“Soy muy honesta y no dudé en entregar la cartera que me encontré con 800 euros”. Dos años después, la honradez de Carmen del Milagro ha tenido su recompensa. La pamplonesa, de origen peruano, ha recibido el dinero que llevó a Policía Nacional después de que nadie lo haya reclamado en este tiempo.

“Estoy muy contenta de que se me haya premiado el gesto y es un dinero que me viene muy bien, claro. Tengo un hijo de 20 años que estudia y necesita sacarse el carnet de conducir, así que lo utilizaré en ayudarle”, explica Carmen del Milagro.

La pamplonesa se encontró en noviembre de 2023 una cartera con documentación de un ciudadano turco, tarjetas bancarias y médicas y 817,96 euros en efectivo. “Yo trabajaba en la estación de Renfe y subí al pasajero al tren con destino a Barcelona. El chico pidió una silla de ruedas y, cuando el tren ya se había ido, encontré la cartera entre las ruedas. Tuve claro que había que devolverlo, aunque igual otras personas no hubiesen hecho lo mismo”.

“Llevé la cartera a objetos perdidos de Adif y, delante de los miembros de seguridad, abrimos la cartera y vimos que tenía esa cantidad de dinero. Quisimos contactar con la persona, pero no se pudo”, explica.

Entonces, decidieron acudir a las dependencias de la Policía Nacional en Navarra, ubicadas en la calle General Chinchilla de Pamplona, y hacer entrega de la cartera en la Oficina de Denuncias y Atención al Ciudadano. “La llevamos por si la persona la reclamaba allí en algún momento, pero nadie ha sabido nada más ni lo ha vuelto a ver”.

Tras agotarse gestiones para la localización del individuo, el dinero se mantuvo bajo custodia de la Brigada Provincial de Policía Judicial. Está legalmente establecido que, transcurridos dos años desde la entrega y si nadie lo reclama, la persona que lo entregó puede hacerse acreedora del mismo.

"Ya ni me acordaba"

Este miércoles, justo al expirar el plazo, Carmen del Milagro acudió a dependencias policiales y recibió los más de 800 euros que en su momento intentó poner a buen recaudo. “Yo ya ni me acordaba de la cartera. Pero, hace un mes, mi compañero me recordó que, si pasan dos años, tenemos derecho a obtener ese dinero. Así que fui a preguntar y me lo pude llevar”.

Es el premio a un gesto que no duda que volvería a repetir. “Hay que entregar las cosas siempre porque una nunca sabe lo que puede estar pasando con la otra persona. Yo siempre he sido honesta y eso también es un ejemplo para mi hijo y mi familia. Aunque sean diez euros, hay que devolverlos. En otra ocasión me encontré una cartera con siete euros de una vecina y se la devolví, por supuesto. Soy así, honesta”, concluye mientras se dirige a la estación de Renfe, donde sigue trabajando, aunque ahora como auxiliar de maniobras. Si vuelve a encontrarse con algún objeto perdido, tiene claro lo qué hará.