BBVA apuesta fuerte a la opa sobre el Sabadell a pesar de los obstáculos. Si hace unos días confirmaba que seguía adelante con el proceso a pesar de la lluvia de dinero que el banco catalán va a repartir entre sus accionistas, la entidad presidida por Carlos Torres ha confirmado este jueves que ha recurrido ante el Tribunal Supremo las condiciones impuestas por el Gobierno español en junio, que suponen congelar la fusión entre ambos al menos tres años (ampliable a cinco) si la opa prospera. El recurso se presentó el pasado 15 de julio y, según el BBVA, este movimiento "no interfiere en la opa".

El banco de origen vasco considera –según ha manifestado Torres– que solo la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) puede imponer condiciones a la operación de concentración y que, por lo tanto, la intervención del Ejecutivo debía limitarse a validar o incluso suavizar estas exigencias; en ningún caso endurecerlas, como finalmente hizo.

Fue el 24 de junio cuando el Consejo de Ministros dio luz verde a la opa con la condición de que las dos entidades no pudieran fusionarse en los siguientes tres años –lo que implica nada de despidos ni cierre de oficinas en ese tiempo–, que además podría alargarse otros dos años. Teniendo en cuenta la fecha de esta decisión, la entidad tenía de plazo hasta el 24 de septiembre para presentar el recurso. Un día después de conocerse la decisión del Ejecutivo, el 25 de junio, el responsable de BBVA para España, Peio Belausteguigoitia, ya avisó de que la entidad no descartada la vía judicial.

Esta misma semana, el banco liderado por Carlos Torres ha comunicado también al mercado su intención de seguir adelante con la opa tras el segundo obstáculo al proceso: la venta del Sabadell de su filial británica TSB al Santander y el reparto de un macrodividendo de 2.500 millones de euros sujeto a la operación, ambas operaciones aprobadas por los accionistas de la entidad catalana en una doble junta extraordinaria celebrada el pasado 6 de agosto.