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La nube de Merino II

continúa brillando en su estreno en un torneo de primera

La nube de Merino IIPABLO VIÑAS

Pamplona todavía no se han cumplido nueve meses desde que David Merino (Villar de Torre, La Rioja, 1990) debutara como profesional y el zaguero de Aspe ya se ha instalado en la elite. Si su inclusión en el Campeonato de Parejas de la LEP.M como compañero de Juan Martínez de Irujo resultó una sorpresa, lo es más el excelente rendimiento que está ofreciendo. Ha demostrado una regularidad terrible, ha mantenido las opciones de su delantero y el pasado sábado sobresalió en el estreno del nuevo frontón Bizkaia de Bilbao.

Lo demuestran los números con los que finalizó el encuentro: firmó dos de los 22 tantos que le valieron para hacerse con el triunfo y solo cometió un error de bulto a pesar de ser el pelotari que en más ocasiones golpeó la pelota (130, por las 120 de Begino y las 115 de Irujo y Aimar).

Y también el veredicto del jurado del Euskadi Irratia Saria, compuesto por los 20 medios de comunicación que vigilan la actualidad del torneo. Hubo unanimidad a la hora de señalar al zaguero de Villar de Torre como el mejor pelotari de la jornada. Logró el pleno de puntos (60), en total, uno más que su más inmediato perseguidor, Xala, que sumó 59 para consolidar su liderato en la clasificación general, en la que ahora se ha colocado segundo el propio David Merino (a 85 puntos de distancia del delantero lekuindarra). Los datos reflejan objetivamente el excelente rendimiento del riojano, pero, acudiendo al aspecto subjetivo, han sido muchas las voces autorizadas que han refrendado el buen hacer de Merino II.

Desde su compañero, Irujo, pasando por uno de sus rivales del sábado, Olaizola II, y terminando por la figura histórica de Julián Retegi, el pelotari profesional más laureado de todos los tiempos. Los tres asistieron en primera persona a su fulgurante actuación en la capital vizcaína y no dudaron en destacar su valiosa aportación a un triunfo que, eso sí, Irujo se encargó de certificar.

El zaguero de Villar de Torre no se esperaba ni por asomo vivir semejante situación. Catalogó como "sorpresa" el acceder a semifinales en el partido que cerró la liguilla de cuartos de final y ahora recibe con orgullo, pero también con humildad, los elogios que le están lloviendo. De momento, a sus 20 años, quiere seguir progresando para corroborar lo que ya apunta: que es una estrella.