Pamplona. Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza llegaron al ansiado 90ºS, el Polo Sur geográfico, tras 44 días de travesía por la Antártida durante la denominada Expedición Transatartika. Después del parón en la jornada del miércoles por falta de viento, los tres lograron resarcirse y cubrir los 80 kilómetros restantes en tan sólo tres horas, para llegar a su destino a las 9.15 hora local.
Zabalza, que casi no pudo dormir, se levantó a las 4.00 horas para preparar el desayuno y a las 6.00 horas los tres ya estaban camino de su objetivo. Vallejo iba delante marcando el rumbo con su GPS. Ni un grado de equivocación. "Juan iba por el paralelo 16º; estaba nublado y nevaba un poco y por fin hemos visto las banderolas que desde los cinco kilómetros de distancia indican la llegada al Polo Sur. Hemos llegado, hemos bajado las cometas y nos hemos abrazado", reconocieron al llegar, mientras se tomaban su primer café con leche caliente en mes y medio.
Han sido 2.200 kilómetros de durísima travesía sobre el hielo antártico, con un viento a menudo desfavorable, un terreno en condiciones muy difíciles para los trineos y temperaturas de hasta 45 grados bajo cero. Han conseguido la primera parte de su objetivo, y ahora les esperan otros 1.200 kilómetros para cumplir la meta de atravesar el continente helado de mar a mar hasta Bahía Hércules.
La primera parte del reto la han logrado exactamente 100 años y 15 días después de que el explorador noruego Roald Amundsen y sus hombres llegasen por primera vez al Polo Sur. La expedición retomó el contacto directo con otros seres humanos: de los rusos de la base Novolazarevskaya, a los que despidieron hace casi un mes y medio, a los estadounidenses de la Amundsen-Scott, que dieron la bienvenida a tres visitantes llegados en trineos arrastrados por el viento.
Hay que recordar que a lo largo de varias semanas, el equipo de BAT Basque Team tuvo que superar también los 2.500 metros de desnivel entre el nivel del mar donde se inició la travesía y la meseta antártica sobre el que se asienta la parte central del continente donde se localiza el Polo Sur geográfico. Todo ello en condiciones de viento no siempre favorables, ya que, además de los periodos de calma, han tenido que soportar temporales que hacían inviable el uso de sus cometas y les han obligado en ocasiones a refugiarse en su tienda.
Pese a esa dureza del recorrido, los tres continúan con muchas ganas de seguir con los más de mil kilómetros que les quedan todavía por recorrer. Mucho camino, pero la llegada a esta "pequeña meta" como comentaba ayer mismo Zabalza, les ha dado un nuevo impulso a la expedición.
Ahora, los tres expedicionarios afrontan el tramo final de la travesía con aires renovados y con un territorio, a priori, menos complicado para que finalicen este complicado reto.