San Donato: 115 cimas en un año
el estellés Andoni Barbarin marca su récord en el monte de beriáin
Con lluvia, viento, niebla o incluso nieve. Es igual. Nada se interpone entre Andoni Barbarin, sindicalista de 59 años, y su cima más preciada, San Donato. Nada le puede quitar la intención de coronar ese monte una y otra vez y por supuesto nada puede evitar que disfrute constantemente de la ascensión a uno de los símbolos del montañismo navarro. Así, "arañando" horas y momentos a las semanas es como este estellés ha logrado ascender hasta la ermita la friolera de 115 veces, 75 por la brecha, en los 365 días que tuvo 2011 y no es fácil, porque a la complicación del ascenso se suma que trabaja con horario partido.
Con el comienzo del 2011, Barbarin se puso como objetivo acercarse a las ascensiones que había hecho en los últimos años. "Empecé a apuntar en 2005 y hacía una media 70 cada año, en 2009, fueron 81 y en 2010 bajé a 65", explica. Sin embargo, una vez que superó esas cifras se dio cuenta de que aún le quedaba tiempo. "Me sobraban días" y decidió continuar. "En 2011, conforme iba a avanzando ya fui apretando más la máquina y me puse el objetivo de llegar a los cien. Cuando lo conseguí, el día de San Francisco Javier, me pregunté a ver qué iba a hacer entonces, así que decidí apurarlo hasta el final. Recuerdo que el 18 de diciembre estaba en 107 y después hice ocho ascensiones seguidas porque tenía fiesta la última semana del año. Hasta que llegué a 115, el 31 de diciembre", recuerda.
¿Por qué este monte y no otros? Es la pregunta. La respuesta, sencilla para Barbarin. "Es un monte corto pero intenso, tiene unas vistas espectaculares que te permiten ver los Pirineos, el Moncayo o la Sierra de Codés y es que además, se puede llegar a él por numerosas rutas con lo que aburrirse es imposible", asegura. Y es que Andoni Barbarin sube a San Donato por una clara motivación personal. "Me reporta muchas cosas, si no subo, me falta algo. En el monte me clarifico las ideas", asegura. Este montañero reconoce que la cifra de 115 llama la atención. "Es importante, pero para mí lo es más las 75 veces que subí por la brecha, por Iyurbain, son 1.420 metros y por el otro lado 1.494. La brecha es impresionante sales por dos paredes que hay que trepar. Ese recorrido impresiona. Está claro que si tienes vértigo no puedes ir porque hay dos pasos que son muy difíciles. Conseguir superarlos, me llena", asegura.
buscar el momento A la hora de sacar tiempo, Barbarin hace casi encaje de bolillos. "Como trabajo a turno partido, entre semana lo tengo muy complicado, así que los fines de semana voy prácticamente todos. Luego en 2011 tuve fiesta todos los viernes por la tarde, así que comía algún pincho en Pamplona o a veces sin nada y me iba desde allí por Sakana a Beriáin. Así le he arañado unos 20 ó 25 viernes; en julio también iba por las tardes y en agosto le di caña la última semana que estaba de vacaciones. También voy todos los puentes", señala.
Sustos y anécdotas no le han faltado durante todo este tiempo. Entre los primeros recuerda un 31 de diciembre de 2006. "Me resbalé porque estaba mojado en la primera trepada por la brecha que es la más complicada. Por suerte no me hice nada y como me encontraba bien subí por el otro lado", indica. En cuanto a las situaciones curiosas, Barbarin destaca varias. Una de ellas ocurrió el 22 de mayo de 2010. "Salí de la brecha y me encontré a una pareja haciendo el amor. Les dije que siguieran a lo suyo" recuerda y explica la situación. "Lo que les pasó fue que ellos no conocían el sitio. De hecho, ellos estaban bien situados para que no les vieran los que llegaban desde otros dos caminos, pero no controlaban la brecha y por ahí aparecí yo".
La pasión de este estellés por la montaña comenzó cuando tenía tan sólo 13 años. "En aquellos años había un movimiento juvenil que era el contrapunto al de la Falange y en él hacíamos actividades y salidas. La primera vez que subí al monte fue en el puente de Todos los Santos, que fuimos al refugio de Larraizar y ahí empezó mi historia con la montaña", indica. Muy importante en la vida de este montañero ha sido el club de Estella, del que forma parte desde finales de los 70. "Muchos de los montes que he subido ha sido con el club montañero y también con amigos. El Pirineo lo hemos pateado entero", indica y explica que ahora el Club Montañero goza de una salud encomiable. "Ha habido etapas de todo, pero ahora hay mucha gente joven con iniciativa y buenas ideas y da gusto porque hay una buena mezcla de juventud y experiencia", indica.
la otra cara de la montaña No obstante, en la montaña pero no en San Donato, Andoni Barbarin ha vivido una de las experiencias más duras de su vida. Fue en 1986 cuando ascendiendo a Punta Escarra, cerca de Candanchú, se encontró el cadáver de un joven montañero. "Íbamos tres amigos y como no sabíamos exactamente por dónde se subía, cada uno se fue por un lado. Con la suerte de que por donde yo miré encontré a un joven muerto, llevaba tres meses desaparecido", recuerda.
Además de las 115 veces que ha ascendido a San Donato, este estellés ha hecho en 2011 un total de 157 montes, entre ellos ha regresado a Punta Escarra. "Se han cumplido 25 años desde que encontrábamos a aquel chaval y los tres que íbamos entonces lo subimos como un homenaje a él. Fue muy emotivo", indica y recuerda que aquel suceso le marcó.
De cara a 2012, Barbarin no se ha marcado ningún objetivo, sino el de seguir disfrutando de la montaña como hasta ahora.