PARA unos ser los primeros y poder demostrarlo tiene una importancia capital. Otros, en cambio, tienden a relativizar la cuestión, sin perder más tiempo del necesario en las comprobaciones, pero dejando las cosas claras, para que no haya equivocaciones ni malos entendidos. La aclaración viene al caso por la última vía abierta por el navarro Miguel Ángel Vicente Zunzarren y el riojano Eugenio Hernández, que culminó con la ascensión a la cara oeste del Petit Pic d´Ossau. Resulta que antes de acometer la vía vieron si podían obtener alguna información útil de otras cordadas anteriores, pero no encontraron nada. Lo mismo les sucedió en la consulta que llevaron a cabo con Rémi Thivel, uno de los mayores expertos en esta montaña, quien tampoco tenía constancia de ninguna escalada invernal a dicha arista, por lo que es muy probable que fueran los primeros en culminar la ascensión invernal a la citada pared pirenaica.
No todos lo creen así, pero a ninguno de los dos alpinistas les preocupa en exceso que hayan sido los primeros o no, porque lo que nadie podrá discutirles es que alcanzaron su objetivo en una vía marcada por el legendario paso de la cueva; un paso, que según Munch, Ravier y Thivel en su libro Roca, hielo y nieve en Pirineos "debe ser franqueado al menos una vez en la vida por todo pirineista que se precie".
Es una de las vertientes menos visitadas del Midi por su larga y compleja aproximación, lo que unido a su aspecto sombrío hace que muchos escaladores se pierdan el placer de conocerla más de cerca. Pero a ellos les pareció una vía atrevida y muy estética a una cumbre atractiva y tras haber realizado la escalada varias veces en verano, Miguel Ángel y Eugenio sintieron la curiosidad de comprobar si era posible atravesar el interior de este extraplomo en los meses más fríos.
Fue el 13 de enero cuando se pusieron en marcha bajo unas condiciones idóneas, con la nieva muy dura y estabilizada, ausencia de viento y tiempo estable. "A las 5 de la mañana nos calzábamos los crampones y encendíamos nuestras frontales en el Portalet. Tras una aproximación más rápida de lo previsto gracias a la dureza de la nieve, comenzamos a escalar con las primeras luces del alba".
Lo que en verano es un largo recorrido de aproximación sinuoso y complejo que, partiendo de las proximidades del Col de Peyreget, lleva hasta la base de la pared oeste, en invierno se convierte en una sucesión de corredores, inclinadas rampas, expuestas travesías y cortos paso de mixto (300 m de desnivel, 50-60º en nieve, IV mixto, 70º hielo). "Una última rampa-corredor con aspecto de tobogán helado, muy expuesta y difícil de proteger (55º-70º nieve) nos depositó en la base de la sombría pared oeste. De ahí está prohibido caerse", comentó el de Liédena.
Un primer largo de mixto (70º- IV+ mixto) y un segundo largo de roca compacta, que sirvió para redondear las afiladas puntas de nuestros crampones (IV roca), les llevaron a la base del oculto corredor del bloque empotrado. Tras superarlo con un acrobático paso de piolet tracción y continuar una veintena de metros por hielo fino pero de excelente calidad, accedieron a la cueva tras superar la gran laja anaranjada desprendida ( conjunto del largo: V+ mixto, 80º hielo, IV+ roca). "Para nuestra sorpresa y alivio, el interior se encontraba completamente seco, limpio de verglass y con la ventana de salida despejada de nieve".
largo decisivo Tras acceder a dicha ventana utilizando la técnica del arrastre-oposición "y alucinar, una vez más, con la osadía o falta de cordura que tuvieron Cazalet, Mailly y Ollivier aquel 3 de julio de 1934" superaron el corto y fácil muro desplomado de salida del techo (IV roca) y se dispusieron a afrontar el último largo de la vía. Lo que en verano es una escalada fácil, vertical pero con muy buenas presas, se convirtió para ellos en el largo clave de la ascensión. "Mixto mantenido con nieve inestable y roca con verglass que nos hicieron sudar de lo lindo (80º , V mixto, V roca). Con crampones, mal, y sin crampones, peor. Unos últimos metros de nieve fácil nos depositaron en la cima sobre las cuatro y media de la tarde".