La operación de Jorge Javier ha traído la duda inmediata de si su ausencia será determinante o ya la personalidad de los productos que presenta podrán superarla. Si lo notaremos hoy jueves en los estudios de audiencia de ayer o no. Y es que es tal el número de programas y secciones que presenta o salsea que, ahora mismo, su sucesión es toda una cuestión hegemónica y de estado en Mediaset, que hasta podría liquidar el valor de esta compañía en la bolsa del Ibex 35 donde cotiza. Y la competencia sabe que todo lo que consiga ahora que Jorge Javier está de baja es un avance y así se explica la maniobra de fichar para La Voz a Juanra Bonet, el concurso en el que no hay que olvidar que participa el navarro Javier Erro entre otros 15 concursantes. Pero toda esta estrategia interior parece poca cosa al lado de la noticia del día y puede que del año: Disney compra la Fox. Bueno, habría que decir que Walt Disney compró la 21st Century Fox. Una compra que cambiará desde luego la oferta televisiva en el futuro por que Disney prepara su plataforma para competir con los gigantes Netflix y HBO y ese monstruo que se llama Amazon que amenaza con vendérnoslo todo desde que salga el sol hasta el ocaso y luego ya lo que nos haga falta para pasar las largas noches televisivas. Una tarea que cada vez será más común, ya que los nuevos espectadores están llegando a la conclusión de que no se puede aguantar tanto exceso. Lo digo porque unos cálculos de consumo televisivo que ha realizado el Consejo Audiovisual de Andalucía hablan bien claro de que el sensacionalismo es lo que triunfa en la televisión convencional. Los datos dicen que el rescate del niño Julen en Totalán llegó a ser el 65% de la información de las cadenas de televisión durante algunos días. Algo tan abusivo que podría convencer a muchos de que con el almíbar y las princesas de Disney se vivía mejor que tener a la audiencia angustiada 20 días metida en un jodido pozo.