al final de la vida, que asegure la dignidad en el proceso de morir en nuestro país", explica María Goiricelaya, .
En diciembre de 2021, "el tío de mi mejor amiga muere de cáncer. Yo, a través de ella, soy testigo de sus últimos encuentros, sus últimas charlas, sus últimas fotos juntos. Sé que es un privilegiado, que ha dejado este mundo tranquilo, bien atendido y con las personas que más lo querían a su lado. También sé que otras muchas personas no tienen tanta suerte y mueren solos con mucho dolor y sufrimiento", añade la autora y directora.
La historia de Ane y Santi Juaristi es un viaje nos empuja a afrontar la vida con sus luces y sombras; que hace presente la muerte como parte de la vida y que nos anima a decidir cómo queremos decir adiós a este intenso viaje".