"Las diferencias entre alpinistas son pequeñas. A mí me impresiona lo que hay detrás de ellos, sus valores". Estas palabras son de Iñaki Ochoa de Olza y resumen, en parte, ese componente más allá de lo deportivo que ha acompañado al alpinismo desde sus orígenes. Ochoa de Olza fue coherente y se propuso devolver al Himalaya lo que éste le había dado. Lamentablemente, el Annapurna se cruzó en su camino y son ahora sus familiares los que tratan de cumplir aquel sueño por medio de la fundación SOS Himalaya. En la misma línea, un gran amigo de Iñaki, Koldo Aldaz, y un grupo de socios pretenden poner su granito de arena en esa misma tarea. Lo hacen mediante la asociación Lukla Lodge y, al igual que sus colegas de SOS Himalaya, están ya metidos en harina.
Los montañeros occidentales llevan más de medio siglo acudiendo a las montañas de Asia y, ya desde Hillary, el contraste entre un lugar y otro parece haber tocado la fibra de muchos de estos deportistas. "Vas allí, ves la enorme diferencia y si tienes corazón te lo toca", resume Aldaz. De esa sensación que explica el montañero navarro han nacido muchos proyecto solidarios que han tratado de dar la vuelta a la tortilla. Y de ahí surgen también SOS Himaya y Lukla Lodge.
sos himalaya
Cumplir el sueño de Iñaki
A Iñaki Ochoa de Olza, las montañas del Himalaya y todo lo que rodeaba a éstas le habían llenado de vida. Por eso, en los últimos años tenía entre ceja y ceja devolverles lo que le habían aportado. Él no pudo hacerlo en vida y tras su muerte su familia tomó el relevo. "Iñaki tenía la idea de ayudar a los niños de allí a tener un futuro diferente. Cuando él muere este proyecto se trunca, pero sólo en parte. Él ya había pensado en el nombre, SOS Himalaya, y cuando se murió mucha gente empujó para sacar adelante este proyecto", recuerda Pablo Ochoa de Olza.
Sin correr demasiado, en otoño de 2008 el proyecto echa a andar paso a paso. Vinculado al comienzo a una fundación privada y después de manera independiente, el sueño va poco a poco tomando forma y entra a formar parte del proyecto Tú eliges, tú decides de la CAN. Los apoyos no tardan en llegar y SOS Himalaya comienza a recibir aportaciones. Cada céntimo que llega va a para a DOCS Foundation, su enlace en el Himalaya. Y el primero de sus proyectos, un orfanato en Katmandú, empieza a tomar forma.
En enero un golpe de efecto dio un nuevo empujón a esta fundación. El programa El informe Robinson emite un reportaje sobre el intento de rescate de Iñaki Ochoa de Olza. Entre las muchísimas personas que lo ven están varios jugadores del FC Barcelona, que invitan a los hermanos Ochoa de Olza a un entrenamiento. El club culé se ofrece a colaborar con la fundación y más tarde se conoce que Pep Guardiola utilizó dicho reportaje para motivar a sus jugadores antes de un partido. La popularidad de Iñaki Ochoa de Olza crece y con ella la de SOS Himalaya, que ve cómo cada vez puede llegar a más gente y crecen sus posibilidades.
En este momento, SOS Himalaya cuenta ya con un terreno de 6.500 metros cuadrados para empezar a construir el orfanato SOS Himalaya. Su intención es tener la estructura terminada en un año. Con ese objetivo en el horizonte, la fundación continúa recibiendo aportaciones económicas, vendiendo camisetas, organizando conciertos solidarios y hasta un trekking en el Annapurna. Tras la construcción del orfanato su idea es levantar también un hospital infantil y una escuela.
lokle ludga
Ayuda al pueblo sherpa
Precisamente un amigo de Iñaki Ochoa de Olza que además participó, desde Pamplona, en su intento de rescate, está inmerso desde hace cuatro años en un proyecto solidario similar. Koldo Aldaz lleva dos décadas viajando al Himalaya como montañero o como guía y conocer en primera persona la realidad de los pueblos que viven al pie de los techos del mundo le ha llevado a implicarse. "Si lo ves en televisión parece que pilla lejos, pero verlo de cerca hace que te impliques", comenta.
Al margen de la ONG, Aldaz y su familia acogieron hace algunos años a un joven de etnia sherpa para que pudiese estudiar en Navarra y, al terminar, regresase a su país. Sin embargo, su implicación ha ido más allá. En 2006 Aldaz acudió como guía a Nepal con varios clientes navarros. Además de disfrutar de la montaña, este grupo pudo conocer de primera mano la realidad del pueblo sherpa. Uno de sus contactos con ésta fue, precisamente, la madre del joven que Aldaz acoge en su casa. La situación de esta mujer les impresionó y cuando supieron que disponía de un pequeño terreno que ella no podría explotar pensaron que podían hacer algo.
"Ella no tenía medios para hacer nada en ese terreno y le propusimos que nos lo cediera a cambio de que ella se encargase en el futuro de gestionar nuestro proyecto. Pensamos en hacer un albergue bioclimático que fuese un negocio para la familia, pero que además favoreciese el desarrollo local", explica Koldo Aldaz.
Dicho y hecho. Desde hace cuatro años, Lukla Lodge funciona como una asociación sin ánimo de lucro y sin gastos de administración que envía a Nepal cada euro que recibe. Allí, el guipuzcoano residente en Nepal Mikel Leizeaga hace de enlace y el proyecto empieza a dar sus frutos. Su labor social comenzó ya con la contratación de la mano de obra para construir el albergue, diseñado de manera altruista por el arquitecto Carlos Chocarro. La estructura de éste se encuentra finalizada y ahora Lukla Lodge busca ayuda para seguir con el proyecto.