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GRANOLLERS Ohlander (p), Blanxart (1), Ferrer, García (5), Puig (4), Grundsten (5), Nikcevic (4,1p), Malasinskas (3), Raigal (2),Campos (2), Solé (4), Resina (2) Nenadic (1) y Pérez (ps)

AMAYA SPORT SAN ANTONIO Ristanovic (p), Sevaljevic (2), Guardiola, Vargas, Álvarez, Urdiales (3), González (1), MindegIa (2), Humet (8), Crowley (1), Rasic (2) y Aguirrezabalaga (4, 2p).

Marcador cada cinco minutos 1-1, 5-2, 6-4, 10-6, 14-8, 18-9 (descanso); 21-12, 23-15, 24-16, 26-19, 27-21 y 33-23.

Árbitros Ruiz González y Zapico Fernández. Excluyeron a Nenadic, Blanxart y a Grundsten por el Granollers y a Urdiales, Alvarez, Rasic y Vargas (2) por el Amaya Sport San Antonio.

Incidencias Partido correspondiente a la tercera jornada de la Liga Asobal disputado en el Palau d"Esports de Granollers ante unos mil espectadores.

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pamplona. Con la plantilla de circunstancias de esta temporada el San Antonio tendrá que jugar al límite cada partido para arañar puntos. Ayer no lo hizo y salió escaldado de su visita a Granollers. Los antonianos pagaron caro ayer su falta de intensidad y fueron goleados en un encuentro en el que apenas tuvieron opción. Y es que la falta de pundonor de los antonianos les condenó a despedirse de los puntos ya en la primera mitad y tratar de remar contracorriente, en balde, durante toda la segunda mitad.

Al contrario de lo que ocurriera la pasada jornada en Arrasada, el San Antonio salió ayer apocado desde el pitido inicial y pronto empezó a recibir los sopapos del Granollers, mucho más entonado. Para el minuto 15 el tanteador catalán ya doblaba al de los antonianos (8-4), tibios en defensa y muy poco atinados en ataque. Un cuarto de hora después el equipo navarro se retiraba a los vestuarios con una desventaja de nueve tantos y unas perspectivas nada halagüeñas (18-9).

Tras el paso por la caseta, el equipo navarro salió algo más entonado, aunque ya era demasiado tarde. Ni el tino de Humet desde los nueve metros ni la chispa de Mindegia fueron suficientes para tomarle el pulso al partido. El San Antonio no logró reducir la distancia en el marcador a menos de siete tantos y terminó resignado ante el empuje de los de Manolo Cadenas. En cinco días los navarros afrontan un encuentro de los de su liga ante el Puerto Sagunto. Entonces el espejo donde mirarse tendrá que ser de nuevo el choque ante el Cuenca y la filosofía la del sangre, sudor y lágrimas. Si no es así, el equipo volverá a sufrir.