Un milagro a base de fe

ITXAKO RDN26

OLTCHIM VALCEA25

ITXAKO REYNO DE NAVARRA Navarro (p), Barnó (1), Egozkue (1), Pinedo (1), Tervel (1), Martín (6,3p) y Kurbanova -siete inicial- Stefani (ps), Aguilar, Soit, Alonso, Turey (9,6p), Fernández (1) y Barbosa (6).

OLTCHIM VALCEA Pislaru (p), Pidpalova, Curea, Managarova (1), Neagu (1), Stanca (1) y Elisei (5,1p) -siete inicial- Tacalie, Nechita (7), Luca, Bese (1), Tolnai (ps), Manea (1), Szucs y Özel (8,2p).

Marcador cada cinco minutos 0-2, 3-4, 5-7, 7-10, 9-12, 10-14 (descanso) 11-17, 13-18, 15-20, 20-22, 23-25 y 26-25.

Árbitros Henrik Mortensen y Claus Pedersen (Dinamarca). Excluyeron por Itxako a Tervel, Martín, Fernández y Barbosa; por el Oltchim, a Neagu, Bese y Özel.

Incidencias Unos 1.850 espectadores en el pabellón Lizarrerria de Estella, entre ellos más de 300 aficionados del Oltchim desplazados desde distintos puntos del Estado.

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estella-lizarra. Itxako Reyno de Navarra consiguió ayer sus dos primeros puntos en la liguilla de la Main Round de la Champions de la forma más espectacular posible, anotando el tanto de la victoria a seis segundos del pitido final y tras haber remontado hasta seis goles en quince minutos (26-25). Todo eso tiene todavía más mérito si se tiene en cuenta el rival que había enfrente, el subcampeón del torneo, un Oltchim Valcea todavía más fuerte esta temporada y que fue el dueño y señor del encuentro durante, todo hay que decirlo, más de 40 minutos.

Y es que, lo vivido ayer en Estella fue un pequeño milagro terrenal basado en la fe del que busca ciegamente su objetivo. Porque Itxako fue siempre a remolque de las rumanas, que ya de inicio plantearon un 6/0 casi infranqueable en altura y un ataque poderoso con la turca Özel como referencia (0-3, m.6) y con Neagu de brújula. Las de Anja Andersen apostaron por los ataques largos, con constantes circulaciones y les salió bien, porque encontraban demasiados huecos en el entramado defensivo de las amarillas.

En esos compases iniciales sólo Carmen Martín pudo batir el muro rumano desde su extremo, y suyos fueron los tres goles que igualaron el electrónico para el minuto 9. Pero el Oltchim no se vino abajo, todo lo contrario, haciendo gala de una gran velocidad en el contragolpe y en el repliegue defensivo, y de un lanzamiento exterior y un uno contra uno demoledor con Özel y Nechita como protagonistas.

Las visitantes, alentadas por unos 300 aficionados en las gradas en una tarde de grandísimo ambiente de balonmano en el Lizarrerria, llevaron la voz cantante hasta el descanso (10-14) ante un Itxako con muchos problemas en ataque y que ni siquiera pudo acercarse con una doble superioridad.

A pesar de tener molestias, Ambros ya había dejado participar a Barbosa en la primera parte, y su presencia fue muy importante, como la de Emiliya Turey. La rusa, que era baja casi segura por problemas musculares, apareció por sorpresa tras el descanso, y su acierto, tanto en el posicional como en los siete metros, fue determinante. Eso, claro, y el cambio táctico en defensa.

Itxako convirtió primero el 6/0, que no acababa de cuajar, en un 5/1 con Tervel en el avanzado. Tampoco funcionó bien y el Oltchim llegó a ponerse seis arriba (11-17, m.34). En esa misma tónica iban pasando los minutos hasta que Ambros utilizó su cartulina verde (14-20, m.44). Ahí el canario se jugó el todo por el todo, con un 4/2 con Barbosa pegada a Özel, y Tervel a Elisei y luego a Neagu. De repente, al Oltchim le entraron las dudas, la defensa de Itxako empezó a robar y a salir por primera vez al contragolpe en todo el partido, y algo empezó a cambiar (19-22, m.48). Casi en cada ataque las locales anotaban, en muchas ocasiones forzado lanzamientos de 7 metros, y a falta de 8 minutos Barbosa dio muchas esperanzas con el 22-23. Le costó a las de Ambros empatar, y no lo lograron hasta el tercer ataque justo cuando emergió la mejor Silvia Navarro bajo los palos, con el 23-25.

Fue de nuevo Barbosa quien casi hace que el pabellón se venga abajo a falta de 70 segundos (25-25) tras detener Navarro otro lanzamiento. Entonces Itxako tuvo la paciencia suficiente para aguantar hasta que Turey, a falta de seis segundos, obró el milagro cuando las amarillas estaban ya con siete jugadoras en la pista arriesgándolo todo. Nadie se lo podía creer, pero era cierto: Itxako había remontado un partido increíble y se mete por derecho propio en la pelea por las seminfinales.