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Un desafío incomparable

Zabalza, Iñurrategi y Vallejo encontraron más dificultades de las esperadas en su ataque a la cima

Un desafío incomparable

pamplona. Los alpinistas del equipo Basque Team subrayaron el hecho de que las características de la ruta y las condiciones meteorológicas convirtieron su objetivo en un reto de dimensiones mucho mayores a las de anteriores ascensiones emprendidas por este equipo de escaladores vascos.

En este sentido, Alberto Iñurrategi señaló que la dimensión de un intento como este no se puede comparar con otras ascensiones que han hecho hasta la fecha por la dificultad y el compromiso que implicaba. "Tuvimos muy claro que no había forma de llevar a cabo un segundo intento al regresar al campamento base", explicó el guipuzcoano.

Juan Vallejo coincidió con su compañero en la peligrosidad de un segundo intento. "La meteorología, el compromiso que nos exigía el estilo alpino y nuestras propias fuerzas tras el primer ataque a la cumbre hubiesen convertido un segundo intento en una iniciativa con muchísimo riego", confesó el alpinista alavés.

Por su parte, el navarro Mikel Zabalza relató las dificultades que se encontraron en la expedición. "Nos hemos encontrado con pendientes más fuertes y un terreno técnicamente mucho más complicado de lo esperado, que convertían esta ascensión en algo muy comprometido en estilo alpino", explicó Zabalza.

Alberto Iñurrategi fue el encargado de relatar el desarrollo de la expedición. "El viaje llegó a su punto de inflexión cuando fuimos conscientes de los factores combinados en contra: fuerte viento, mucha pendiente, pocas horas de luz, temperaturas de entre 35 y 40 grados bajo cero, el cansancio o la dificultad de la bajada, todo lo cual nos impedía calcular el tiempo para poder bajar en condiciones".

"Estábamos en el collado y se nos echaba la noche encima, y nos teníamos que comunicar a gritos, el viento podía borrar las trazas que habíamos puesto, y habíamos dejado preparada una cuerda en un punto al que teníamos que llegar con luz del día", añadió Mikel Zabalza.

Los tres alpinistas reiteraron la dificultad extrema del intento, que no tuvo nada que ver con una expedición al uso. En este sentido, Iñurrategi se mostró perplejo ante las dificultades que tuvo que superar la expedición británica que logró la cima por esta ruta hace 50 años. "Fueron unos adelantados a su época, pero eran trece escaladores que instalaron siete campamentos, y nosotros éramos tres personas que teníamos que acarrear todo el equipo necesario en la mochila", relató Iñurrategi, que valoró como un éxito haber podido concluir esta aventura "sanos y salvos", además de haber sido los primeros en intentarlo en estilo alpino, y haber propuesto este desafío de realizar en esta modalidad una ascensión muy bonita, un desafío que quizás alguien retome en en futuro.

A pesar de no haberse logrado la cumbre, representantes de los patrocinadores de la expedición BBK, Naturgas y Basque Team evaluaron muy positivamente la experiencia, teniendo en cuenta la extrema dificultad de una ruta que solo se ha emprendido con éxito en una ocasión, y nunca en estilo alpino. A este respecto, el alpinista y portavoz de BBK, Juanjo San Sebastián, remarcó el gran mérito que tenía la expedición. "Tiene un mérito impresionante quedarse a 150 metros de la cima en una ascensión de esas características y en estilo alpino, de manera que nosotros lo consideramos un gran éxito".

Rafael Careaga, director de Relaciones Institucionales de Naturgas Energía manifestó también su satisfacción: "Estoy satisfecho y orgulloso, hay que destacar los valores de humildad, honestidad y sentido de la responsabilidad de nuestros tres montañeros, tanto en su intento de lograr el objetivo como en la decisión de no realizar un segundo intento".